Una vez más sigo aquí. Esperando. Viendo cual será tu siguiente paso. Porque hasta ahora, no hago nada más que pensarte. Pensar en lo que podemos ser.
Haciendo aún presente aquella oración, tengo la esperanza de poder pasar un día a tu lado. Aunque nos separen las edades. Las ciudades. Los continentes. La cultura.
Hace días soñé contigo, y que por un momento, te perdía, incluso sabiendo que no eras nada mío. ¿Se podría decir tan siquiera que, somos amigos?
Oh, el dolor de aquel sueño, hizo que me despertara jadeante, sin saber el motivo por el cual amanecí de tal forma. Justamente este hecho, y estos pensamientos me aterran. Me aterra el tan solo pensar en la idea de que me esté enamorando de ti. ¿Lo peor de todo? Que probablemente sería un amor no correspondido.
Mientras escucho música, me es imposible no recordar mi pasado, y todo lo que he hecho para seguir adelante. Y la verdad es que mis ojos se llenan de lagrimas. Un escalofrío recorre mi cuerpo de pies a cabeza, sin saber si es por la música, o estos pensamientos que continuamente me atormentan por las noches.
Me gustaría preguntarte qué es lo que estoy haciendo mal. Qué es lo que esperas de mí. Qué es lo que te atrajo de mí desde un principio, porque ahora te veo ausente. Indiferente.
¿Crees que quizá estoy siendo muy dramática?
Tal vez.
Pero... Esta es mi manera de sacar todo lo que llevo dentro. Sin poderlo expresar abiertamente con la gente.
Espero que un día de estos, decidas qué es lo que en verdad quieres, lo que deseas. Porque en poco tiempo me iré de tu vida, y quizás sea para siempre.
