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Por supuesto que se sentía confundidó, mas aun por que sabia que Mila no lo amaba, simplemente era imposible y para el estaba bien.

Se mantenía sentado en la mesa al lado de la cocina, escuchando el sonido chispeante del aceite. Mila no estaba para nada sorprendida pues apenas despertó planto un beso en los labios fríos de Bas, el cual no tardó en responderle.

Ya recordaba todo lo sucedido el día anterior. Como Mila lo saco del área de seguridad diciendo que el doctor Stephan solía tener sesiones privadas con Mikhailov y era necesario que no hubiera nadie mas presente.

Recordaba como Mila le invito unos tragos en un bar que según ella, era el mejor de por ahí. Recordaba como seguía en estado de shock, en como bebía cerveza tras cerveza hasta que las cabezas de ambos se calentaron lo suficiente como para que ambos terminaran teniendo sexo en el apartamento de la doctora.

Recordaba las caricias de Mila, como mordía sus labios rojos en un intento vano de evitar gemir, como maldecía presa del placer y la lujuria.

-Aquí tienes- Escucho decir tras de sí, mientas ponían un plato con comida frente a sus narices. - ¿Café o zumo?

- Café por favor- Respondió con una sonrisa, al momento en que la chica coloco una taza de cerámica blanca, el se dio la vuelta buscando los dulces labios de la chica.

¿Qué si estaba enamorado?

Responder "Si" sería una estupidez. Claro, era una chica ardiente, muchos dirían que no debido al tamaño de sus senos, más Bas jamás sintió demasiada atracción a los pechos de las chicas; Eran bonitos, y le encantaba la figura femenina mas no consideraba a estos mas que una herramienta para cuando ellas tuviesen hijos.

No eran importantes.

Sabia que solo era sexo, o al menos lo era para él.

La chica se sentó frente a el comenzó a comer en silencio, mas conservaba un rubor en las mejillas que no hizo mas que darle un poco de gracia a Bas.

-Te agradezco mucho- Menciono Bas mientras daba un sorbo a la taza de café.

- No es nada- Respondió risueña- No debimos beber a noche; Olvide que teníamos trabajo al día siguiente

- Mila- La chica levanto la mirada – Tenemos que hablar...

Mila dejo los cubiertos de lado y tras un gran suspiro, hablo:

-Si te preocupa esto... Tranquilo. Solo es sexo...- Bas dio un pequeño respingo- No quiero tener una relación, pero podemos tener sexo en ocasiones- Dio un sorbo a su vaso de zumo.

- Yo ahh... Yo no iba a...- Por supuesto que en sus adentros Bas estaba mas que contento, mas no era de eso de lo que quería hablar. Las mejillas de Mila se pusieron aun mas rojas ante la respuesta del joven doctor. - Yo quería saber... ¿Qué paso ayer? ¿Por qué ese hombre murió?

- Ah sobre eso- Dijo nerviosa- Bueno, hace unos años tuvimos un problema con el proveedor de medicamentos que teníamos- Bas asintió mientras daba otro bocado a la comida- Aumento los precios y el actual regente del Dolina Sveta prefirió cambiar de proveedor.

>> Busco medicamentos similares y mas baratos. Esas medicinas no se las daría ni aun perro. Te hacen puré el cerebro. - Bas permaneció en silencio viendo como la chica daba otro sorbo al vaso- El cerebro se altera, algunas reacciones se detienen y otras se aceleran.

-Pero, si saben que no es buena medicina ¿Por qué no la cambian? - Mila soltó una risa.

-Por que a nadie le importa. - Bas dejo el tema de lado y siguió comiendo.

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