Capítulo °26°

598 73 29
                                    

-¿Y cómo va el caso? HeeChul me ha contado que estás trabajando en uno muy especial. -Preguntó el señor Kim mientras cortaba el filete. Las conversaciones durante las comidas se le daban bien. Por lo general, mantenía un ambiente familiar y muy dinámico mientras tenía visitas.

Sin embargo, aquella pregunta fue un poco difícil de responder para Siwon, pues no quería mentir al señor Kim diciendo que estaba haciendo lo imposible por ganar el caso, sino al contrario. No quería que su suegro tuviese una mala imagen de él.

Por otro lado, HeeChul estaba atento a las reacciones del más joven, pues se notaba a leguas que estaba en un dilema mental. Así que para ayudarlo, dijo lo primero que le llegó a la cabeza.

-Papá, ya tengo suficiente con que Siwon esté al pendiente del caso y me ignore durante toda la semana. -Bebió un poco de vino y continuó.- Hablemos más bien de lo que haremos cuándo nos volvamos a reunir.

Una de las cosas que más amaba HeeChul de su padre, es que sabía captar las indirectas. Por eso la conversación se desvío a una vía más segura. Tanto, que al final de la cena terminaron hablando de la infancia de HeeChul, mientras tomaban más vino en la sala de estar.

-Recuerdo con claridad el día que Hee llegó a ésta casa. Mi difunta esposa acababa de morir y no pudo disfrutar de la hostilidad de este chico. -Su padre le acarició el cabello. Hablaba de los malos hábitos de HeeChul como si fueran sus cualidades más admirables. Tanto era el amor por su hijo.- ¿Recuerdas lo que me dijiste cuándo te pregunté si querías cambiar la decoración de tu habitación?.

Claro que lo recordaba. Había respondido de la manera más grosera que podía. En ese entonces odiaba todo a su alrededor.

-Que me daba igual si la habitación estuviera bien o mal decorada...

-Por que en ella aún seguiría viviendo un viejo idiota presumido. -Completó su padre con una carcajada. HeeChul sin embargo solo sonrió. Se arrepentía de haberle dicho aquello a su padre.

-Sigo arrepintiéndome. -Comentó en un susurro.

-No tienes porque. Yo desde ese día supe que ibas a ser el mejor hijo que pudiera tener.

Su padre lo miró con sus ojos anegados en lágrimas y el corazón de HeeChul comenzó a latir rápido. ¿Porqué su padre decía esas cosas? Aún así se acercó a él y lo abrazó.

Era una escena tan tierna y tan íntima, que Siwon no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. HeeChul tenía tanta suerte.

-Bueno, creo que me puse un poco sentimental. -comentó el señor Kim, secándose las lágrimas de las mejillas.- Pero la culpa es del vino. -Agregó con una sonrisa.

-Claro que no. Ambos sabemos que eres así de naturaleza. -Replicó HeeChul riendo.

-Ya, ya. No seas descortés y no demuestres a nuestro invitado lo grosero que puedes ser con tu padre aveces.

-Siwon sabe como soy yo. -Se sentó a su lado.- Y me quiere así. -Añadió dándole un beso en la mejilla. Sonrojándose al instante porque era la primera vez que lo hacía. Siwon también lo miró sonrojado y sorprendido. Era una muestra de afecto muy cursi para HeeChul y demasiado hermosa para Siwon, pero ambos lo disfrutaron.

-Yo mejor me voy a dormir. Espero que me acompañe a tomar el desayuno mañana. -Comentó el padre de HeeChul.

-Papá, Siwon no puede quedarse. Tiene mucho trabajo. -Comentó HeeChul extrañado.

-Ni una palabra más. Que pasen buena noche. -Y dicho esto, se dirigió a su habitación.

-Tendrás que quedarte. -Bufó HeeChul mientras se sentaba nuevamente en el sofá.

¿Quieres Ir A La Iglesia? [SICHUL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora