Don't Go (Oliver Sykes Y Tu) [TERMINADA]

Capítulo 11

A la mañana siguiente despierto recargada en su pecho, sigue durmiendo tan cómodamente que no quiero despertarlo.

Trato de levantarme para tomar una ducha pero es una tarea imposible ya que no me suelta.

Suspiro algo frustrada y empiezo a trazar líneas imaginarias en su torso desnudo, pero algo llama mi atención una cicatriz no muy grande que se ha tornado rojiza con el tiempo, parece que fue algo grave.

Quizá soy muy distraída pero jamás la había visto antes. Me pregunto ¿Cómo se la habrá hecho?

Sus ojos se abren lentamente, y una sonrisa cruza por sus labios.

—no sabes cómo extrañaba esto, despertar contigo. —dice incorporándose y besando mi cabeza.

Sonrío ante sus palabras, tomo su cuello para acercarlo a mí y estampo mis labios en los suyos.

Nos alejamos por falta de oxígeno.

—Oli, ¿cómo te hiciste esa cicatriz? —digo señalando su pecho.

Desvía la mirada y una mueca cruza por su cara.

Ríe amargamente. —créeme no vas a querer saber, _____.

Después de unos segundos que para mí fueron como una eternidad alza la mirada.

—me dispararon.

Es lo único que dice, se levanta de la cama dándome la espalda.

Estoy segura que palidecí al escuchar esas palabras salir de sus labios. Mis ojos se humedecen.

— ¿¡Qué?! ¿co-m-o p-a..so? —mi voz tiembla.

No estoy segura de querer saber la respuesta.

—todo fue cuando Biersack fue a informarme de tu accidente...yo no sabía qué hacer, ____. Me sentía muy culpable por haberte dicho todas esas cosas. Sabía que no podía verte, estar a tu lado. Pensé que no...sobrevivirías. En ese momento lo único que deseaba era morir.

Sus ojos se tornan rojos y sé que ese recuerdo lo lastima profundamente, es algo doloroso para los dos. Estuve a punto de perderlo para siempre y apenas me entero.

*Flashback*

— ¡necesito verla! —grito.

Me levanto bruscamente, doy un puñetazo a la especie de vidrio, dos oficiales corren hacia mí, tratan de inmovilizarme, pero pongo resistencia, me suelto del agarre de uno de ellos y lo golpeo dejándolo en el suelo.

—No me toques hijo de puta. —digo fuera de mí.

Le suelto varios puñetazos, no me doy cuenta cuando el otro oficial se levanta y saca su arma apuntándome.

Me quedo inmóvil por unos segundos, pero no por miedo.

Quizá esto sea lo mejor, quizá es la única forma de que podamos estar juntos de nuevo.

—No te muevas. —grita, todavía apuntándome.

Lo ignoro, y con determinación camino rápidamente hacia él, justo cuando trato de tomarlo del cuello, escucho un fuerte sonido.

Un arma siendo disparada.

*Fin del Flashback*

Sin pensarlo dos veces, lo abrazo con fervor, de mis ojos salen pequeñas lagrimas que resbalan en su piel desnuda, corresponde de inmediato a mi abrazo, lastimándome un poco por su fuerte agarre. Pero no me importa.

—Te amo Oliver y lamento decirte que estaré por aquí un rato más. —digo tratando de aligerar el ambiente.

Se separa, toma mis muñecas rebelando las cicatrices que me quedaron, las traza con delicadeza y deposita un beso.