Capitulo 14

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Me acosté ya me preparaba para dormir cuando oigo que me están llamando.

-          ¡Camila! – Ay no, estaba allá bajo, me asome solo un poco por la ventana de la sala.

-          No sale, vámonos debe estar durmiendo y además está lloviendo durísimo nos va a dar una vaina. – Le dijo Roy a Luccian.

-          No, yo  quiero hablar con ella. – Lo abrazo estaba llorando, estaba en shock ¿Luccian llorando? Roy le dijo algo pero no pude escuchar.

-          ¡No! – Se separo de Roy y volvió a gritar - ¡Camila!

-          ¡Vámonos! ¡Estas borracho menos que menos va a abrirte! ¡Luccian!

-          ¡No me voy a ir! – Que problema con Luccian – Ahí viene alguien, yo voy a subir.

-          ¿Pero y si no te abre? Bueno sube si te abre me llamas y si no te devuelves. – Roy estaba sobrio.

-          Ok.

Camino hacia la reja del edificio se veía que le costaba caminar se tambaleaba de un lado a otro, no pude verlo mas ya que fue a la reja, me asome por el cuarto de mi mamá, la señora abrió y cuando él iba a entrar trato de cerrarla pero él fue ágil y la detuvo. Subía las escaleras lentamente se le dificultaba así sería lo ebrio que estaba, yo lo veía desde la ventana de la cocina, se detuvo en el piso que estaba antes que el mío, se puso las manos en la cadera miro al piso respiro profundo y siguió subiendo. Al llegar toco la puerta ¿No se acordaba que había timbre? En ese momento toco el timbre como cinco veces, yo no iba abrirle pero no aguante mas y fui corriendo a la puerta.

Cuando abrí la puerta vi que estaba con la cabeza pegada a la reja y con las manos agarraba los tubos, volteo a verme y sonrió.

-          ¿Luccian que haces aquí?

-          Quiero hablar contigo.

-          Yo no quiero. – A pesar de que lo estaba rechazando mi voz sonaba muy dulce.

-          ¿Por qué? Si yo te quiero con toda mi alma. – Se seco las lágrimas de los ojos, no podía dejarlo afuera, era tan hermoso.

-          Hay voy.

 Suspire y fui a buscar las llaves, le abrí pero se quedo afuera, estaba vestido con un pantalón  claro y una camisa manga larga de cuadros roja con blanco y rayas azules  tenía una chaqueta negra, una gorra azul y los zapatos del mismo color de la gorra.

-          ¿No vas a pasar?

-          ¿Y tu mamá no te va a regañar?

-          No está. – Salió corriendo y me abrazo estaba muy mojado, puso una mano en mi cintura y la otra en mi cabeza.

-          ¿No me escuchaste cuando te llame? – Salió corriendo a la ventana de la sala, corría muy chistoso es que como estaba mareado se movía en zigzag – ¡Roy puedes irte yo veo como bajo! – Se volteo a verme yo fui a donde él y lo abrace.

-          Si te escuche.

-          ¿Por qué no me abriste? – Parecía que fuese a llorar de nuevo.

-          Porque no quería, ¿No ves que lastimas mi corazón?

-          Pues tú lastimaste el mío y mucho, me duele aquí. – Su voz sonaba como más gruesa y tenía los ojos rojos, puso mi mano en su pecho en el lado del corazón, se notaba que tenía un nudo en la garganta.

Entre Amores y DoloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora