Nueve

466 38 4
                                    

Hazel Wesley

Fume dos cigarrillos y yo ni siquiera fumo.

Lo recuerdo muy bien e a él, las imágenes están ahí pero ni siquiera están bien enfocadas, no es culpa de nadie, pero algunas cosas simplemente se derrumban.

Como es que estoy acá, a mi primer amanecer en Argentina y estoy media sobria en mi habitación de hotel, demonios, me estaba dejando caer.

Realmente estoy intentando olvidarlo y cuando regrese terminar el compromiso.

Pero es que no quería, no podía, lo amaba mucho para verlo mal, él no me había hecho nada más que apoyarme, lo amo demasiado, no se merecía el dolor que lo iba hacer pasar.

"Por favor dime que no te fuiste por mi culpa"

Me echó a llorar al escuchar a Luke, no podía culparlo de mi estupidez, llevo mi tercer cigarro a mi boca, suelto el humo gris, simplemente mi vida ya no tenía color.

Porqué era una completa basura con dos hombres maravillosos.

"No digas tonterías, claro que no, recuerda que nadie puede saber lo que paso ¿Si, Luke?"

"Pero..."

"¿Pero qué?"

"Tus hermanas me vinieron a reclamar, bueno, Camila. Leah y Valentina trataban de tranquilizarla, y me dijo que por mi culpa tú te ibas"

Suelto un suspiro, Camila dios mío.

"No dejes que te haga sentir mal, Camila, no sé qué mierda le pasa, ¿Tus amigo saben?"

"Estaban cuando Camila vino, cuando ella se fue, Valentina y Lesly me ayudaron a calmarlos porque nos vieron."

Se escucha que cierra la puerta.

"No tienen por qué alterarse, nos vieron y saben que fue un error, te conocen bien, dame unos días para liberarme de este estrés, prometo llegar y arreglar toda esa mierda, te quiero mucho, Luke"

"Te quiero mucho más, hermosa, cuídate"

Apretó el celular para aventarlo lejos de mí, no podía seguir así, me estaba haciendo demasiado daño, y todo era mi maldita culpa.

Cierro la boca mientras algo amargo viene en camino en mi garganta, hago una mueca mientras me levanto de la cama para correr hacia el baño, me inclino en el retrete, mi estómago se deshace de todo.

Pego un grito al sentir la quemadura en mi dedo índice, el maldito cigarro me había quemado, lo tiro mientras lo pisoteo, me vuelvo a inclinar al sentir algo más venir por mi garganta.

Suelto un suspiro mientras me levanto del suelo para encender el lavamanos, lavo mi boca para tomar la toalla y limpiarme, tiro de la palanca del retrete.

Dejo la luz encendida del baño para salir hacia mi habitación, no sé qué demonios me había pasado.

Pero ahora solo deseaba una cosa: morir.

Morir y poder dejar ser feliz al amor de su vida. Porqué me enamoré de ti, Lynch.

James Lewis

—Mierda, no te creo nada.

Digo mientras tomo de mi bebida.

Chad empieza a reír mientras se tira al sofá, bien, no podía creer lo que estaba diciendo: Hazel no pudo irse, no cuando faltaban un día para su boda.

—No es ningún juego, James.

Vuelvo a negar, si era cierta tenía una gran oportunidad ahora.

Me enamoré de ti, Lynch. ➸Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora