Capítulo °24°

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Pov HeeChul

Entro en mi apartamento dando un punta pié a la puerta para cerrarla. Con el teléfono contra mi oído derecho y la voz de Siwon penetrando en ellos. Sigue contándome lo dura y horrible que ha sido la ultima semana sin vernos, sin besarnos y lo que es peor, aceptando que la responsable de nuestro distanciamiento sea Jessica. Bufo por nose-cuanta vez mientras me relata el comportamiento que ha adoptado la muy hijaputa desde que se ha enterado que Siwon no quiere ayudarla por voluntad propia. Además de la indiferencia con que su padre a decidido tratarlo desde su riña.

-Solo ignóralos y trata de buscar una solución. -Digo mientras pongo en la cocina una olla llena de agua para el ramen.- Se que puedes. -Añado, después de unos segundos de silencio.

-Trataré de hacer lo que pueda. No me perdonaré si esos pobres niños quedasen bajo la responsabilidad de su madre.

Comprendo con exactitud lo que quiere decir. Vivir bajo la tutela de Jessica podría ser la peor pesadilla para cualquier niño. Tiemblo al imaginar vivir de esa manera, siendo hijo de esa arpía. Pero luego mi piel se eriza al recordar mi verdadero pasado.

-¿Estás Ahí?

-S-si. -Respondo. El agua ya ha hervido, así que pongo el contenido de la bolsa y agrego el ingrediente especial. -¿Porqué no vienes a mi casa mañana en la noche? Tengo suficientes cantidades de ramen para alimentar a un par de rinocerontes.

-¿Los rinocerontes comen ramen? -Se carcajea y yo pongo los ojos en blanco.- Tal vez. Espero poder leer todo el diario sin dormir o vomitar.

-Dime otra vez que cree ganar con esa cosa.

-Amor, sabes que no debo decir nada de esto y lo que te he dicho, lo hago con el riesgo de ir a la cárcel.

-Bah, conmigo no tienes nada que temer. No se lo diré a nadie. Además, puedes utilizar a la señora A y al señor B como seudónimos para ellos ¿no?.

-En realidad, eran sujeto uno y dos. -Ríe. Luego se pone serio. - Pues verás. Con este diario, la señora Tan...

-La plástica canina. -Digo yo. No merece el "señora".

-Si, pues bien. Usará el diario para engañar al jurado. El cuaderno tiene plasmados los supuestos sufrimientos de una mujer abandonada, maltratada verbalmente e incluso en muchas páginas nombra el suicidio como recurso para acabar con ese falso dolor.

-Dicho así, suena como una telenovela. -Comento.

-Técnicamente, es lo que nos quiere hacer creer a todos. Pero no se ha dado cuenta de que ha metido la pata. -El corazón comienza una danza mas rápida en mi pecho.

-¿Que quieres decir?

-Nada.

Frunzo el ceño confuso. Escucho una risita ahogada y mi confusión aumenta. ¿Porque...?. De pronto lo entiendo y no puedo dejar de sentirme enfadado y herido cuando se lo reprocho.

-Tienes que decirme. No puedes dejarme con la duda.

-Me temo que tengo que hacerlo. De no ser así, el que metiera la pata serías tú.

-¿QUE? -Grito, sin poder evitarlo.

-Tranquilo amor. Lo digo porque...

-¿Porque? Yo no haría nada para perjudicar a Hangeng.

-Lo sé... Pero no depende de mí que las cosas salgan bien, sino del abogado de Hangeng.

-Pero dímelo. No se lo diré a nadie. -Hago un puchero de forma inconsciente.

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