capítulo 8 el tio y el sobrino

24 7 3
                                    

—pequeña mini bestia salvaje.....¡ si no sueltas mi mochila, juro que te saldrá muy caroooooo!.

Aunque la muchacha amenazó cuanto pudo, el mini salvaje monstruito sólo....

—¡Ha!?—parpadeo con ojitos mezquinos, lanzándole a quetzali, una brava miradita de. « saquese, fuchila, fuera, laaargo.»

¡Goarg goarg goarg goarg!.....  y el muy desvergonzado, simplemente continuó con Los pequeños gruñidos, intentando desgarrar la mochila.

Retorciendo traicioneramente los dedos, quetzali, acercó temblorosamente las manos hacia el malvado cachorrito. Sonriendo maliciosamente, ansiaba oprimir salvajemente su cuellito, no estaba demás sacudirlo de las orejitas de un lado a otro, Y por que no, también era bueno azotarlo con unas cuantas nalgadas, a punto estaba de lograr su cometido, se regocijaba imaginando  torturar al pequeñín, pero a dos centímetros de lograrlo— ¡TUCUN!—su apanicado corazón la alertó de una hostil presencia. como si un balde de agua helada la sorprendiera de un momento a otro, percibió una fiera sentencia que la miraba intensamente a la espalda.

—¡Tíooooo!—moviendo alegremente la colita, cachorrin escupió despiadadamente la mochila, avanzando graciosamente hacia su tío y pasando de lado a una despavorida muchacha.

«¡¡¡TIO!!!». Esa simple palabra fulminó su corazoncito. rígida, permaneció ahí de pie, sin atreverse a mover un solo músculo, y no es que no quisiera, Simplemente no podía. atemorizada, movió de un lado a otro los globos oculares, por más que intentaba sus piecitos no querían correr, de todas maneras su mente se lo impedía diciéndole. «tontita, si corres sera mucho peor».

—¡¿Qué pretendías hacerle a mi pequeño Noni?!—aún no terminaba de pensarse acabada cuando esa lenta, fría y amenazante pregunta la sacudió con un ligero brinquito sorpresivo, casi provocándole un corazoncito infartado.

«¡No puede ser, no puede ser,no puede ser!». no sabía cómo contestar a su favor, menos al deducir que el dueño de la interrogante era ese lobo que la hizo caer inconscientemente, sólo con mirarle.

Jejejeje (risita nerviosa😅).... Intentando defenderse de la calamidad, suspiro hondo; primero formó una gran A con sus labios, pero nada Salió de ahí, luego dibujo una O e igualmente Las palabras se le  atoraron en la garganta, intento con una E pero ni siquiera quiso asomarse; pareciera que las palabras tenían más miedo que ella.

—yo-yoyoyo—Por fin lo logró, aunque tartamudeando—n-naada, yo yo yo n-no inteeen-taaabah nada, ¿Como que le haría yo...—se atragantó pero intentó proseguir después de toser—coff coff coff ...¿Como que le haría yo a ese pequeño? Jejejeje—quería llorar— es mi mochila, quería tomar sólo mi moooochila.

Sin atreverse a voltear fijo la mirada en la mochila que yacía a 2 metros delante de sus pies...

—¡ Esa cosa!—mirando el bulto zarandeado por sus dientitos, cachorro lobito agregó despreocupado—esa cosa la dejaste cuando intentabas trepar—pauso, mientras desviaba unos ojitos mañosos comenzando a susurrar—Yo ya te hacía devorada—respiró hondo y cínicamente la miró con una sonrisota, restaurando la fuerza de su voz—por eso la tomé, para jugar, aunque tío dijo que la tirara porque según él esa cosa sólo es basura, pero si tanto lo quieres te lo regaló, Al fin y al cabo no me divierte.

«mi mochila basura, que me lo regala, qué lobito más desvergonzado». Aunque Ardiendo de coraje por dentro, por fuera se resigno a lucir una rígida sonrisota más falsa que lo falso.

—Ah pero Qué amable eres pequeño«¡Malvado cachorro!» gracias, gracias, muchas gracias por tu generosidad «¡me hubiera encantado azotarte con una patadaaa!».

Sacudiendo la cabeza y profundizando un respiro, la muchacha se envalentonó
con la idea de huir. caminando lentamente, más por la rigidez que por necesidad, se agachó para tomar su mochila, o lo que quedaba de ella, para colgarse en la espalda.....

— buenooo, creo que me despido, ¡adiós!—avanzando a grandes zancadas, intentó huir a una rígida velocidad estilo robot; ya que muy A duras penas, podía controlar su movimiento corporal.

Una zancada, dos zancadas, tres zancadas (y sus ojitos destellaban nervios), cuatro zancadas (y suspiró algo relajada), cinco zancadas (y el tucun tucun de la salvación palpitaba en su corazón), seis zancadas (y comenzaba a sonreír esperanzada), siete zancadas (y quería comenzar a volar), ocho zancadas y.........😲

—¡¿ADÓNDE VAS?!—la cara de la chica se distorsionó; La Voz del Tío le notificó un tosco desacuerdo—Todavía no he terminado contigo—y  junto con esa fría y áspera voz.....

¡BOOOM! La mente de quetzali explotó, difundiendo en sus ojitos  la pólvora del terror.

«¡Todavía no acaba con yo!»el pánico congeló sus pasos en un solo segundo, nuevamente la rigidez se apoderó de cada centímetro de su cuerpo.

2 lobos, uno pequeño y uno grande, observaron atentos la espalda de esa rara criatura, para sus ojos. Por el otro lado quetzali ahí de pie inmersa en la incertidumbre, se sintió acabada.

========≠=======================

No soy muy buena con eso de inventar nombres, según yo Noni era un buen nombre que creí inventar😅. Pero resulta ser que Noni es como un tipo de fruta que se da a grandes montones aquí por donde vivo. Encerio que quise azotar mi cabeza contra la pared, y esque he tenido entre mis manos a la fruta esa y ni aun asi😅😅😅😅😅.

Ya así lo deje, el pequeño lobito se llamará Noni, pero tranquilos no cometeré  el error de ponerle por nombre sandía, papaya o melón al tío lobo.

MUNDO PARALELO [en busca del retorno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora