MUNDO PARALELO [en busca del retorno]

Capitulo 2| devastador peligro

Ahora ¿Qué se supone deben hacer esos jóvenes contra esos asesinos?
Ellos, a comparación del siniestro enemigo, no están armados. ¿Acaso este será su desafortunado final? ¿A esto han venido? ¿A morir?

—Corran— Solo escuchar la palabra de ese perverso hombre provocó un sobresalto inesperado en alguno de los jóvenes, mientras miraban como sus los labios sonrientes agregaban cizaña....

—Somos 4 cazadores armados y bien experimentados contra 8 débiles, lamentables e indefensas presas así que les daré la ventaja de correr por sus vidas, aunque ni piensen que lograrán escapar, mis muchachos tienen excelente puntería, además no tienen escapatoria en un bosque desolado.

Ante tal "propuesta", por el lado del grupo de los jóvenes gobernaba la sorpresa el temor y la desconfianza. Solo un par de jóvenes intercambiarón miradas valerosas, y el chico furioso se propuso en vengar la muerte de su amada.

En la mente de los tres únicos muchachos divagaba la idea de obstaculizar el peligro con la única finalidad de hallar una oportunidad de huida para sus compañeras.

Por el lado hostil, un segundo hombre asesino arrugó la cara disgustado, a él no le parecía arriesgarse estúpidamente dejando que ocho testigos corran por sus vidas, así que, sin tomar en cuenta las tonterías escuchadas apuntó al grupo.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ♪♪♪♪..... todo comenzó. Las chicas rebotaron en estado  de shock mientras que uno los jóvenes se abalanzó logrando desviar la puntería del arma; enseguida, sus compañeros se sumaron al ataque.

¡Bang!  ¡Bang! ♪♪♪♪..... Disparos resonaban, tres muchachos luchaban arduamente dándoles la oportunidad de huida al resto de sus compañeras que se apresuraron a correr.

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Corriendo desesperadamente por el bosque, dos chicas se tomaban de las manos...

—¡No puede ser! ¡no puede ser! todos están muertos ¿Cómo? ¿Q-Que? ¡¡¿Qué es esto?!! ¿Qué haremos ahora Q-Quetzali?— la joven, que se dejaba jalar de la mano, lloraba muy apanicada sin creer lo que ahora mismo vivía.

—¡Sólo nos q-queda correr Jaz, c-corre Jazmín, corre muy rápido y no t-te separes de mí!— tartamudeando con dolor, Quetzali no cesa su llanto ni mira atrás, solo se concentra en proseguir comandando la delantera...

¡Bang!♪.....Cerca se oían los disparos y pisadas asesinas, ante ello las jóvenes aumentaron el temor y la velocidad de la huida, sólo que.......¡Bang!♪.... Una bala rozó el brazo derecho de Quetzali. Aún así la chica prosiguió con el arduo correr aguantó con coraje el dolor porque sabía muy bien, que de detenerse, ganaría mucho más que el dolor; la muerte.

—¡En zigzag, corramos en zigzag—desviándose de un lado a otro, pusieron en práctica lo propuesto por Jaz, pero lamentablemente....

¡¡¡BANG!!!♪... Una de esas balas atravesó despiadadamente el pecho de una de las jóvenes. Inmediatamente el cuerpo de una muchacha cayó al suelo bruscamente.

—¡NOOOO JAZMÍN!  ¡TÚ NO!!—un dolor desgarrador oprimió el corazón de Quetzali. Aterrada, miró con extrema devastación una precaria vida destellando muerte.