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Dos horas después entramos por la puerta y no estaba.

- Se fue.

- Agneta, ya te dije que seguro que no estaría. Vamos a ver la televisión un rato.

- Vale. -Dijo tristemente mi hermanita-

- Mira si echan Pokemon.

- Sí. Hermano ¿Estas triste?

- Mas bien desilusionado o eso creó. -Dije para mi mismo pero mi hermana alcanzo a oírme -

- ¿Por que no le dices que sea tu novia?

- Ya te lo hemos dicho. Ella volvio con su novio y yo-Suspire-te tengo a ti.

- Siento interrumpí.

- No te has ido. -Dije en voz alta sin darme cuenta-

- No, no me fui. No me llamo. Y si tienes razón y esta con otra.

- Os dejo solo. -Dijo mi hermana llendo a su habitación-

- Esta emperrada a que estemos juntos.

- Sí, mi celosa hermana me echa a brazos de una mujer. Increíble pero cierto.

- Tengo miedo.—Confeso casi llorando —

- No te voy a hacer nada. —Me levante del sofá y la abracé fuertemente — Sólo quiero ayudarte.

- Gracias, supongo.

- ¿Vamos a dormir la siesta?

- No me vendrá mal y mas que mañana es lunes.

- No me lo recuerdes tengo reunión con los vejestorios.

Se echó a reír ante mi comentario.

- Es decir, unos socios.

- No intentes arreglarlo. Ya la cagastes.

- Bueno vamos a echarnos un rato. ¿Has almorzado?

- No tengo apetito.

- La profesora que se preocupa por la alimentación de sus alimnas pero no de la suya. Te lo dejo pasar ahora, pero luego vamos a merendar a lo grande. ¿Ok?

- Ok.

Dicho esto se fue a mi habitación. Como se hizo dueña de ella. Y yo tube que adueñarme del sofá.

Lloraba y lloraba, la puerta estaba ha abierta y entre, hay estaba la muchacha encogida, abrazando sus piernas con los pelos en la cara. Me acerque a ella y la abrace mientras besaba su cabellera.

- Puedes irte, ya no eres mi prisionera. —Dije mientas la música del lago de los cisne que siempre estaba escuchándose se paro en seco, haciendo que me dolieran las entrañas—

- Te equivocas —Dijo entre llanto — Ahora soy mas que nunca tu prisionera. —La música sonó dge golpe tan fuerte que me devolvió la vida que se me estaba apagando dentro de mí —

Me desperte con una estraña sensación, sensación de vacío. ¿Quien era esa chica? Nesesitaba verle la cara. Me levante y fui a ver a mi hermana, pero me pare en el umbral de la puerta, estaba Dasha sentada en la cama de mi hermana, mientras esta dormía, le tocama el cabello y por sus mejillas recorría varias lágrimas.

- Tan tranquila y yo tan inquieta por culpa de los sueños que me atormentan. Agneta si supieras que sueño mas raro he tenido, nesesito tanto contarlo. Pero a la vez me da tanta vergüenza. Estaba llorando echa ovillo, mi secuestrador me abrazó senti mas que nunca que era su prisionera cuando me dio la liberta y no quise irme. De pronto ya no estaba allí, estaba con mi novio en una habitación atada por el pié, como si fuera una presa de esas dibujos, ya sabes esos personajes que detrás de la cadena lleva una enorme bola que pesa toneladas, pues de esas, y por suerte me desperte cuando vino a mi con unas tijeras, me apuntaba directamente al corazón. —Comenzo a llorar más y tube que entrar y abrazarla —

- Ya estas a salvó. Prometo que te cuidare.

- Es la primera vez en todo estos años que desee verle la cara a mi secuestrador. Pero no tenía fuerzas para levantar la cabeza.

Mi Prisionera Del Lago De Los CisnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora