Yulian Mikhailov; Veintiún años, víctima de estrés post traumático severo y un "Desorden alimenticio"
Eran alrededor de las tres de la mañana y Bas no podía dormir. Su mente no dejaba de pensar en ese chico y en que podía hacer para tratarlo.
Aquella noche en específico, estaba frustrado. No paraba de morder sus labios y mover repetitivamente sus dedos. La habitación estaba totalmente oscura, había una pequeña lampara a su lado que no cumplía su cometido.
Todo había fallado.
Normalmente con pacientes de estrés postraumático, lo más recomendable era intentar hablar con ellos, logara que el paciente se abriera y contara la experiencia para que así el medico pudiese escucharlo y tener una idea de cómo superarlo. Pero Yulian se negaba a hablar.
Desde el primer día que lo vio, sus visitas no eran más que sentarse a escuchar la respiración entre cortada del chico. No importaba que, no parecía ni siquiera moverse, Bas podía jurar que ni siquiera parecía parpadear.
Algo tenía que hacer.
.
A la mañana siguiente desayuno sin prisa, se vistió y salió del lugar con el cabello mojado por la reciente ducha. Llego al hospital y repitió la rutina de siempre.
Fue hacia la cocina del hospital, donde había varias personas que se encargaban de prepara la comida para los internos.
-Buen día doctor Feraud- Saludo una mujer regordeta de cabellos rizados y rojizos. - Aquí tiene...- Le entrego una bandeja de metal con lo que parecía puré, unas cuantas verduras cocidas y un extraño guisado de colores marrones.
- Gracias- Respondió a lo que la mujer solo rio nerviosa- ¿Seria molestia si hoy me diera dos en lugar de una?
Cuando Bas hablaba con la gente tenía una imagen fresca y amistosa, algunas mujeres decían que había algo en el que las hacia suspirar. Y en ocasiones como esa, aquel toque lo ayudaba en demasía. La mujer regordeta lo pensó un poco, pero al ver los ojos color almendra y la sonrisa, no pudo evitar decir que sí.
Bas salió de la cocina con ambas bandejas, una en cada mano cuidando que estas no cayeran.
Mientras pasaba cerca del área común, pudo observar a Hana, la cual permanecía sentada en una silla, se veía ansiosa, mordiendo sus dedos y tirando su cabello. Ya habían pasado dos meses desde que Ivankov no salía del área de seguridad y después del incidente que tuvo con Bas, estaba seguro que no volvería a salir de ahí. Se dirigió con cuidado hasta la habitación de Yulian. Dejo una bandeja en el suelo mientras abría la puerta con la mano libre.
- Hola Yuls- Saludo cordial. No obtuvo respuesta como de costumbre. Se agacho tomando la otra charola y con cuidado cerro la puerta usando su espalda. - Traje el almuerzo, sabes, planeaba hacerte una pequeña introducción sobre la comida de hoy, pero ni siquiera yo se que es...- Menciono entre unas cuantas risas.
Solo hubo silencio.
Bas no se dejo intimidar ni mucho menos. Llevaba unas cuantas semanas intentando ganarse la confianza del chico, mas no parecía haber mucho avance. Comenzaba a creer que tal vez Yulian no recordara el cómo hablar... Mas internamente deseaba que ese no fuera el caso.
Se quito el saco y lo coloco en el suelo acolchado para posteriormente el sentarse. Una de las charolas la acerco al chico de cabellos castaños que seguía sin mirarle, por su parte Bas tomo la otro y la coloco frente a sí.
-Creí que tal vez podríamos almorzar juntos. Como si fuésemos amigos ¿Te parece bien? - No espero la respuesta- Normalmente podría invitarte a comer a algún lugar, pero... Para eso necesitas mejorarte- Tomo la cucharita de plástico, tomo un poco de aquel puré y antes de metérselo a la boca volvió a hablar- ¿No te gustaría salir de aquí?
ESTÁS LEYENDO
Insane
Short StoryDéjame saber que sucedió Déjame tomar tu dolor y volverlo pasión a través de mis caricias Déjame beber tus lagrimas y sentir tu agonía Alimentame con tu sufrimiento para que te alimentes de mi carne y mi sangre sin remordimiento Aprende a obedecerm...