Ella miró su erección.
- Estás “contento” - le dijo con una intencionada mirada -. Y estás desnudo.
Así le llamaban entonces en este siglo. Debería recordarlo.
- ¿Y eso te hace sentir incómoda? —le preguntó, asombrado por el hecho de que a una
mujer le preocupara su desnudez, cosa que jamás había sucedido anteriormente.
-¡Bingo!
— Bueno, conozco un remedio —dijo Nick, bajando el timbre de su voz mientras miraba la camisa de _______ y los endurecidos pezones que se marcaban a través de la tela. No podía esperar más para ver esos pezones.
Para saborearlos.
Se acercó para tocarla.
_______ se alejó un paso con el corazón desbocado. Esto no era real. No podía serlo. Estaba
borracha y tenía alucinaciones. O quizás se había golpeado la cabeza con la mesita del sofá
y estaba desangrándose, muriéndose poco a poco.
¡Sí, eso era! Eso tenía sentido.
Por lo menos, tenía más sentido que aquel palpitante estremecimiento que hacía que su
cuerpo ardiera. Un estremecimiento que le pedía que se lanzara al cuello de aquel tipo.
Y de justos era decir que tenía un bonito cuello.
*Cuando tengas una fantasía, muchacha, es que definitivamente estás agotada.
Seguramente habrás estado trabajando más de la cuenta, y estás empezando a llevarte a
casa los sueños de tus pacientes.*
Harry se acercó a ella y le encerró el rostro entre sus fuertes manos. ______ no podía moverse.
Se limitó a dejar que le alzara la cabeza hasta que pudo mirar de frente aquellos
penetrantes ojos, que con toda seguridad podrían leerle el alma. La hipnotizaban como los
de un mortífero depredador sosegando a su presa.
_______ se estremeció bajo su abrazo.
Y entonces, unos ardientes y exigentes labios cubrieron los suyos. ________ gimió en respuesta.
Había escuchado hablar toda su vida de besos que hacían flaquear las rodillas de las
mujeres, pero ésta era la primera vez que le sucedía a ella.
¡Oh! Aquel hombre olía estupendamente, daba gusto tocarlo y, además, sabía muchísimo
mejor.
Por propia iniciativa, sus brazos envolvieron aquellos amplios y fuertes hombros. El calor
del pecho del hombre se introdujo en su cuerpo, incitándola con la erótica y sensual
promesa de lo que vendría a continuación. Y mientras tanto, él se dedicaba a embelesarla
con sus labios con tanta maestría como un vikingo con la intención de arrasarlo todo a su
paso.
Cada centímetro de su magnífico cuerpo estaba íntimamente pegado al suyo,
acariciándola con la intención de despertar todos sus instintos femeninos. ¡Oh Dios! Su
presencia la estimulaba como ningún otro hombre lo había hecho jamás. Deslizó la mano
por los esculturales músculos de su espalda y suspiró cuando sintió que se movían bajo su
mano.
__________ decidió en aquel preciso instante que si era un sueño, definitivamente no quería que sonara el despertador.
Ni el teléfono
Las manos de Harry acariciaron su espalda antes de agarrarla por las nalgas y acercar más
sus caderas, mientras su lengua seguía danzando en su boca. El aroma a sándalo inundaba
sus sentidos.
Con el cuerpo derretido, exploró los duros y firmes músculos de su espalda desnuda,
mientras los largos mechones de él le rozaban las manos en una erótica caricia.
Harry sintió que su cabeza daba vueltas con el cálido roce de ___, con la sensación de sus
brazos envolviéndolo mientras sus propias manos recorrían su suave y pecosa piel, un
deleite para el hambriento.
Cómo le gustaban los sonidos inarticulados con los que ella provocativamente le respondía.
Mmm.... estaba deseando oírla gritar de placer. Ver cómo su cabeza caía hacia atrás
mientras su cuerpo se convulsionaba espasmo tras espasmo envolviendo su miembro.
Hacía muchísimo tiempo que no sentía las caricias de una mujer. Mucho tiempo desde que
no gozaba del más mínimo contacto humano.
Sentía un deseo candente que le recorría todo el cuerpo; si ésta fuese su primera vez,
devoraría a ___ como a un trozo de chocolate. La tumbaría y gozaría de ella como un
hambriento invitado a un banquete.
Pero tenía que esperar a que se acostumbrara un poco a él.
Muchos siglos atrás, había aprendido que las mujeres siempre se desvanecían tras su
primera unión. Definitivamente, no quería que ésta se desmayara.
Al menos todavía.
No obstante, no podía esperar un minuto más para poseerla...
La tomó en brazos y se encaminó hacia la escalera.
En un principio, ___ no reaccionó, perdida como estaba en la sensación de aquellos fuertes
brazos que la rodeaban con pasión; su mente estaba totalmente centrada en el hecho de
que un hombre la hubiera levantado del suelo y no hubiese gruñido por el esfuerzo. Pero al
pasar junto a la enorme piña que decoraba el pasamano de la escalera, salió de su
ensimismamiento con un sobresalto.
— ¡Eh, tío! —le soltó agarrándose a la piña de caoba tallada como si se tratara de un
salvavidas—. ¿Dónde crees que me llevas?
Él se detuvo y la miró con curiosidad. En ese momento, ___ fue consciente de que un
hombre tan alto y poderoso como aquél, podría hacer lo que le apeteciese con ella y sería
inútil intentar detenerlo.
Un estremecimiento de terror la sacudió.
Sin embargo, por muy peligrosa que la situación fuese, una parte de ella no estaba
asustada. Algo en su interior le decía que ese hombre jamás le haría daño
intencionadamente.
— Te llevo a tu dormitorio, donde podemos acabar lo que hemos empezado —dijo
llanamente, como si estuviesen hablando del tiempo.
— Me parece que no.
Él encogió aquellos hombros, maravillosamente amplios.
— ¿Prefieres las escaleras entonces?, ¿o quizás el sofá? —se detuvo y echó un vistazo
alrededor de su casa, como si estuviese considerando las opciones—. No es mala idea, en
realidad. Hace mucho que no poseo a una mujer en un…
— ¡No, no, no! El único sitio donde vas a poseerme es en tus sueños. Y ahora déjame en el
suelo antes de que me enfade de verdad.
Para su asombro, él obedeció.
Comenzó a sentirse un poco mejor una vez que sus pies tocaron tierra firme y subió dos
escalones.
Ahora estaban frente a frente, y casi a la misma altura; bueno, si es que alguien podía
estar alguna vez a la altura de un hombre con semejante autoridad e innato poder.
De pronto, el impacto de su presencia la golpeó con intensidad.
*¡Era real!*
¡Cielos!, Yare y ella habían conseguido convocarlo y traerlo a este mundo.
Con el rostro impasible y sin la más ligera muestra de que la situación lo divirtiera, la
miró directamente a los ojos.
— No entiendo por qué estoy aquí. Si no quieres sentirme dentro de ti, ¿por qué me has
convocado?
Estuvo a punto de gemir al escuchar sus palabras. Y más aún cuando la visión de su
cuerpo dorado, esbelto y poderoso introduciéndose en ella le pasó por la mente.
¿Qué se sentiría cuando un hombre tan increíblemente delicioso te hacía el amor durante
toda la noche?
Estaba claro que Harry sería delicioso en la cama. No cabía duda. Con la destreza y agilidad
que caracterizaban sus movimientos, no hacía falta decir lo fenomenalmente bien que…
________ se puso tensa ante el rumbo de sus pensamientos. ¿Qué pasaba con este hombre?
Jamás en su vida había sentido un deseo sexual como el que sentía en esos momentos.
¡Nunca! Literalmente hablando, lo tumbaría en el suelo y se lo comería entero.
No tenía sentido.
Se había acostumbrado, con el paso de los años, a que le describieran innumerables
encuentros sexuales de la forma más gráfica; algunos de sus pacientes incluso intentaban
conmocionarla o excitarla.
Ni una sola vez habían conseguido su propósito.
Pero cuando se trataba de Harry, lo único que tenía en mente era cogerlo, echarlo en el suelo y subírsele encima.
Ese pensamiento, tan impropio de ella, le devolvió la sensatez.
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Un Dios Griego (HOT)
FanfictionChicas solo quiero aclarar que la novela NO ES MIA. No se de quien es :s La saque de una pagina pero no se donde esta la escritora original :c Solo quiero que disfruten de esta novela como yo lo hice :D