Capítulo 22

388 35 36
                                    

Al llegar al hospital me atienden de inmediato, solo dejan entrar a una persona conmigo Denis y Oliver están a punto  de iniciar una pelea sobre quien entrara conmigo pero no es momento por lo que al final Oliver es quien se queda a mi lado, pues es el que más ha mantenido la calma.

—intenta descansar. —sugiere.

—no puedo. —es lo único que digo.

—veras que nuestra hija está bien. —sonríe para tranquilizarme pero sé que está igual de preocupado y nervioso que yo.

Me hacen un par de estudios, y me dan algo para el dolor.

Después de un rato un doctor llega con los resultados.

—Bueno señorita Carlile, he revisado minuciosamente sus estudios. El bebé se encuentra bien de momento, pero hay riesgo de un aborto espontaneo. Esto se puede deber a que quizá ha estado bajo mucha presión. Debe de llevar un embarazo tranquilo, así que le recomiendo que este en reposo al menos las próximas dos semanas.

Me quedo callada por unos segundos asimilando todo lo que el doctor ha dicho. La palabra abortar hace que un escalofrió recorra toda mi columna y aunque no es una idea que me encanta el hecho de estar en cama las próximas dos semanas, lo tengo que hacer por mi pequeña.

—Seguiremos todo lo que nos indique a la perfección. —dice Oliver con el semblante un poco más relajado.

—en caso de que sienta algún otro síntoma o vuelva a sentir el mismo dolor, por favor no duden en venir.

Después de que el doctor nos da un par de recomendaciones, sale de la habitación dejándome a solas con Oliver, algo que sinceramente me incomoda.

Toma mi ropa que esta doblada en una silla, por suerte puedo irme a casa hoy mismo.

Me incorporo de la cama y cuando creo que va a entregarme mi ropa, toma la bata de la orilla levantándola poco a poco.

Su mirada es hipnotizan te, ni siquiera lo detengo simplemente dejo que me despoje de la fea bata del hospital, tan solo dejándome en ropa interior.

Recobro la razón. —yo puedo vestirme sola.

Niega levemente, y simplemente termina vistiéndome como si yo fuera una niña pequeña.

Lo conozco demasiado bien. Y sé que esta angustiado, todos sus gestos lo delatan. Tiene miedo de que algo nos pase.

—Estoy bien, Oliver. Escuchaste lo que dijo el doctor. —digo en un tono tranquilizador.

—Entiende una cosa, _____. Nada está bien. Estuviste a punto de perder nuestra hija; ni siquiera estamos viviendo juntos, no puedo cuidarte como es debido. No me quieres a tu lado, prefieres al imbécil de Stoff. Es un inútil que ni siquiera pudo ayudarte.

—estaba asustado como todos. —lo defiendo.

—No me importa si quieres defenderlo. Pero escúchame bien, no las dejaré. Te lo dije antes, no te librarás de mí. —dice con demasiada determinación en la mirada.

—ya déjame en paz, maldita sea. Esta relación o lo que tengamos es toxico y no quiero que mi hija crezca así. Entiéndelo.

— ¿toxica? —ríe amargamente. —lo que sucede es que tú ya no me amas, eso es lo que sucede. No quieres estar conmigo.

— ¿Qué acaso no lo ves? Siempre que intentamos estar juntos algo malo pasa. Al final siempre nos separamos y después lo volvemos a intentar, pero eso se repite una y otra vez. Ya estoy cansada.

No dice nada, se queda pensativo. Hasta que al fin corta ese silencio incómodo. —lo siento. Ya no quiero estresarte más, eso le está haciendo mal a nuestra hija. Le diré a Denis y a Ben que ya pueden entrar. Cuídate por favor.

Don't Go (Oliver Sykes Y Tu) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora