sunset.¹⁰

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         Lluvioso sábado. Hoy había quedado con Yoongi en el acantilado para mi primera clase, si lo podía llamar así. El diluvio no ayudaba. Si seguía así, no podría salir; además de que cada gota que caía me quitaba las ganas. Este tiempo me hacia quedarme junto a la ventana y oir la lluvia caer mientras escuchaba U2 en el tocadiscos de mi padre. Era como si me quitara toda la energía pero tan relajante a la vez.

         A lo mejor era una señal de que no debía ir, que podía pasar algo malo en el camino o ahí mismo. No le conocía. Retiré la idea de que podía tirarme por el precipicio cuando recordé la paliza que le dieron. De verdad no le entendía, así que cuando se acercaba la tarde y empezó a escampar, la curiosidad ganó a la vaguedad. Cogí la guitarra y salí de casa, sumergiendo mis pisadas en las huellas de la lluvia.

      El gélido viento azotaba mi cara mientras me acercaba a las rocas. La brisa marina relajaba pero tensaba mis músculos, intentando calentar mi cuerpo. Necesitaba un abrigo nuevo. Paré al ver una caballera negra sentada en el mismo lugar del otro día. Guardó el mechero cuando me acerqué, el cuál apagaba y encendía como objeto de distracción.

- Hola.- saludé con la mano.

     Me observó unos segundos antes de soltar un "hola". Me senté delante de él.

- ¿Has aprendido algo nuevo?

- No. No he tenido tiempo. Además, no quiero empezar con otra canción hasta que no me sepa una bien.

       La verdad es que me costaba mucho saberme una melodía. Tenía unas cuantas partituras que saqué de un libro, pero me era complicado leerlas.

- Te voy a decir algo antes de todo. No soy profesor y esto es como una simbiosis: yo enseño y tú me das algo a cambio. Eso ya lo discutiremos. Mis clases no son las más productivas y educativas, pero creo que te puedo ayudar, aunque no sé porque no contratas a alguien mejor.

- No me lo puedo permitir.-

- Vaya, creía que eras de los ricos...- parecía decepcionado, aunque tenía la misma expresión.

     Tragué en seco. ¿Y si me deja plantado?¿Y si era un cleptómano? La verdad es que no tenía mucho que robarme, salvo mi preciada guitarra.

      Se cruzó de brazos, impaciente y al ver que no hacía nada, levantó las cejas.

- ¿No vas a empezar?

       Hice una mueca de asimilación y coloqué mis dedos sobre las cuerdas. Al terminar, estiró la mano hacía mí y por impulso me eché hacia atrás.

- Tranquilo, no muerdo.- dijo serio aunque con tono de burla.

- No es eso...- me excusé. Aún así me quedé alerta. No me fiaba mucho de los desconocidos.

     Arrastró su cuerpo, con la ayuda de sus manos, hacia delante hasta que nuestras rodillas rozaron.

- La tienes un poco desafinada.- comentó mientras intentaba arreglarla.

      Al acercarse pude contemplar su pálida piel. No tenía ni una marca o imperfección a diferencia de mí. Mi flequillo tapaba mis granos a los costados de la cara y mi piel era de un color amarillento, pero la suya un blanco impoluto.

- ¿Tienes la partitura?- preguntó una vez acabado.

- No. ¿La traigo mañana?

- No, en Navidad. Pues claro que la traes mañana, por eso te lo pregunto.- puso los ojos en blanco. Un rato después se despidió- Me tengo que ir. Anda, nos vemos.

       Lo observé marcharse. Sentía que no podía quedarse así.

- Espera.- grité levantándome. Corrí hasta él.- Me voy contigo.

     Hizo una mueca parecido a una sonrisa y salimos juntos del bosque. La noche se acercaba, pero el cielo estaba despejado dejando ver el claro atardecer.

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   Tenía este capítulo ya escrito y no quería dejarlo sin publicar.
      

❝Savior❞. jh&myDonde viven las historias. Descúbrelo ahora