Seamos cyber nekos __ (Miku X Kaito)

16. En la estación abandonada.

                                                                

Okey, chicos, hemos vistos a los black-nekos tenemos información para creer que se ocultan en la antigua estación de tren, además de creer firmemente que tienen un rehén, o tal vez un secuas, tráiganlo -

Entendido – Dijo la peli aqua. Había pasado casi dos semanas desde su ultimo problema con estos gatos cibernéticos. Ahora estaban tras una pista, en busca de su guarida secreta, en donde tal vez escondían grandes tesoros, cosas inimaginables. Ahora hablaba por medio de su reloj, la pulsera en su muñeca que hacía mucho más que dar la hora.

¡Miku! ¡Anda! ¡Vamos por ellos! – Le grito el peli azul, aquel gato azul desde el edificio de enfrente.

Bien - Asintió, aun con su figura humana, contemplaba gran parte de la ciudad desde gran edificio, dejándose caer y cayendo como un gato finalmente, corriendo hasta el destino.

¿Crees que sea por aquí? – Le pregunto el chico mirando la escalera que conducía al subterráneo que alguna vez fue la estación del tren.

No lo sé... a decir verdad, no lo creo... espera – Dijo al ver que el chico avanzaba. – T-ten cuidado

¿Por qué? –

No lo sé... debemos... ser cuidadosos, esos chicos son listos –

No pasara nada, vamos a estar bien - Dijo este sonriendo, odiaba su sonrisa, cada vez que lo hacía, lo odiaba, si, lo odiaba, estaba segura. – Es extraño que aun haiga luz en este lugar – Dijo observando el lugar abandonado.

¿Luz...? es casi imposible – Dijo desde arriba de la escalera, mientras miraba a todos lados. - ¡Cuidado! – Le grito cuando la entrada se cerró de golpe, alcanzo a empujarlo y sacarlo de ahí antes de que fuera aplastado, ambos cayeron dentro del lugar abandonado, en donde ya no había luz. - ¡Idiota! – Le digo dándole un coscorrón.

¡Aú! ¿Lo siento? –

Claro que si – Dijo activando la luz de las gafas que cubrían sus ojos, su visión nocturna de gato - ¿Qué paso?

No lo sé, pero gracias -

No importa, debemos salir de aquí – Dijo esta inspeccionando el lugar con su supervisión, la que rin había agregado recientemente a su traje. - ¿Rin? – Le hablo por el accesorio de su muñeca.

Miku, ten... cui...d-do, e-a... -a-t-as – Decía rin, en realidad no se le entendía nada, la señal ahí abajo era casi nula.

¿Qué? –

¡Cui...do! –

Miku.... Es mejor que apagues eso – le dijo el chico, incitándola a pagar cada destello que salía de su cuerpo, dejándolos en la oscuridad.

¿Qué pasa? –

Están por aquí... ven, escondámonos –

¿Qué? Debemos detenerlos –

Aun no, no es tiempo, nos falta práctica, lo mejor es escondernos y largarnos de aquí con lo que nos pidieron, anda vamos –

No, debemos detenerlos, soy lo suficientemente capaz para ganarles, a ambos si me esfuerzo –

No seas obstinada, escondámonos antes de que lleguen. – Dijo el chico, llevándosela atrás de unas grandes cajas.

Muy bien, trae al científico – Dijo el chico rubio, su voz se acercaba cada vez más a el subterráneo.