PROLOGO POV BELLA

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Disclaimer: Los personajes de Twilight le pertenecen a la fabulosa S. Meyer la historia yo solo la adapto a Twilight, espero que la disfruten y sea merecedora de sus comentarios, hacia mi adaptación y la magnífica historia... Si saben cómo quitarle a Edward a S. Meyer díganmelo por favor. jajaja

Disfruten... *Nota al final. Besos...

AQUÍ TIENEN EL PRIMER CAPÍTULO CONTADO POR BELLA. ESPERO LES GUSTE Y ENTIENDAN DE QUE VA LA HISTORIA PARA QUE SU DECISIÓN TENGA MÁS MATERIAL PARA DECIDIR. BESOS. LAS AMA N.S.

SEDUCCIÓN...

Las mentiras del pasado, engaños del presente, traiciones del futuro, son sucesos que harán que estos dos amantes se internen en el camino de la seducción sin ser conscientes del amor que entre ellos surge a través del tiempo.

PROLOGO POV BELLA

– ¡Creo que...! – Se detiene un instante a pensar, con ese aire de artista que comienza a aflorar en él.

– ¡Sí! – Exclama orgulloso. – ¡Ya he terminado! – Retira su mirada del cuadro para dirigirla hacia mí. – ¡Relaja los músculos Bells! – Me dice tras lo que vuelve su vista de nuevo a su obra, sabe sin mirarme que sigo estando tensa. Me conoce demasiado bien.

– ¿Puedo verlo por fin? – Le pregunto emocionada mientras me levanto del diván. Tratando de no mostrar lo nerviosa que estoy. Antes de iniciar la sesión he dejado doblada sobre un taburete una bata de raso color crema. Me apresuro a recogerla para cubrir mi desnudez. A pesar de los años de amistad, prácticamente desde que éramos unos niños, en este instante me siento incomoda, por la forma que en la que deposita su mirada en mí. Aunque estamos saliendo nunca le he permitido pasar de algunos besos y caricias. Sé que quiere ir más allá, pero yo realmente no estoy preparada para ello.

– Si. – Me responde muy serio mientras observa cómo me ciño el cinto de la bata a mi cintura. Bajo la mirada. Por una extraña razón que no consigo discernir, evito el contacto de sus ojos en los míos. En realidad sí que la sé. No quiero darle falsas esperanzas. Empiezo a creer que no ha sido una buena idea venir solos a esta casa, y mucho menos haber posado desnuda para él. Me acerco despacio para observar el resultado de seis días posando en una casa de dos plantas con vistas a la playa. Hemos estado haciendo dos sesiones de tres horas al amanecer y otras tres al anochecer lo que al final ha sido realmente agotador. ¡Tres horas seguidas sin apenas pestañear! Lo que veo me deja sin palabras. Allí esto yo, tumbada de espaldas y completamente desnuda sobre un hermoso diván de cuero negro y cubierto a su vez por un velo de novia de color crema. Con mis caderas ligeramente giradas hacia el espectador del cuadro, de forma que mis piernas, flexionadas una encima de la otra, descansan sobre el propio diván colocadas de tal forma que no se puede divisar el pequeño triangulo escondido entre ellas. Los rizos rubios y sueltos de mi cabeza, caen sin control enredados entre el propio velo. Tengo los brazos ligeramente flexionados formando un rombo por encima de mi cabeza, y una manzana tan roja y brillante como mis mejillas, sonrojadas por el significado del instante que el pintor ha querido reflejar en el cuadro: el rubor de una novia en su noche de bodas, mientras aguarda expectante a su recién estrenado marido.

La manzana, parece como si tuviese vida propia y fuese a salirse del cuadro, dándola sensación de que estuviese en movimiento, rodando hacia el borde del diván, a punto de caer al suelo. Me fijo en mis pequeños pechos coronados por unos pezones enhiestos y sonrosados, completamente expuestos y excitados por el momento que parece que estoy a punto de vivir.

El brillo de mis ojos medio grises, medio azules, contrastan con el azul del mar que se ve a través de la ventana situada en el margen izquierdo del cuadro.

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