Capitulo 19

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Me acosté a ver la tv no podía ni dormir con la curiosidad, es que de verdad no tenía ninguna idea de quién podía ser, si no hubiera visto a Luccian hoy pensaría que era él, pero no, en ese momento se me ocurrió llamarlo pero no tenía el numero nuevo aunque hasta tal vez era el mismo pero igual no lo llame.

Al rato me quede dormida.

-          ¿Por qué sigues con el si me amas a mi? – Luccian estaba sentado en la esquina de mi cama, con la misma ropa del viernes.

-          ¿Luccian que haces aquí? ¿Y mi mamá? – Me sorprendía tanto verlo, me restregué los ojos pensando que solo era una ilusión.

-          Preguntándote, aun no me respondes.

-          Es que es complicado. – No quería hablar del tema.

-          No lo es tu lo haces complicado. – Quizás.

-          ¿Yo? Tú fuiste el que me engaño. – En ese momento se paro y se sentó a mi lado.

-          Pero eso no importa ya. – Tenía su cara tan cerca de la mía que podía sentir su aliento.

-          Si, si importa.

-          ¿Vas a decirme que no me quieres besar en este instante?

-          Pues no.

-          ¿Enserio? – Se acerco al punto que al hablar mis labios rosaban con los suyos, en ese momento trague saliva, eso hizo que se le escapara una gran sonrisa – Yo creo que sí. – En ese momento nos hundimos en un beso.

Sentí como se abría la puerta de mi cuarto pero no me importo un comino quien viera, solo quería que este beso nunca se terminara, el también hizo caso omiso a quien había entrado hasta que se hizo notar.

-          Debí imaginarlo cuando no me contestaste el celular. – Era Dley, Luccian y yo nos separamos.

-          Es que… - No sabía que decir ¿El me había llamado? – Lo siento.

-          No, no sientas nada, eres una cualquiera.

-          ¿Qué te pasa? ¿Eres marico? Respétala.

Se paro bruscamente de la cama y fue a darle un golpe a Dley, pero este lo esquivo y luego le dio un empujón y luego otro Luccian se golpeo contra la ventana y esta a su vez se derrumbo dejándolo caer yo salí corriendo  trate de agarrarlo de la camisa pero no pude se caía y no podía hacer nada, gritaba desesperadamente ¡NO PODIA HACER NADA! Las lagrimas corrían por mi rostro tenía un profundo dolor mucha desesperación, el corazón me latía rápidamente y justo cuando su cuerpo iba a tocar el suelo…

-          ¡Camila! ¡Camila! – Era mi hermano.

-          ¡NOOOOOOO! – En ese momento abrí los ojos y vi a mi hermano su cara reflejaba como miedo.

-          ¿Qué soñabas? – Me restregué los ojos pero cuando lo hice note que mi cara estaba mojada por  lágrimas, no podía ni hablar, me quede ahí respirando profundamente - ¿Qué soñabas?

-          No lo sé. – Me miro con cara de pocos amigos.

-          Bueno no importa, estabas gritando y llorando entonces vine a ver y estabas teniendo una pesadilla. – Me senté.

-          Ah, ¿Y mi mamá?

-          Durmiendo. – Voltee hacia la ventana a ver el cielo, seguía oscuro.

Entre Amores y DoloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora