-Bas-

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Dolor

Dolor

Dolor

¿Acaso importa? Por supuesto que no, a nadie le importa cómo te sientes, a nadie le importa el por qué te sientes así, el mundo es egoísta y las personas solo piensa en ellos mismos; Yo, yo y al final yo, así será hasta el día en que te mueras Triste ¿Verdad?

Yo como psicólogo, como un medico experto en la mente del ser humano te puedo asegurar que no me importa, soy un psicólogo, sí, pero eso no significa que me interesen mis pacientes. Si viven o muere ¿Qué más da? Ese es el punto más importante, no nos tiene que importar. Involucrarte emocionalmente con un paciente es lo peor que puedes llegar a hacer, solo debes limitarte a escuchar, asentir y decirle que todo estará bien, cuando bien sabes que no lo estará, al fin y al cabo están demasiado ocupados con su propia miseria.

Ellos siguen hablando y tú sigues cobrando.

No es que yo sea una mala persona, solo soy eso, una persona; Un ser humano al igual que tú.

Así es como funciona, y estoy bien con ello, pero eh ahí el dilema.

Sabía que algo andaba mal desde aquella noche, mientras observaba el techo de mi apartamento sin poder dormir, mi mente estaba volátil y no podía pensar en una cosa en específico... Más al pensar en aquellos ojos celestes, cuerpo escuálido y cabello castaño un calor invadió mi pecho. Un sentimiento asqueroso... por un paciente.

Dolor

Dolor

Amor

Amor

Una sensación ahogante que burbujeaba desde mi vientre, un calor infernal que quemaba mi piel, un cosquilleo al solo pensar en ese muchacho, en un muchacho enfermo y agonizante. Curarlo jamás fue parte de mi plan, pero ahora se había vuelto mi prioridad, quería tocarlo, necesitaba sentir su piel contra la mía. Era extraño, el verlo y sentir un temblor en mis huesos, el abrazarlo y sentir explotar mi corazón.

Ya había pasado varios días desde la última vez que me conto algo sobre su pasado, y no importaba, para mí era suficiente abrazarlo por horas, sentir su respiración pesada chocar contra mi pecho, el poder oler su cabello y sentir el cosquilleo en mis fosas nasales por las hebras castañas. El disfrutaba mi compañía, disfrutaba de mi silencio y de escuchar el latir de mi desesperado corazón.

El me necesitaba

Y me aterraba saber que probablemente yo lo necesitaba.

Me había acostumbrado a él inmediatamente, me había sentido prendado de aquellos ojos suplicantes con un brillo agonizante, un brillo que parecía aparecer cuando sus ojos contactaban los míos. Su necesidad...

Su necesidad alimentaba la mía.

Nos habíamos comenzado a frecuentar hacia unos cinco meses, pero el clic fue inmediato. Él sabe en su interior que sin mi moriría. Soy el único que le ha profesado amor desde su infancia, el único que le ha brindado calor y compresión desde su encierro. Nuestra terapia se ha convertido en una sesión de caricias, sus manos recorren mi espalda con miedo... Él sabe que algo no está bien conmigo y tiene razón, no estoy bien del todo. Lo supe desde que era un pequeño, era distinto, era demasiado listo para otros niños, aprendí a leer solo, aprendí a escribir solo... Pero no era solo eso, siempre ha habido algo más.

¿Estoy enfermo? Así es.

Amor

Amor

Odio

Odio

El odio es lo que me mueve, el odio hacia tantas personas es lo que me ah colocado justo donde estoy, tan cerca y lejos de cumplir mi meta y de llegar a la cima que tanto eh anhelado. Aquella que jure alcanzar y poder restregárselo a mi madre, a mi muerta madre. Para que sepa que descuido a una de las mentes más brillantes que conocería nuestro país.

Pero ahora estoy aquí, sin la capacidad de pensar en nada, solo en él. Mirando el maldito reloj esperando que de la hora para poder llegar y estar a su lado, sentir su aroma y su delicado cuerpo, como si estuviera hecho de cristal. Me estaba volviendo loco, me estaba asesinando por dentro, quemándome. El plan era que el me necesitara, que confiara en mi de una manera absurda.

Supongo que me lo merezco, quería jugar con sus emociones y ahora el controla las mías.

Verlo frágil y tembloroso, escuchar su voz suave y quebradiza, hace que todo mi ser vibre de una manera desconocida, revuelve mis sentimientos y alimenta un pequeño deseo que no sabía que estaba ahí.

Estar con el cinco horas al día no es suficiente. Me despierto, encontrándome sofocado y buscándolo a mi lado desesperadamente, necesitándolo de una manera enferma. Pienso en el en cada momento, en cada instante y al irme solo puedo sentirme impotente deseando tenerlo solo para mí.

¿Qué puedo decir?

Me hace sentir importante, necesario, como algo indispensable. Si no llego a tiempo llora diciendo que temía que no volvería nunca.

Y me gusta.

Me gusta ser lo único que le da a sentido su vida, y tristemente, él le da sentido a la mía.

Solo me queda esperar a que las cosas pasen como deben de pasar y renunciar a el tal y como debe ser...

Si... Eso sería lo que haría alguien con un poco de cordura y como dije...

Algo no está del todo bien conmigo.

K_Kiran

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