Capítulo 7

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Ya había pasado un mes desde el accidente de Marinette con el oso y Ahora de encontraba mucho mejor. Su heridas  habian sido casi curadas y ahora estaba lista para regresar a su pueblo.

Al inicio habia sido un poco recelosa con Chat Noir, pues despues de todo, seguia siendo Chat Noir, pero al cabo de un tiempo, fue notando que él en realidad no planeaba lastimarla y que realmente trataba de dar una buena impresión. De hecho, al poco tiempo, comenzó a sentirse mas como una invitada que como una prisionera. Pero de nuevo, no era como que pudiera irse tranquilamente.

Chat Noir la habia tratado muy bien y la habia cuidado por todo el tiempo que habia estado ahí. Habia cuidado de sus heridas y la habia atendido como si estuviera acostumbrado a ser todo un caballero.

Durante la última semana, habia dado pequeños paseos fuera de la guarida de Chat y ya podía caminar perfectamente sin lastimarse, por lo que Chat pensó que lo mejor para ella en este punto era regresarla a su hogar donde pudieran cuidarla más apropiadamente.

Marinette estaba ansiosa, ya quería regresar con Alya y con Nino y también con sus padres, no podía esperar para contarles que la leyenda estaba mal. Que Chat en realidad no era malo y que nunca había buscado hacerle mal a nadie. Poder desmentir todos aquellos falsos relatos que hablaban de él.

Pero por mucho que odiara admitirlo, la verdad no queria irse. Habia pasado un gran tiempo con Chat y la verdad es que nunca había conocido a alguien como él. El era...diferente.

Marinette salió de la guarida de Chat. Él la estaba esperando afuera. Marinette sentía punzadas de dolor cuando caminaba, pero ya no eran tan intensas como lo eran al inicio. Ya era bastante tolerable. Sin embargo, tenía miedo. Como iba a lograr caminar todo el trecho hasta la aldea sin lastimarse?

Pero bueno. Iba a confiar en Chat. Qué otra opción le quedaba? Cuando se acercó a Chat él le sonrió y pregunto:

Chat: estás lista princesa?

Marinette: La verdad no estoy tan segura de que vaya a aguantar hasta el pueblo, pero bueno.

Chat: A qué te refieres?

Marinette: pues con esta herida tan gigante que tengo, no creo que vaya a aguantar la caminata hasta el pueblo...

Chat: pero de qué estás hablando? No vamos a caminar hasta allá. Estaría demasiado lejos y hasta para mí sería demasiada caminata. No.

Marinette: a que te refieres?

Chat sin previo aviso la tomó entre brazos y la cargó. Marinette estaba por protestar, pero sus quejas fueron ahogadas cuando Chat se elevó por los árboles y comenzó a saltar de rama en rama por el bosque a una velocidad vertiginosa. Marinette ahogo un grito contra el pecho de Chat de puro pánico. Asumía de alguna manera que Chat se trasladaba de un lugar a otro de alguna manera que no fuera caminando. Pero esto realmente no se lo imaginaba. Sentía que en cualquier momento iba a caer hacia el vacío. Las molestias de su herida casi no eran nada en comparación de la sensación de vértigo al moverse por los árboles.

Chat se detuvo un momento en una rama y dulcemente le susurró:

Chat: hey. No te preocupes. No te voy a soltar.

Marinette sonrió. Con el tiempo había aprendido a confiar en Chat. Hacia un mes no podría ni siquiera imaginar estar en un lugar sola con Chat Noir sin salir terriblemente herida,  en el mejor de los casos. Pero ahora, sabía que él no la heriría y que podía confiar en el. Que él realmente no le haría nada.

Tras un rato, el le preguntó si estaba bien que siguieran, a lo que ella asintió. Siguieron avanzando por los árboles, aunque ella notó que él había disminuido considerablemente la velocidad en la que avanzaban. Avanzaron por el bosque bastante tiempo y después de un rato, Marinette comenzó a difrutar de cómo el viento le golpeaba la cara y de los mil tonos verdes del bosque. Era realmente un paraíso .

Comenzó a preguntarse a sí misma como había pasado tanto tiempo  sin haber conocido las maravillas del bosque. En la aldea, todos le conocían como el bosque oscuro, pero ahora que miraba a su alrededor, se preguntó a sí misma si realmente el bosque se merecía el título de oscuro, así como Chat Noir el título de monstruo.

Avanzaron un buen trecho, cuando Marinette vio a un chico en el camino. Lo reconocía. Era un muchacho del pueblo. Lo había visto unas cuantas veces ayudando en la tienda del carpintero y hasta donde sabia, le tenía mucho miedo al bosque y a Chat Noir. ¿Qué estaría haciendo en el bosque?

No tuvo mucho tiempo de reflexionar aquello. Comenzó a ver unas cuantas más personas, pero en un movimiento brusco, Chat la llevo a un árbol y se quedó tras unas ramas quieto como piedra. Marinette sintió como se le tensaban todos y cada uno de los músculos. Le susurró:

Marinette: qué sucede?

Chat: guarda silencio. Mira.

Marinette miró hacia abajo. Muchas personas de la aldea estaban ahí. Casi todos tenían miradas de miedo en sus caras, pero aun así avanzaban. Marinette pudo reconocer a Alya y a Niño. También a sus padres. Al centro de la multitud, se encontraba Félix.

Marinette: Chat, que sucede?

Chat: Han venido a buscar tu cadavér. Saben que desapareciste y probablemente han asumido que has sido mi última víctima. Vienen a buscar tu cuerpo y buscarme a mí, para vengarte. Siempre que alguien desaparece lo hacen, pero aunque encuentran los cuerpo, nunca me encuentran a mí; aunque algo me dice que esta vez, las cosas pueden ser un tanto distintas.

Marinette:  a que te refieres?

Pero no hubo un tiempo. Uno de los chicos de la aldea llamado Nathaniel había levantado la cabeza y con una cara de terror total, soltó un grito penetrante que cruzó por el bosque y de pronto, casi todas las miradas de la gente estaban posadas sobre ellos.

Chat: nos han visto. Agárrate fuerte.

La leyenda de Chat NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora