Reina a los 16

CAPITULO 1

        LA DECISIÓN

- Princesa Dianne ¿está preparada para escuchar nuestra decisión?

Asentí.

- Sí majestad.

Mi padre, el rey Eric de El Reino de las Nubes, estaba sentado en su trono real junto a mi madre la reina Vanessa. Iban a anunciar a donde me trasladaría durante un periódo indedinido de tiempo. Yo, una chica mitad hada mitad bruja de 15 años me iría de palacio a nosedonde sin saber el motivo.

- Te trasladarás a un lugar del planeta Tierra llamado Londres. Allí vivirás como una humana cualquiera sin ningún lujo parecido a estos de palacio.

En ese instante en la sala se empezaron a oír comentarios de sorpresa, nadie había estado en la Tierra, mis padres arriesgaban mucho pero tendrían una buena razón.

- Os podeis retirar a preparar vuestro equipaje - anunció la reina.

Me retiré de la estancia. Al poco rato mi madre apareció en mi espaciosa habitación.

- Puedo darte un adelantamiento - dijo con una pizca de alegría en su voz.

La miré sorprendida.

- Te podrás llevar a Morfeo - me anunció finalmente.

Morfeo era mi pegaso. Era castaño y era mi mejor compañía. En ese momento mi madre me miró seria.

- Pero tengo otra mala noticia - no parecía complacerle lo que me iba a decir. Continuó - tu padre ha encargado a un soldado que vaya contigo.

- ¿Y cuál es el problema? - dije con toda la inociancia del mundo sin saber lo que me esperaba.

- Recuerdas al chico nuevo - hizo una pausa y yo asentí con cara de terror - ese es el que irá contigo.

Le odiaba con toda mi alma ¿Cómo había osado hacer eso mi padre?

- Se que no lo aguantas - dijo mi madre en forma de disculpa. Prosiguió - Morfeo irá camuflado, su alas estarán "desaparecidas" allí para que parezca más normal. Tú y ese joven soldado debereis ser amigos, ireis a un instito terrícola y estudiareis las asignaturas normales.

Yo seguía con la misma cara de ¿Qué me cuentas? Cuando mi madre se fue de allí. Al rato me recuperé y seguí preparando mi equipaje. Terminé rápido puesto que me habían informado de que solo metiese mis libros de hechizos y poca ropa puesto que me darían dinero terrícola para los inicios de mi viaje.

A los dos días mi padre me volvió a convocar en la sala del trono, pero esta vez se encontraba allí el soldado también. Me dio las últimas indicaciones y nos retiramos.