UNA VEZ MAS

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II

UNA VEZ MAS

Ai sonrió mientras acomodaba su vestido.

—En verdad te molesta su presencia, ¿no es así?

—No se trata de eso. Es tu padre.

—¿Y eso que? Ren, él no ocupará jamás el lugar de padre Zero.

—No tienes que decírmelo, por supuesto que no lo hará; es sólo que me desagrada su carácter, es igual al tuyo.

Ella infló sus mofletes y lo miró fingidamente dolida.

—¡Oye! eso no es muy caballeroso de tu parte.

—¿Qué? Siempre he dicho que tu carácter es desagradable ¿no? además padre Zero lo decía también. Que tu carácter era parecido al de tu padre.

—Sí, pero nunca que fuera desagradable. Él solo decía que a padre Kaname le gustaba manipular a los demás y que nunca escuchaba.

—¿Y eso no es desagradable?

—No necesariamente.

Ren abrió los ojos con sorpresa al no comprender el razonamiento de su hermana.

—Bueno, como sea, lo que en realidad me molesta de él es la manera en cómo me mira.

Al escuchar eso, Ai se puso seria y lo miró de manera directa, pero él ya había desviado su vista al frente.

—¿De qué hablas Ren? ¿Cómo te mira? ¿Te sientes acosado? Aunque sea mi padre puedo golpearlo ¿sabes?

—¡Estás loca! No se trata de eso.

—¿Entonces?

—Bueno, quisiera encontrar la manera de describirlo—. El chico arrancó un puñado de pasto y lo arrojó lejos. —Ni yo lo sé con exactitud, solo sé que no me gusta.

—Quizá sea porque te pareces a madre.

—No me parezco a ella —dijo él firmemente mirándola de nuevo y con el ceño fruncido.

—Por supuesto que sí. Físicamente eres muy parecido a padre Zero, pero muchas de tus expresiones son como las de mamá, sobre todo tu mirada, es igual de cálida que la de ella; salvo cuando frunces el ceño, que por cierto es pocas veces; eso nunca me gustó, hubiese preferido que te parecieras hasta en eso a padre Zero.

—Pues discúlpame por no haber cumplido con tus expectativas—, dijo él de manera irónica y ella le sonrió —Como sea no creo que se trate de eso, en todo caso te pareces tu más a ella y él no te ve como a mí.

Ai miró a Ren fijamente por unos segundos antes de responder.

—Sabes la respuesta a eso. Ambos eran hermanos, pero él no lo recuerda ahora. Y con respecto a cómo te ve—, sonrió — supongo que es porque le gustó mi querido hermanito.

—¿Qué? no digas tonterías.

—No son tonterías. Pero eso sí, si es necesario le dejaré en claro que tú eres mío.

—No soy tuyo ¿Acaso soy un objeto? —él volvió a fruncir el ceño.

—Cuando te pones así eres idéntico a padre Zero— Ai sonrió radiante, él en cambio desvió su vista hacia el frente.

—Él era realmente increíble, no creo poder llegar a ser como él.

—Siempre lo admiraste mucho. Recuerdo que a pesar del trabajo y de lo agotador y problemático que se volvió todo para ellos antes de poner en circulación la vacuna, siempre llegaba y pasaba tiempo contigo pese a estar cansado. Él te consentía mucho.

EN OTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora