Sofía vio el rostro contrariado de sus oyentes. Definitivamente le agradaba hablar abiertamente temas de esos, quería que la gente dejara la mojigatería y empezara a llamar las cosas como son.
Eso le gustaba mucho de Alex, quizás se debía a que era gay pero él hablaba muy natural de todo. Fue precisamente el muchacho quien rompió el silencio pidiéndole a Alejandro que fueran a practicar.
Los dos se levantaron y entraron a la casa para colocarse la indumentaria adecuada. Los demás se fueron dispersando.
Helena le pidió a Sofía que la acompañara a las sillas frente a la piscina. Alfredo se quedó hablando con Martín a propósito, quería saber qué era lo que iba a hacer Alejandro con Alex.
Un poco después Alex y Alejandro aparecieron en su vestido de baño y se lanzaron a la piscina. Sofía los miró un poco extrañada, creyó que iban a practicar artes marciales.
—Pensé que iban a entrenar —les dijo.
—Este es un buen calentamiento —le contestó Alejandro.
Ella sonrió y entró a la casa para colocarse un vestido de baño y sacar un frasco de protector solar. Al salir, Alex y Alejandro ya estaban practicado y Helena parecía estar muy a gusto mirando.
La piel morena de Alejandro dejaba ver un cuerpo delgado pero bien formado. Su pecho era lampiño y dejaba ver sus pectorales y abdominales suficientemente marcados. Las piernas eran delgadas pero firmes y Sofía reconocía que esa pantaloneta, resaltaba bastante bien su trasero aunque no era muy grande.
Alfredo y Martín estaban bebiendo una cerveza a un par de metros. Ella se acercó a su amiga.
—¿Recreando la vista? —Le preguntó— te recuerdo que estás mirando a mi novio y mi mejor amigo.
—¿Por qué no me dijiste que Alejandro estaba tan bueno? —Helena se mordió el labio inferior— y suena terrible decirlo porque es casi un niño pero Alex no está nada mal tampoco.
Martín se alertó al oír las palabras de su esposa aunque solo sonrió. Ella siempre había sido un poco boquisuelta pero era parte de su encanto.
A Alfredo, por el contrario, no le hizo gracia; no era solo que, al escuchar las palabras de Helena, se sintió flacucho, feo e incapaz de atraer físicamente a Sofía, sino que al verla se dio cuenta que su memoria no le hacía justicia, su cuerpo estaba mucho más tonificado de lo que recordaba y le costó mucho trabajo apartar la mirada.
Sofía se estaba riendo por el descaro de su amiga y le pasó el bloqueador para que le ayudara a colocarse en la espalda.
Alex y Alejandro hacían movimientos bastante rápidos; había momentos en que parecían haciendo una coreografía para un película de acción.
—No sabía que Alex practicara artes marciales —comentó Helena.
—Fue Alejandro quien lo impulsó...
—¿Alejandro le enseña?
—En un comienzo... ahora practican entre los dos y Alex toma clases en una academia, pero al principio fue él quien le enseñó... fue un poco complicado, Alex no sabía en quién confiar...
—Sí, Alex es sociable pero no confía fácilmente en la gente, suele mantener alejadas a las personas, realmente es asombroso que confíe tanto en Alejandro... ¿cómo se ganó su confianza?
Hubo un momento de silencio en que Sofía lo analizó; si contaba eso era meterse con asuntos muy personales, especialmente de la vida de Alejandro y no sabía si era prudente. Decidió entonces que era mejor preguntar.
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No te necesito
Romance"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Alfredo comprendió ese dicho a la perfección cuando dejó ir a Sofía, la mujer de su vida. El destino, sin embargo, quiso que ella volviera a aparecer en su camino y él está dispuesto a todo por conquist...