capítulo 9

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Los rayos del sol hacían de las suyas cómo siempre, impactando la fuerte luz hacia mi bello rostro. Aún así, había despertado de buenas, todo gracias a que había pasado la noche con Donghae, no cómo esperaba, pero al menos lo había tenido en mi cama toda la noche y parte de la mañana. No supe en que momento del sueño nuestros cuerpos acabaron unidos, hae dormía plácidamente sobre mi pecho, con su boca ligeramente abierta, soltando un pequeño sonido de esta. Sonreí al ver ese chico transmitiendo mucha paz, cosa que a mi me faltaba. Acaricie su frente con el dorso de mi dedo, bajando por sus párpados, seguí por su delgada nariz y de ahí, a sus lindas mejillas libres de cualquier imperfección, simplemente bello. Llevé mi rostro muy cerca del suyo en busca de algo; sus labios, deseaba probarlos de nuevo, esa calidez que habia en ellos. Antes de besarlos, delinee a la perfección el contorno de estos con mi pulgar, y así rematar con muchos piquitos en esos labios.

Este niño dormía como un verdadero oso, no se movía o se quejaba de algo, ojalá asi fuera para cuando lo quisiera besar estando despierto. Me paré con mucho cuidado de la cama y así ir a darme un buen baño frío para despertar con energía. Ya acabado el baño, me cambié ahí mismo con ropa cómoda, tendría una sesión de fotos a las 5 para la marca de Kyuhyun que había aceptado, y de ahí regresaría de nuevo a casa para descansar un rato, tomar un baño caliente o quizá sólo ver televisión en lo que llegaba la hora para una fiesta que haría la empresa por cumplir 10 años de aniversario en un Penthouse en las zonas ricas de Seúl

Fui de nuevo a la cama viendo a Hae aún dormido. No tenía prisa en que despertara o algo urgente para que lo hiciera, pero quería verlo, ver su linda sonrisa inocente y esos ojitos tristes de cachorro que se cargaba. Lo llamé de nuevo suavemente, moviendolo del hombro un par de veces hasta sólo conseguir quejidos por su parte.

Fui a la cocina en busca de comida, mi estómago rugia con fuerza, pero no había nada más que cereal. Recordé a mi linda asistente cuando despertaba de un buen polvo, y al despertar, ella estuviera de pie, desnuda, cocinando algo para mi con una bella sonrisa. Ahora los papeles habían cambiando, yo iba a preparar comida o algo asi para cuando mi pecesito despetara.

Estaba sentado en la cocina, buscando unas lindas tiendas de ropa para mi acompañante y para mí. Teníamos que ir elegantes, de traje. Siempre habia odiado la idea de lucir aburrido en ellos, pero hubo un tiempo que promocione una marca de estos, que acabaron por gustarme, claro, arreglados con un estilo mío, luciendo diferente al resto. Vi unos bonitos color negro y otro en el mismo tono pero con detalles en todo éste. Seguí comiendo, enfocado en mi celular, cuando su linda voz me hizo mirarle

- ¿Dónde estoy? -

Murmuró ronco tallando sus ojos cansados tratando de ver a todos lados, cosa que la luz no le hacia justicia. Tenía sus cabellos revueltos y un lindo puchero en sus labios. Donghae era un chico con una sensualidad que le brotaba a flor de piel, sin siquiera él saber lo que poseía

- Estás en mi casa, anoche te subí ya que te quedaste dormido en el carro. Ve a bañarte rápido, que este día será muy entretenido, toma, lo mandó el CEO hace una hora más o menos, no te tardes y así desayunes algo antes de irnos-

Le enseñé mi celular, acabando mi plato. Lo dejé en la tarja y volví con él

- ¿Habrá una fiesta? Lo siento mucho Eunhyuk, pero yo no soy de andar de bares en bares, esos lugares... no sé, no me agradan -

- Mira Hae, en primera no es un bar al qué iremos, es un Penthouse, ¿Sabes cuánto cuesta rentar uno de esos? Miles de wones para un rato de diversión, aparte es de la empresa, no puedes negarte, y no porqué yo lo diga, si no porqué te obligan casi a ir, más porqué debes estar a "mi cuidado". Anda, vamos, tampoco quiero ir, así tendré a quién molestar -

Reí a lo que él también, sólo esperaba me dijera qué sí

- No lo sé, me iré a bañar y ya veremos después -

Dejó mi celular en la mesa de la cocina y se fue directo al baño con una sonrisa en su rostro.

Acabó de bañarse, vestirse y arreglarse, para comer lo mismo que yo. Salimos del edificio rumbo a lo que sería la locación de la sesión fotografíca; un callejón lleno de garabatos en las paredes, diciendo sabe que cosas, basura por doquier, oliendo realmente esa parte, aún así quedaba de acuerdo a la vestimenta que promocionaria; pantalones rotos y entubados, con una enorme playera que se asomaba por debajo también de una chamarra 3 veces más grandes que mi talla, una gorra y tennis por fuera del pantalón. Un estilo... urbano, por así decir. Donghae mantenía siempre un ojo a lo que pasaba detrás de las imágenes, y él otro captaba su atención. Por fortuna, se terminó pronto con muy buenas tomas, todas aprobadas por " mi asistente" .

En el camino logré convencerlo de ir a la fiesta. Cuando compramos los trajes, podía sentir emoción de ésta vez, sabía que nos ibamos a divertir. Tomamos un descanso en casa y faltando media hora para el gran espectáculo, una limosina pasó por nosotros, y así llegar de acuerdo al lugar y nuestros atuendos. Eran algo similares pero se diferenciaban por unas cuantas cosas. En el transcurso a donde sería dicha fiesta, abrí una botella de champán rosado, cosecha 76, serví dos copas hasta la mitad con el líquido burbujeante, dándole una a Hae

  - gracias pero.. no tomo -

Sonrió apenado regresando la copa

- no te vas a embriagar con esto Hae, sólo sentirás cosquillas en la garganta con un rico sabor, anda, toma al menos un sorbo -

Se la regresé. No muy convencido la tomó entre sus manos. Alce la copa, a lo que el hizo lo mismo, chocando ambas en un agradable sonido. Dimos un trago, para mi había sido exactamente cómo le había descrito la acción, pero al parecer a Hae no le gustó o trato de no tomar más

  - está rico pero, no debo tomar alcohol, es por... una promesa -

De nuevo apareció ese sentimiento triste que tenía cada que decía necesitar del trabajo. Iba a preguntar ésta vez, cosa que no pude hacer ya que acabábamos de llegar al Penthouse. Bajamos entre personas de seguridad, que nos escoltaron hasta entrar al enorme lugar.

La música sonaba realmente fuerte, retumbando en nuestros cuerpos. La alberca estaba llena de globos y accesorios propios de ésta misma. Las luces cambiantes de color a cada sonido de la música, advertía que sería una buena noche. Nos topamos con otros compañeros de la empresa y nos saludamos. Vi a mis costados en busca de Hae, lo vi de pie, admirando cómo había una batalla de baile en medio de la pista. Me miró y sonrió

  - me gusta como bailan -

Dijo acercándose a mi oido por la fuerte música 

  - también a mí, quizá más al rato alguien me rete a un duelo -

Solté de igual manera a él, aspirando el rico aroma que traía como colonia. Me vio con sus ojos abiertos y una sonrisa pequeña

  - ¿Bailas? -

Asenti orgulloso a lo que su cara cambió a una expresión distinta, una más  ... ¿burlona?

  - seré yo quién te rete en la pista,  mono -

Soltó muy seguro, para asi desaparecer entre los invitados e ir a la barra


¥paoo ¥

MI ASISTENTE PERSONAL (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora