Capítulo 16| Peor que niños

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En el capítulo anterior, Hun, el lobo juvenil, le rogó a Quetzali para que le enseñara a trepar X'D.

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Pareciera que las palabras de Orizz no carecían de verdad conforme a lo que pensaba de Quetzali, pues entre los árboles del bosque, a la orilla de un feroz Río, se oye un tierno y “temible".

Pareciera que las palabras de Orizz no carecían de verdad conforme a lo que pensaba de Quetzali, pues entre los árboles del bosque, a la orilla de un feroz Río, se oye un tierno y “temible"

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—¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NOOOOOOO!— Quetzali gruñó frustrada mirando las patitas atoradas, entre las ramas, del desafortunado cachorro lobito quien solo se perdía en gruñir— ¡Ya te dije que no te jalonees a lo tonto! ¡Solo logras enredarte más! ¡No Noni! ¡NOOOO! ¡Te estoy diciendo que NOOOOO!

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El pequeño lobito se retorcía a más no poder.

Suspirando un tanto irritada, Quetzali desvío los ojitos ubicando a lo lejos a un joven lobo.

—¡OYE HUN! ¡ECHALE MAS GANITAS QUIERES!—ella lo gritó mirando en lo alto a un joven lobo que se sostenía con sus dos temblorosas patitas traseras sobre una delgada rama.

¿Díganme si Orizz a fin de cuentas no tenía razón? ¿Acaso no es una tontería que una humana intente enseñarles a un par de lobos tontos a trepar árboles?....En este caso digamos que Quetzali podría solo considerarse una de esas salvajes a regañadientes, pues sin opción alguna se vio obligada a aceptar el reto de “enseñarles” a trepar.  A Noni lo puso frente a un árbol muy pequeño debido a su condición de cachorrito de patitas cortas. Por el contrario, a Hun lo dejó con el gran árbol frutal.

—¡ESAS GANAS HUN!  ¡ESAS GANAS! ¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMO! ¡ARRIBA ESE ANIMO!  ¡DEJA DE SER UN PEREZOSO Y APRESURATE A ESCALAR!— la chica volvió a presionar con voz dura.

—¡¡YA DEJA DE GRITARME QUE SOLO ME DESCONCENTRAS MÁS!!— gritó muy exasperado Hun con su par de patitas traseras temblando sobre aquella delgada rama mientras que con las patas delanteras apenas podía sostenerse sobre una rama más alta.

Haciendo caso omiso del regaño de Hun, Quetzali le lanzó una burlona mirada al pequeño cachorro y ante esa graciosa vista una de su cejas se elevó juguetonamente mientras que las comisuras de sus labios formaron una sonrisa traviesa.

—Ves— agrandó la sonrisa — te dije que no sería fácil.

—¡YA DEJA DE BURLARTE Y AYUDAME A DESATORAR  MIS PATITAAAAS!— gritó muy enojado jaloneándose con desesperación — ¡Goarg! ¡Goarg! ¡Mis patitas! ¡Goarg! ¡Quiero mis patitas de vuelta! ¡Goarg! ¡Suéltame ya malvado árbol! ¡Goarg! ¡Quetzali ayúdame YAAAAA! ¡Goarg! ¡Goarg!.......

MUNDO PARALELO [en busca del retorno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora