MUNDO PARALELO [en busca del retorno]

Capitulo 5

Corriendo de aquí por allá, resbalando un par de veces y tropezando torpemente por la culpa de una roca, según ella, llevaba cerca de una hora corriendo desesperadamente, pero aún así; con el cuerpo embarrado de barro, el cabello alborotado y respirando bocanadas de aire, seguía intentando correr muy a duras penas.....

« Ay pero qué tonta soy » después de que su precaria bombilla de ideas destellara solución....

—Oye lobito rechoncho, el cocodrilo ese que desea almorzarnos ¿podrá trepar árboles?

—¡Ooooooooh!— el pequeñín pauso y la miró como quien mira a una tonta—¡OOOOOOOH!—pauso nuevamente y la miró con más intensidad—¡OOOOOOOH!—desviando los ojitos ridiculizó a la chica que cargaba con él con mucha dificultad— Pero qué inteligencia retardada tienes, Y no, el salvaje tras nosotros no trepa árboles, pero yo tampoco.

Sin tomar en cuenta lo último mencionado, con destellantes ojitos la muchacha recibió la respuesta muy gustosa. Sondeando el boscoso lugar topó su esperanzada mirada en un árbol de tronco grueso, imposible de derribar, o roer, si es que el cocodrilo ese intentara hacerlo.

Apresuradamente Quetzali llegó bajo el gran árbol alzando la mirada fija en una enramada segura «¡perfecto!» se elogió internamente sintiéndose ingeniosa.

—¡AHÍ VAAAA!—sin notificarle al lobito, lo lanzó hacia la rama más segura esperando a que el pequeño se sujetara del tronco.

Un cuerpecito peludo salió volando con cierto desconcierto en los agrandados ojitos, hasta que... ¡TUC!♪♪... La cabecita del cachorrito sonó dolorosamente mientras caía de vuelta a los brazos de Quetzali....

—¡¿Por qué no te agarraste?!—desesperada, regañó a la pequeña bolita temblorosa sin tomar en cuenta que este casi comienza a chillar de dolor.

Zarandeando la cabeza, cachorro lobito fulminó con acuosos ojitos resentidos al extraño ser que lo aventó así como así...

—¡Te dije que no se trepar! ¡Goarg♪♪♪!— gritoneó enojado, gruñéndole con ternura, pretendiendo intimidarla con sus pequeños dientitos temblorosos de "rabia".

Ignorando el reproche del pequeñín, pues los pasos tras ella eran más preocupantes ella procedió a gritar nuevamente.....

—¡AHÍ VAAAA!— término lanzándolo por segunda ocasión.

Una rechoncha bolita de carne salió volando bruscamente y esta vez el pequeñin logró agarrarse cuál sanguijuela a la enramada más alta.

« ¡Ahora voy yo, ahora voy yo, subir, subir, tengo que subir!». Pensó muy desesperada sacudiendo las manos con impaciencia. Muy decidida a salvar su vida, dió media vuelta sólo para comprender que el árbol que eligió era de un grueso tronco liso, liso, liso, sin ninguna enramada cerca para ayudarte a subir.

Negando con la cabeza, el pequeño sanguijuela, con ojitos de adiós, fijó una desahuciada miradita en ese tembloroso ser llamado Quetzali.......

—¡Cachorro traidor! en vez de que me anim.....(interrumpida)

—¡RUUAAUUU!— antes de que terminara de protestar, un temible rugido azotó sus tímpanos provocándole al instante unos ojitos llorosos mientras que sus temblorosos piecitos resistían a regañadientes un entero cuerpo queriéndose desplomar del horror.

Muy petrificada, miró con alarma como los bruscos pasos sediento de sangre se dirigían a su posición....¡Crac! ¡Crac! ¡Crac!♪♪♪♪♪ viendo la alta hierba moverse de un lado a otro, con el crujido de las ramas al quebrarse, se apresuró a intentar escalar el árbol...

—Yo puedo, yo puedo, sé que yo solita puedo— graciosamente resbalaba sus piecitos y manitas intentando subir.

Medio metro por arriba del suelo, subía y subía, con gotas de sudor en la frente y....¡Pumm!♪♪♪... Al suelo.

Rápidamente, "motivada" por el terror, se levantó e impulsó un fuerte brinco logrando agarrarse del grueso tronco; una mano arriba y luego la otra, un pie arriba, luego el otro, un metro y medio por arriba del suelo y...

—Toma mi colita— pequeño lobito ofreció tiernamente esa pequeña ayuda que ni siquiera cerca se hallo de las manos ocupadas de Quetzali....

¡PUMM!♪♪♪...de nuevo aterrizó dolorosamente sentada arrugando el rostro más por él desespero que por dolor.

Con ojitos apanicados, sobre la cercana bestia, lobito cachorro exhaló aire frío desviando unos ojitos alarmantes...

—¡Vete! ¡Vete! ¡Rápido! yo aquí arriba me sujetare bien. Corre, busca y trepa ¡¡OTROOOOO ÁRBOOOOL!!

En pocas palabras el pequeñín le gritó con eso último tonta, y vaya que lo era, o es que ¿será que aplicaba las anteriores palabras cuando le remarcó la inteligencia retardada?

Como si una bien merecida cachetada la azotará, con las palabras del cachorrito, Quetzali no pudo evitar sentirse ridículamente tonta al no pensar eso desde un inicio.

Comenzando a correr, muy desesperada, emprendió la huida con los pasos asesinos tras ella...

—¡Voy! ¡Voy! ¡Voy! ¡Voy! VOOOOY ya voy!— casi cantando, nerviosamente sacudía las manos en pánico al sentir cerca la mandíbula de filosos dientes queriéndose encajar en sus piecitos.

La muchacha no tardó mucho corriendo. Suspirando salvación, fijó los ojitos en un grueso árbol fácil de trepar. Sonriendo esperanzada giró sus veloces pasos por la izquierda corriendo más archi recontra mega motivada que nunca, tanto así que ni siquiera despegó la mirada del árbol ya que, no volteó a ver hacia atrás, al lado derecho o a la izquierdo, mucho menos perdió el tiempo en mirar su camino por ello......

¡FUUMMM!♪♪♪... Su cuerpecito fue tragado por un traicionero pozo recubierto de arbustosas enramada....

—¡AAAAAAAAAAAH!— y allá iba gritando ella. Sorpresa, sorpresa y más sorpresa reflejaron sus ojos mientras caía con sus pequeñas manitas estiradas, distorsionándose en el aire...¡Pumm!♪♪♪... Azotó con fuerza aterrizando dolorosamente sentada....

—¡Uuh! ai, ai, ai, ai Pero cómo duele—Quetzali no pudo evitar arrugar la cara de  dolor. Masajeandose la cabeza y la espalda baja, con su cuerpo mal sentado en lo profundo del pozo, ahora se hallaba en una complicada situación. Nuevamente se sintió tonta, y no era para menos, sabía bien que todo fue por no prestarle atención a su camino.

Con ojitos llorosos y temblorosos labios apretados, alzó la mirada sólo para verse en un hoyo de una profundidad aproximada a los 5 mt.

«Tal vez desaparecí de su visión, puede que esto no sea tan malo ». Pensando a su favor dedicó su atención en tratar de oír o ver si se acercaba algún peligro. Después de unos breves segundos, (3), de silencio y tranquilidad, la chica suspiró aliviada al sentirse fuera de peligro.

Dispuesta a salir del pozo, analizó las posibilidades que tenía para ascender. sólo unos cuantos segundos bastaron para que sonriera tontamente al no encontrar una agradable solución a su problema. «Rayos, esto será complicado».
Analizando la profundidad del pozo, concluyó que mucho necesitaría de su fuerza, pues como sea, tenía que escalar para poder verse fuera del hollo. Claro eso resulta ser una desagradable solución para una chica perezosa como ella.😂