Don't Go (Oliver Sykes Y Tu) [TERMINADA]

Capítulo 25

Después de un rato empiezo a preocuparme mucho por Oliver, pues no ha vuelto desde hace más de 40 minutos, cuando dijo que tan solo iba a tardar a lo mucho 10.

Camino de un lado a otro de la habitación de hotel, siento una sensación extraña en mi pecho y un nerviosismo que jamás había tenido. Probablemente solo este paranoica, pero presiento que algo malo paso con Oli. Marco una  y otra vez a su teléfono, pero me manda a buzón de inmediato.

—Trata de tranquilizarte, seguro está bien. Quizá salió a comprar algo decente de comer, ya que la de aquí no es precisamente genial. —Denis se levanta de la cama y toma mi brazo con delicadeza para que lo mire a los ojos.

—Presiento que algo malo paso con él, siento esta sensación extraña en mi pecho, que jamás había sentido. Tengo que ir a buscarlo. —digo completamente decidida, me suelto de su agarre de un tirón.

—No. lo siento, no puedo permitir que te expongas de esa forma. Es peligroso. —me envuelve en sus brazos, me remuevo tratando de ir hacia la puerta, pero es mucho más fuerte que yo.

—Denis, suéltame. Sé que algo malo paso con él, no puedo simplemente quedarme aquí tranquila, como si nada. —digo enojada.

Suspira frustrado. —Iré yo, y seguro que él que acabara lastimado soy yo, en cuanto Sykes se entere de que te deje sola.

Sonrió levemente. —Gracias. —le doy un corto abrazo.

—Cierra la puerta con seguro y no le abras a nadie. —dice aún con ese tono de preocupación que usaría un padre.

*Denis*

Sé que ______ ha estado muy nerviosa por todo lo que ha pasado en estos días, pero creo que está exagerando, estoy seguro que Oliver está bien. Pero verla tan preocupada hace que yo me inquiete, así que por eso accedí a buscar al idiota ese. 

En primer lugar no sé qué hace aquí, yo puedo cuidar perfectamente a, ______. Maldita sea, ¿Qué voy a hacer si se va con él? ella es mi vida, la amo como nunca lo había hecho. Pero tendré que respetar su decisión.

Después de todo aunque me gustaría ser el padre de esa pequeña, y la quiero como si fuera mía, la realidad es que no lo es.

Empiezo a buscarlo por todo el hotel, es bastante grande, pero no hay rastro de él. Finalmente salgo del hotel, si en un par de minutos no lo encuentro, regresaré a la habitación, no quiero que ______, este tanto tiempo sola. Quizá Oliver ya este con ella y olvidaron avisarme.

Con irritación sigo buscándolo, me he alejado bastante del hotel y justo cuando estoy a punto de parar de buscarlo, veo a un hombre a lo lejos tirado, con la cara ensangrentada y en posición fetal.

Corro  hacia la persona sin dudarlo. Que no sea él, por favor. No me cae bien, pero sé que si le sucede algo, ______ no se lo va a perdonar nunca.

Me agacho a su lado, es él. Está lleno de sangre, esta inconsciente.

Lo sacudo con insistencia, pero no responde. Respira forzadamente.

— ¡Oliver! Joder, despierta. —necesito llamar a una ambulancia, busco mi teléfono en mis bolsillos, pero recuerdo que lo deje en el cuarto. Demonios.

Lo sacudo con un poco más de fuerza, hasta que finalmente abre los ojos.

Parpadea un par de veces, pero sus ojos muestran terror enseguida.

Le cuesta trabajo hablar, su voz sale rasposa. — No debiste de haberla dejado sola, van tras de ella. No dejes que la toquen. Ve sin mí, yo solo estorbaría en este momento.