CAPITULO 11

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— ¿Un juego? — preguntó Gohan — no entiendo
Núm 15, volteo a ver por un breve instante a cata con una gran seriedad, la cual solo hizo que su hermana asintiera con la cabeza, dando a entender que traían algo entre manos.  Después de eso, ambas regresaron su mirada al joven pelinegro y a su acompañante, para dar inicio a su plan.
— si, Gohan — dijo 15 con una felicidad notable — ¿Que no los conoces?, O ¿No te gustan?
— eh...no, si los conozco, pero... — comento el chico de cabellera, para luego cambiar a un semblante más frío — pero este no es el momento para juegos infantiles, estamos aquí para tranquilizarnos y hacer que no destruyan a la tierra.
— si ya lo sabemos — dijo la androide desinteresada — por eso te propongo algo. Si tú ganas el juego, te prometo que acataré tus órdenes; pero si yo gano, tu seguirás las mías.
Gohan al principio dudoso no pensaba en aceptar, ya tenía todo pensado; negar su propuesta y sacarla de la cafetería lo más rápido y pelear, sabiendo que no podían manejar al 100% sus habilidades el ganaría, después de derrotarlas, huir y así nadie lo descubriría, pero no se esperaba que su amiga lime hablará.
— aceptamos — dijo aquella chica feliz, levantándose de su asiento.
— genial — comento cata, entrando en la conversación — ¿Pero que clase de juego será?
— tu, confía en mi — dijo la androide castaña, dándole una cálida sonrisa — no dejaré que nadie me de órdenes.
Mientras tanto; en otra capital, en la capital del oeste con exactitud, se encontraba una mujer con cabello azul alimentando a su hijo, junto a su esposo que estaba recargado en una de las paredes de esa habitación.
— toma trunks — decía la chica con una cucharita de comida en su mano.
— ¿Mujer, ya vas a terminar? — comento su marido, algo exasperado — ¡Te estoy hablando!
La joven solo soltó un breve suspiro y volteo a ver a su amado con un semblante de enojó — Vegeta, ¿que te he dicho?, me llamo Bulma.
— eso no me importa — dijo — ¿ya vas a terminar?
Después de oír eso, la peliazul se levantó de golpe con mucha frustración para ponerle fin a esto.
— ¡No sé!... ¡No sé Vegeta, cuanto tiempo me tarde en alimentar a NUESTRO hijo! — grito haciendo notar una vena en su cien — listo... Feliz.
— hmm — ignoro Vegeta — quiero que repares hoy mis robots de entrenamiento — ordenó el príncipe, para después ir rumbo a la cámara de gravedad, pero bulma lo detuvo.
— es cierto Vegeta... — dijo Bulma, llamando la atención de este — no voy a poder reparar tus robots.
— ¿Que? ¿Por qué?
— Voy a crear unos robots, para Gohan
— ¿Eh? — dijo regresando al lugar donde estaba — ¿Que no Gohan había huido?
— estás en lo correcto —  musitó Bulma, para luego retirarse de la cocina e irse a su laboratorio — ... milk dijo que esperemos a que Gohan vuelva solo, pero... ¡ESTAN TODOS OLVIDANDO, QUE GOHAN AUN ES SOLO UN NIÑO! — grito con mucha fuerza apretando su pecho con ambas manos, y bajando su mirada para ocultar sus primeras lágrimas —  lo sé... Lo sé perfectamente, Vegeta... Sé que Gohan es mitad sayajin, se que el fue capaz de vencer al monstruo cell, cuando nadie ni Goku pudieron vencerlo. Pero se están olvidando que Gohan es solo un chico de 11 años, el ahora necesita atención y ... Amor.
— vamos mujer — dijo frustrado — ese insecto es fuerte
— no entiendes nada — comento la peliazul, caminando hacia su laboratorio, pero a medio trayecto se para en seco, dándole aún la espalda a Vegeta — si encontramos a gohan... ¿Dejaras que se quede aquí?
— hum — gruño el peliflama — ¿No sería mejor regresarlo con la esposa de kakarotto ?
— eso pensé antes — hablo la mujer —  pero ahora me he dado cuenta de que milk cambio.
— vaya... — comento el sayajin para voltearse, y comenzar a irse — has lo más conveniente
Después de eso, ambos tomaron caminos contrarios y se fueron a diferentes lugares; mientras Vegeta volvía a entrenar, Bulma comenzó a hacer planos para los robots que buscarán al pelinegro.

No creeré en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora