Capítulo 4

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Todo pasó en cámara lenta. Clary corrió a frenar a su madre que intentaba matar a Jace con una flecha. Jace tomó a Valentine, que había sido herido, y lo arrastró hasta un portal que apareció en el medio de la calle. Solo fueron dos segundos, pero él me vio. Sus ojos se conectaron con los míos antes de irse, y solo me decían una cosa... "perdóname, es por tu bien", ¿cómo lo sé? pues, digamos que ya me ha dado esa mirada otras veces.

Me quedé en mi lugar sin poder un músculo. Todo a mi alrededor desapareció y me sumí en mis pensamientos mientras repetía la escena en mi cabeza. No lloré, no estaba triste, por lo menos no ahora, estaba furiosa, y parece que Clary no estaba mejor que yo, por lo que, sin decir nada, nos dirigimos al instituto. Simon, que estaba con mi hermana, se fue por su lado (quidin prihibidis lis sibtirrinios, maldito Aldertree)

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Cruzamos las puertas de la sala de entrenamiento y escuchamos como Jocelyn viene detrás nuestro corriendo.

-Clary, Emma, detenganse.

-¡¿Que es lo que está mal contigo?! Casi lo teníamos- dice la pelirroja enfrentando a su madre.

-No lo entiendes, ninguna lo entiendo.

-No, no entendemos como querías matar a nuestro hermano- le sigue la conversación Clary, a mi no me salen las palabras.

-Porque tu hermano no es quien tu crees, todavía hay muchas cosas que no saben...

-¿Y de quién es la culpa? Todo el mundo dice que Valentine es un monstruo, pero... tu acabas de intentar asesinar a tu propio hijo- le replica levantando el tono de voz.

-Cuando estaba embarazada, Valentine me drogó, experimentó con el bebé.

-¿Qué?

-Le inyectó a Jonathan sangre de demonio. Creyó que la sangre de demonio lo haría más fuerte, y así fue... pero también lo hizo malvado- cada palabra de Jocelyn es una puntada en mi corazón.

-Pero los subterráneos también tienen sangre de demonio, no todos son malos

-Emma, danos un poco de espacio por favor, quiero hablar con mi hija- no tuve tiempo de responder siquiera porque Clary le interrumpió.

-Ella no se va a ninguna parte, en este momento es la única en la que puedo confiar.-Jocelyn, dolida ante las palabras de su hija, se marchó dejándonos solas.

Mi hermana me miró y al ver que ni siquiera me movía corrió a abrazarme.

-¿Estás bien? Me tienes preocupada, ¿necesitas algo?- me dijo a toda prisa.

-Alec...- el nombre de mi mejor amigo salió como un susurro de mis labios.- lo necesito...

-Tranquila, iré por él y luego iré con mi madre a que termine de explicarme todo, tu tranquila y... ¿Emm? no hagas ninguna estupidez, esperalo sentada aquí.- asentí y, con un último abrazo se fue a hacer lo pedido.

Me apoyé en la pered y de a poco fui resbalando por ella hasta caer al suelo. Me abracé a mi misma y solo miré el suelo como si fuera la cosa más maravillosa del mundo. Los imagen de los ojos de Jace no logran salir de mi cabeza. Se repite una y otra y otra vez logrando que un escalofrío recorra mi cuerpo.

Siento como una mano me toca el brazo y levanto la cabeza para observar a la persona.

-Alec...- sus brazos me envuelven en un gran abrazo que hace tiempo necesitaba.

-Perdoname...perdoname pulga, no debí tratarte así, Jace también es tu hermano, pero estaba tan cegado por encontrarlo que aleje a las personas más importantes en mi vida. Se que metí la pata pero espero que sigamos siendo amigos- termina de decir rompiendo el abrazo.

The love of a ShadowhunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora