Nos montamos y al igual que en la camioneta quede yo sentada y el parado a la siguiente estación se bajo la chica que estaba mi lado y espero a ver si una mujer se sentaba pero como ninguna lo hizo se sentó él a mi lado.
- ¿A dónde vamos? Y ¿Qué vamos hacer? – Recosté mi cabeza en su hombro y el su cabeza en la mía.
- A Bellas Artes.
- ¿Ah? ¿Qué vamos hacer allá?
- Vamos andar por ahí.
- Bueno. – Cerré los ojos y suspire me quede dormida tenía mucho sueño.
- Despierta faltan dos estaciones. – Abrí los ojos despacio estábamos en Plaza Venezuela se estaban cerrando las puertas.
- Si hay gente en el metro.
- Siempre.
- Si vale, la gente si usa el metro. – Lo dije como si estuviera obstinada.
- Pero cálmate tampoco para que te obstines. – Se echo a reír.
- ¿Qué hora es?
- Que fastidio contigo – Dijo riéndose saco su celular – Son las tres y cincuenta.
- ¿Tan rápido?
- Es que cuando dije que eran las dos eran en realidad las dos y cincuenta y algo.
- ¿Por qué mentiste?
- Porque cuando me pare a ver la hora en la computadora, vente bájate ya – La gente no nos dejaba salir pero igual salimos empujando a todo el mundo – Bueno cuando la vi me acorde de que la computadora tenia la hora mala y te dije fue la de la computadora pero cuando fuiste al baño vi la hora y eran casi las tres.
- Ah ok.
Caminamos rápidamente y no entendía porque, si todavía quedaba tiempo, el simple hecho de estar en Caracas estresaba. Al salir del metro caminamos más despacio agarrados de manos, a mi me sudaban y siempre me daba como pena, al estar mucho tiempo agarrada de manos con alguien me sudaban mucho y como teníamos tanto rato era algo horrible al parecer a él no le molestaba pero a mi si, se le solté y él se me quedo mirando.
- Ah bueno ya lo dijo. – Camino rápido se había molestado el si se molestaba con facilidad.
- Espérate que fastidio.
- ¿Por qué me soltaste la mano?
- Porque me sudan y me da pena.
- ¿Enserio es por eso?
- Si.
- Pero a mí no me molesta.
- Pero a mí sí.
- Bueno dámela. – La soplo y la limpio con su pantalón y me la agarro – Ya está seca. – Yo me eche a reír el me dio un beso rápido, me sonrió, no sabía porque me encantaba tanto su sonrisa era pero tan hermosa a mi me fascinaba cuando sonreía me sentía feliz.
- A mí me gusta mucho tu sonrisa.
- ¿Qué?
- Que me gusta mucho tu sonrisa es hermosa.
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Entre Amores y Dolores
Romance- Yo te amo. - Susurró. - ¡No quiero verte más! ¡Y no, no es así, no me amas! ¡Y si lo hicieras, lo cual dudo mucho, no me gusta tu manera de amarme! - Pero y-yo-yo podría amarte. - Tartamudeó un poco. Sus ojos cristalizados por las lágrimas. - ¡Dé...