ᴄᴀᴘ 1: ɪɴsᴀɴᴀ ᴏʙsᴇsɪᴏ́ɴ

398K 21.4K 31K
                                    

«La chica rubia camina con pasos lentos y temerosos a través del largo y oscuro pasillo; en cada paso que da se escucha el crujir de la madera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«La chica rubia camina con pasos lentos y temerosos a través del largo y oscuro pasillo; en cada paso que da se escucha el crujir de la madera. Llega hasta la sala de estar, y tapa su nariz y boca ante el hedor de cuerpos en descomposición. Mira a su alrededor, observando el lugar en el que se encuentra: una vieja y descuidada sala de paredes agrietadas y mohosas, con manchas de origen cuestionable y cuya pintura original apenas se puede apreciar. Las ventanas tienen tablones sobre ellas, evitando que se pueda ver hacia el exterior o que la luz del sol pase entre ellas. Los muebles están viejos y destartalados, y de estos se desprende un fétido olor.

Con cuidado, los evade al pasar entre ellos, pero entonces vislumbra un extraño bulto detrás de uno de los sillones; con pasos lentos e inseguros acorta la distancia. Cuando logra ver mejor la figura, reprime un grito al notar que se trata del cuerpo mutilado de su amado novio. Se arrodilla ante él y las lágrimas caen sobre el cuerpo sin vida. Con horror contempla los miembros arrancados de manera cruel y despiadada: el abdomen se encuentra abierto con los órganos internos desparramados. La imagen es demasiado para ella, por lo que termina vomitando...

—¡Te encontré! —se escucha una penetrante y burlona voz a sus espaldas.

—¡No, no, por favor! —grita mientras retrocede, tratando de escapar del despiadado asesino, aunque algo dentro de ella sabe que no habrá un mañana...».

—¡Mátala ya! El repentino grito de Amanda nos hace a América y a mí dar un respingo; las tres nos encontramos tumbadas sobre la alfombra de mi habitación, debajo de las sábanas, con las luces apagadas y un enorme tazón de palomitas y latas de refrescos.

—¡Amanda, no grites así! —la regaña América con la mano en el pecho.

—¡Es que es tan desesperante! ¿Por qué le deja sentir que aún hay esperanza? ¡Que la mate de una vez!

—Sabemos que lo va a hacer, así que cálmate —digo, antes de echarme un puñado de palomitas a la boca.

—Bien... silencio. —Fijamos nuevamente nuestra atención en la pantalla para ver el inminente final de la chica:

«El cruel asesino ha apuñalado su pierna, impidiéndole que pueda salir corriendo. Una enorme y desquiciada sonrisa adorna su rostro y es acompañada por una ensordecedora risa que logra erizar la piel.

—¡Por favor, no me mates! —suplica ella, aferrada a esa última esperanza de mantenerse con vida.

—Eso es, preciosa. ¡Llora y suplica por tu vida! —exclama el asesino extasiado por los gritos de la rubia.

—P-por favor... Ella se da cuenta de que ha llegado al final de la habitación, está acorralada contra la pared y no hay salida. Las lágrimas corren por sus mejillas y sus ojos pierden el brillo, resignándose a lo que viene.

—Esto ha sido aburrido —dice en tono burlón el despiadado asesino, antes de tomarla por los cabellos para obligarla a ponerse de pie—. Pensé que lo harías más interesante. Levanta su enorme cuchillo y rasga la mejilla de la joven.

Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora