Capítulo °29°

610 71 21
                                    

Nada más entrar su novio, HeeChul lo tomó de la camiseta. Importándole poco que la maleta del abogado rodara por el piso y que el mismo cristiano lo creyera más loco de una cabra.

—¿Se puede saber porque diablos rechazaste el vivir conmigo? ¿Acaso te parece denigrante o algo así? —Siwon, confundido por las preguntas que le hacía su novio, intentó acercarse. Más HeeChul lo detuvo poniéndole una mano en el pecho. —Responde.

—No sé de qué me hablas. Yo no he rechazado nada de ti. —Dijo. Trabándose al pronunciar aquellas palabras. No entendía porque su novio le decía todo aquello. —Aquí estoy porque me ofreciste alojarme. —Añadió. Dándose palmadas en el pecho para darle validez a sus palabras.

—Si. Pero dijiste que luego te irías. —Murmuró HeeChul. Aún echando chispas por los ojos.

Fue entonces cuando Siwon comprendió lo que su novio estaba diciéndole y lo abrazó. A pesar de la resistencia inicial de HeeChul, al final terminó entrelazando sus dedos tras la espalda del mayor.

—Me refería a que no quiero molestarte. No creí que me estuvieses proponiendo vivir contigo como pareja formal.

—¿Y quién te ha propuesto eso? —Preguntó con las mejillas enrojecidas. Siwon solo miró a su novio con una ceja alzada. —Pero si no quieres puedes largarte ahora mismo. —Dijo. Observando al menor con el rostro caliente.

Siwon no sabía que con solo ese gesto podía ponerlo nervioso y HeeChul no quería que se enterara. Pero era demasiado tarde. Siwon observó su comportamiento y lo guardó en su memoria. Conservando ese recuerdo por siempre.

—Por supuesto que quiero. —Declaró el cristiano. Y dicho esto, se acercó a sus labios y los besó lentamente, con dulzura.

HeeChul correspondió al beso al mismo ritmo y con el mismo sentimiento. Estaba tan nervioso que no sabía lo que podrían hacer primero. Sería su primer día como pareja oficial y quería que las cosas fuesen de maravilla.

Al final, terminó preparando una cena deliciosa para ambos.

—Y entonces... ¿Que sucedió?

Tenía mucha curiosidad de saber lo que había acontecido en su casa, pero no quería agobiarlo desde el principio. Por eso trató de decirle a su boca que no soltara nada hasta que al menos Siwon estuviese satisfecho con la cena.

—Bueno... Todo fue un completo caos. Ya sabes... Uh... Cosas partiéndose en pedazos, empujes... —Con los ojos abiertos de par en par, HeeChul jadeó.

—¿Tan mal? —Preguntó en un chillido agudo.

Siwon rió por su expresión y por que era la primera vez que le tomaba el pelo. HeeChul le pellizcó el brazo cuando lo entendió.

—Eres un idiota. Lavarás los platos como castigo. —Dijo. Pero por dentro se sentía feliz.

Si el cristiano actuaba de esa manera, era porque le afectaba poco lo sucedido con su padre. Le alegraba que el se sintiera tranquilo y dispuesto a hacer bromas sobre ello. Aunque fuera a costa suya.

—Vale la pena con tal de verte con esa cara otra vez. —Replicó aún sonriendo amplio.

HeeChul le sonrió de vuelta y le besó los labios. Al principio fue solo un roce de labios. Luego se hizo más intenso a medida que HeeChul se pegaba a él.

Hee pasó sus manos por su duro pecho. Sintiendo los golpeteos furiosos del corazón de su novio. Intensificó más el beso hasta que notó que su cristiano endurecía contra su abdomen. Cuando lo dejó libre, lo miró a los ojos. Obscuros y dilatados. Sonrió ladino y le chupó el lóbulo de la oreja.

¿Quieres Ir A La Iglesia? [SICHUL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora