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-Señorita Aurora, ¿Sabe la respuesta?- preguntó la maestra de Química, Janeth

-Claro que si, la respuesta es ácido base- sonreí

-¿Puedo saber qué es lo divertido de esto?- me miró fijamente

-Solo que hoy es mi día profesora- sonreí, a lo cual a ella, Peter, Max, Dariana y Camila me observaron, no me miraban, me observaban.

-¿Qué sucede hoy cuatro ojos?- preguntó Max jugando con las manos de Camila

-¿Qué te sucede a ti Max?- lo mire retadora -¿Te crees perfecto por tu cabello?-

-¿Y tú te crees la más delgada de todos aquí?- preguntó Dariana

-¿Y tú crees que porque tu padre es el trabajador de mi padre, dirás qué es el tuyo el que manda a todos?- reí

-¿Cómo? ¿Tu papá no es el gran trabajador?- preguntó Dariana

-¿Qué? No se de dónde saco está mentira- trato de sonar firme, pero fracaso

-Jóvenes- hablo la maestra Janeth

-¿Segura Camila?- Max soltó sus manos

-¿Y tú cómo vas a saber si mi papá es o no el jefe de esa empresa?- me retó

-Porque tu papá es un trabajador, mi papá es el jefe de aquella empresa- voltee mi vista a mi cuaderno de apuntes

-¿Acaso yo miento?- preguntó a lo cual los demás sólo voltearon a verse entre sí

-Yo que sepa no- dijo Dariana

-No- comento Peter

-Nunca lo has hecho- esta vez habló Max

-Jóvenes- volvio a hablar la maestra Janeth

-Chicos y chicas, la maestra Janeth le está hablando- ella es Marisol, la chica más inteligente de todo el salón, era una de las amigas que solía tener

-Mira Marisol, no metas tu nariz donde no te hablan- hablo Dariana

-Mejor no hables- retó Marisol

-Jóvenes, ustedes cinco- señaló al grupo de Camila y a mí -acompañenme con la directora Jazmín- se levantó del escritorio empezó a caminar -Es de ¡¡YA!!!- trono los dedos de su mano izquierda

-¿Está usted segura profesora Janeth?- el subdirector Michael habló

-Más que segura, caramba- alzó su mano izquierda

-Bueno jóvenes- se refirió a los otros cuatro -Creo que le harán compañía a la señorita Aurora, en cafetería- Michael acomodo algunos papeles

-¿Porque? Si la causante de este alboroto fue ella- Camila me apunto
Entiendo que me odie después de que dijera que su padre no es el dueño de la empresa de mi padre. Probablemente me este odiando más de lo que pienso

-¿Puedo entrar?- una voz masculina sonó a nuestras espaldas

-Claro hijo, pasa- no se porque pero a él ya lo había visto antes.
Ojos verdes. Su cabello oscuro y alborotado, más alto que yo

-Traje algunos documentos que te envía la señorita Jazmín- volteo a ver a a aquellos papeles y los entrego -Hola chicos, me llamo David- sonrió dulcemente

-Chicos, pueden ir a su aula asignada. Tomare en cuenta lo que han hecho- volteó a ver a David y sonrió

-Vaya! Al parecer alguien quedó fascinada con ese tal David- Camila me habló

-Ni pienses que alguien como él se fijaría encuentra una persona como tú- Peter mencionó

Sí. Tal vez no sea la más linda de todo el colegio. Probablemente no sea afortunada de tener alguien un persona como David. Quizá sea mejor soñarlo... Al igual que sueño que todo esta burla termine.
Desde que David entró en mi sueño, ayer por la noche para ser exacta, deje de ser la niña facial a la cual todos la criticaban. Todos la humillaba. Todos la hacían menos.

Quizá, solo quizá quisiera estar en aquel sueño por una larga vida. Estar con él, por que al menos aunque no lo crea, por primera vez soy feliz sin fingirlo, soy feliz a lado de él.

Era tarde.
El sol estaba por ocultarse, pero eso no me impidió ir a la escuela para ayudar en la cocina.
No fui la única. No. Los cuatro estaban ahí, miraban la cocina con desagrado. Al igual que me veían a mi. Siempre.

-Creí que no llegarías lagartija- Max fue el primero en hablar

-Miren quien se atreve a aparecer- esta vez habló Camila

-¿Cuando dejarás de darnos estos malditos problemas?- Peter preguntó

-Cuando tú y tus bola de amigos me dejen en paz- apunté con mi dedo índice a Peter

-Ahora se supone que nosotros tenemos la desgracia de que tu sea f...- por suerte no termino su frase

-Hola chicos, ¿Que hacen a estas horas por aquí?- era David, fácil de ver, pero de comprender ¿Que hacia el aquí? No lo sé

-Pues estamos aquí por la culpa de esta- Max fue el encargado de apuntarme

-¿Por qué esta? Tiene su nombre así como todos ustedes aqui- primera vez que un chico, que no era mi padre me defendía

-¿Porque la defiendes? ¿Acaso te gusta? Miren, ya tenemos a la pareja del año- Camila nos miro a ambos

-Camila, no te he hecho nada para que me digas eso- comenté casi llorando. Casi

-Has hecho todo. TODO. Desde que apareciste en este mundo todo se arruinó- me apuntó

-Bien. Yo ya hice mi parte, si nada mas me van a estar diciendo eso, me voy. Suerte- voltee de tal manera de darle la espalda a todos los presentes

Llovía.
La tempeatura bajaba cada vez que avanzaba, lo que hacía que a cada momento sintiera un escalofrío recorriendo mi espalda

-Aurora- una persona tomó mi hombro

-Déjame en paz- dije sin voltear

-Aurora, ¿Estás bien?- volteé

-Si David, gracias- sone fría

-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- me miró con esos ojos verdes tan lindos que tienes

Pregunta fácil, pero respuesta difícil.
Era difícil decir si a un chico que acababa de conocer ese mismo día.
Mi respiración se alteraba poco a poco. Lentamente.
Inhalaba. Exhalaba. Inhalaba. Exhalaba. Imite mi acción varias veces. Logre controlarme

-No gracias, puedo llegar a casa sola- sonreí y avancé

¿Tenía miedo? Si, y mucho ¿De qué? De que David, después del comentario que le di pueda llegar a hacer como aquellos cuatro, es mas le pondré un nombre, se llamarán Necesitados.
Es un gran nombre. Excelente.

Pasaban de las 10:00 de la noche, abrí la llave de la regadera. Fui sintiendo cada gota cálida que caía sobre mi cuerpo.
Necesitaba cambiar para bien a partir de ya, o probablemente esto pueda terminar peor...

Verdera HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora