Capitulo 15

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Las siguientes dos semanas fueron fantásticas, ya había comenzado la natación, Dley me acompañaba todos los días que me tocaba y siempre me iba a buscar al liceo, estábamos juntos todo el tiempo y ya empezaba a sentirlo como mi novio hasta me gustaba un poco más, Santiago había dejado de salir conmigo porque Adriana se lo había prohibido aunque me dijo que cuando todo estuviera mejor con ella volveríamos a comer chocolate con jugo, me lo había prometido que dentro de una semana máximo, a veces no sé porque lo extrañaba un poco, de vez en cuando era que me saludaba y todo porque su novia era un celosa en extremo, me provocaba pararla y decirle que se ubicara.

A mi hermano ya le habían quitado el yeso, no podía jubilarme de clases de nuevo, las muchachas estaban alegres de que el 25 – solo faltaba una semana – Dley y yo cumpliéramos un mes, el tiempo pasaba muy rápido me parecía que tan solo fue ayer cuando le dije que si, aunque dos semanas no me parecían mucho tampoco.

De Luccian no sabía nada, no me llamo, no me mando un mensaje no hablo con Lilian, era como si nunca existió, solo quedaban sus recuerdos y la camisa que todavía no me había estrenado el chocolate pues si ya me lo había comido,  Carolina estaba molesta conmigo por dejar a Luccian todavía no entendía su enojo, no nos hablábamos desde entonces pero sabía que solo iba ser momentánea su molestia, pues a Luccian lo extrañaba un poco a veces me daban ganas de llamarlo o ir a visitarlo, se que no le molestaría eso.

Lilian y Dley se habían vuelto no amigos exactamente pero si se trataban, las muchachas se habían vuelto amigas de Lilian porque yo siempre la invitaba para todos lados.

Para el aniversario Dley me dijo que iríamos a la playa de noche, que pensaba regalarme un reloj pero yo le dije que era mejor ir a la playa aunque me hubiese gustado ir con Luccian, lo extrañaba tanto. Aunque el irse había mejorado un poco las cosas, pero seguía extrañándolo con todo el corazón.

Era viernes por la tarde, Dley dijo que vendría en la noche, no tenía ganas de verlo, pero no podía decirle que no viniera, estaba sola mi hermano estaba en Caracas desde que fue la vez del yeso ya no quería salir de allí. Me vestí para ir a donde Lilian no quería estar sola, ya que saldría en la noche me puse una camisa morada manga larga que me quedaba pegadita y  encima la camisa que me había regalado Luccian, me puse un short de jeans y los Converse blancos.

-          ¡Lilian! – el timbre se le había dañado y su reja tenia los tubos muy pegados uno del otro, tenía que gritar.

-          ¡Ya va! – Solo espere unos minutos para que abriera.

-          ¿Qué más chama?

-          Nada aquí, vente vamos al cuarto.

Ella se acostó conmigo en la cama raramente pensé que se pondría en la computadora.

-          ¿Al fin dejaste el vicio? – Se echo a reír sabia a que me refería.

-          Ya no hay nada interesante. – Prendió la tv.

-          ¿Y no has hablado con Luccian?

-          No, ya ni me contesta los mensajes, término contigo y al parecer también conmigo. – Se veía como molesta.

-          Sabes cómo es el, pero gafa dentro de poco te va a volver a hablar.

-          Eso espero mira vamos a tomar hoy con Roy  y las muchachas.

-          Bueno ¿Pero va a subir Dley de una vez?

-          No, el dijo que venía pero como a eso de las once porque iba a estar en Caracas ¿Y tu hermano?

Entre Amores y DoloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora