17 de Noviembre

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¡Hemos ganado! 

Fuiste uno de los únicos que anotó touchdown en el partido, ¡y fue genial!

No quiero decir que porque el jueves nos topamos y nos saludamos eso te dio más coraje para ser el mejor del campo de futbol...

Soñarte se me está haciendo una costumbre, y realmente no quiero que siga pasando esto porque cuando estoy más cerca de olvidarte, pasa algo que me detiene, y me hace volver a pensarte, observarte y anhelar cruzarme contigo en la escuela para poder mirar ese hermoso ser que eres.

Y recordar el acontecimiento del jueves me hace perder la cabeza. Primero estaba pensando en el sueño que había tenido, en el que el señor que nos rentaba la casa me avisaba que ibas a mudarte conmigo de nuevo, me pareció una locura y mi corazón comenzó a latir de una manera desenfrenada, luego, al momento que ibas a abrir la puerta de la casa me desperté sin aliento, esperando que eso llegara a pasar en la vida real y no se quedara como un simple sueño. Entonces, en ese mismo día, iba subiendo las escaleras para tomar mi clase de matemáticas y fue cuando te estaba pensando que, pasaste frente a mí y volteé a verte porque Diosito me lo había susurrado. Me miraste también, y los dos, al mismo tiempo, nos saludamos.

Qué onda

Hola

Me aguanté la sonrisa hasta que pasaste a mi lado, y cuando noté que ya estabas lo bastante lejos como para que no me vieras, sonreí como tonta, y comencé a temblar, y no necesariamente a causa del frío voraz que estaba en la ciudad. 

Para terminar de joder la cosa, caminé rumbo a mi clase de música, subí unas cuantas escaleras para poder entrar al edificio, estaba realmente en un humor neutral, no estaba ni emocionada, ni triste, simplemente estaba normal, ni si quiera estaba pensando en algo, pero fue ahí cuando a lo lejos, nos vimos.

No sabía exactamente qué hacer, los nervios me invadieron y mejor miré hacia mi izquierda donde pude haber saludado a alguien, o tal vez no, pero en ese momento mi cabeza no podía carburar bien, así que volví a mirarte y agaché la mirada, esperando que si volteaba a verte otra vez cuando estuvieras a punto de pasar a mi lado, no me evitaras como habíamos estado haciendo casi la mitad del semestre... 

Afortunadamente no pasó. Y el mirarnos de nuevo con una sonrisa fue lo mejor que me pudo haber pasado ese día. Estaba bastante contenta, aunque he de admitir que también me hizo sentir un poco de decepción hacia la vida. Si ya trataba de superarte, ¿por qué tengo que seguir topándome contigo, y ahora con sonrisas sinceras?

Esto solamente hace que quiera ir corriendo hacia tus brazos, con la esperanza de que me recibas con un beso en la coronilla o en la frente. Porque ya va siendo hora de que aceptemos que, hay algo y nos arriesgamos a ganarlo todo, o no hay nada y simplemente nos soltamos de las manos dispuestos a decir de una buena vez por todas Adiós.

2 A.M thoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora