Capítulo 26

364 32 16
                                    

Lo único que ilumina este sombrío lugar es una pequeña lámpara que está en una esquina. El sonido que más se percibe es de las decenas de goteras que hay en este lugar, acompañado de un olor penetrante a humedad y podredumbre.

No sé cuánto tiempo llevamos aquí exactamente, quizá solo han pasado cuatro días o más de una semana, pero el tiempo aquí ha sido un auténtico infierno.

A penas si nos dan de comer, Denis siempre insiste en darme su porción, pero sé que si la acepto, repercutirá en su salud. Aunque admito que en cualquier momento caeré enferma por la mala alimentación y el frio insoportable. No sé cuánto tiempo aguantaremos así.

Matt viene cada maldito día, se la pasa toqueteándome, susurrándome cosas al oído que solo me revuelven el estómago.

Disfruta golpeando de Denis y cuando eso pasa solo cierro los ojos tratando de evadirme de esta horrible realidad, mi realidad. Mis gritos de súplica, rogándole que lo deje en paz han sido silenciados por golpes de su parte.

En una ocasión cuando solo estábamos él y yo, porque gran parte del tiempo estamos vigilados por los hombres de ese bastardo. Denis me dijo que era mejor que no dijera nada, que no gritara, que no le suplicara que lo dejarán de golpear, que no lo iban a dejar de hacer y lo único que lograba era terminar lastimada.

Me pidió que cerrara los ojos y que tratara de solo traer a mi mente recuerdos felices y lo hago, pero eso solo hace que un dolor en el pecho me inunde, porque quizá jamás salgamos de aquí.

Mi mente divaga en mis primeros cumpleaños con la compañía de mi madre y mi padre.

Recuerdos como la primera vez que entre al kínder y estaba algo asustada, pero mi padre siempre a mi lado diciéndome que todo estaría bien, que en unas cuantas horas vendría por mí e iríamos por un helado.

Cuando mi madre me llevaba al parque y las sonrisas cálidas que me dedicaba.

La primera vez que conocí a Denis e ilumino las partes más sombrías de mí vida

Mis pensamientos siempre recorren cada momento de mi vida que pase con Oliver, desde que me cuido aquella vez que tuve varicela porque mis padres se encontraban de viaje y termine contagiándolo o la vez que golpeo a uno de mis compañeros de secundaría porque se la pasaba molestándome y acosándome. Y por supuesto la primera vez que nos besamos, la felicidad que sentí en ese momento.

Todo revolotea en mi mente y es cuando ya no aguanto más y estallo en lágrimas, dejo que salgan, ya no las reprimo más. Necesito desahogarme.

—Saldremos de aquí. Sé que te lo digo cada maldito día. Pero sé que lo haremos. —dice Denis con una voz cansada.

No quiero perder la esperanza, pero cada día aquí me está matando y tengo miedo por mi bebé, tengo pánico de que no lo logremos.

Mi voz tiembla por el llanto y sale algo rasposa. —Tengo miedo por mi hija. —mis sollozos solo aumentan.

—Ella va a estar bien. —dice con demasiada determinación en su voz a pesar de la horrible situación.

Nuestros ojos conectan y a pesar de que luce cansado y con su rostro repleto de golpes, noto como su mirada se ha tornado fría, pero con un sentimiento de determinación.

—Tengo una idea —menciona. — No fallaré y no importa lo que pase, pero necesito que me prometas en este momento, que huiras sin mirar atrás, que te olvides de mí. Porque ustedes son mi única prioridad y seré feliz si ustedes logran salir de aquí.

La pequeña lámpara, empieza a parpadear oscureciendo por momentos este infierno y por un segundo, solo por un segundo regresa a sus ojos ese brillo que siempre han tenido.

Don't Go (Oliver Sykes Y Tu) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora