La Escalera y El Mar de Recuerdos

10 1 0
                                    

Lo siento...

No quería irme así...

Sabes como soy yo...¿No?

Había salido corriendo, no me gusta estar rodeada de tanta gente, sabia que era una mala idea siquiera venir a esto...

Lo ultimo que recuerdo es que corrí hasta la primera puerta que note, esta conducía hasta unas escaleras que nunca antes había notado en esa casa, corrí para que no te sintieras avergonzada de mi, de haberme invitado a algo tan importante...

Corrí sin mirar atrás, no sabia hacia donde llevan esas escaleras, pero solo quería salir de ahí, lo siento...

Después de estar un rato corriendo, pareciera que esas escaleras nunca iban a terminar, hasta que encontré esa puerta...

Estaba segura de que esa puerta no llevaba a ninguna salida, o eso creía yo. Pero no podía asegurar nada si no la abría...

Gire la perilla con cuidado para no romperla, se notaba que la puerta era vieja, no quería aparte de avergonzar a mi Amiga, también romper una puerta que parece mas vieja que Jerusalén...

Abrí dicha puerta y algo me decía que debía entrar, así que lo hice. La habitación estaba obscura, así que decidí buscar el encendedor. Donde quiera que este.

¡Lo encontré! Al fin podría ver en donde demonios estoy y hacia donde podía dirigirme sin chocar con algo, cosa que me pasaba mucho, aun con la luz encendida. Luego de encender la luz, no poda creer donde estaba.

Parecía estar en el fondo del océano, pero...por alguna razón, podía respirar como si nada, volteé para devolverme por donde había venido, pero la puerta por donde entre se había esfumado, cada vez esto se ponía mas raro.

Me quede pasmada unos momentos tratando de entender todo, porque sinceramente, no tenía sentido. Por mi cabeza solamente pasaba -Esto debe ser una broma de mal gusto.- pero dudaba que esta familia haya descubierto la tecnología como para que yo respire bajo el agua, y que aun sobre eso, que mi cabello ni nada de mi este siquiera un poco húmedo.

Dure unos minutos ahí parada, pero pensé -Debo avanzar, si me quedo aquí no se que ocurra...- así que comencé a caminar en linea recta, lo que menos quería era perderme, ya que bueno. Ni sabia como salir de ahí.

Eventualmente todo se volvía de un tono más obscuro, me daba aun más miedo, pero lo primordial era buscar una salida de donde fuera que estuviera.

Sentí que algo tocaba mi muñeca, por instinto di un pequeño salto y me di cuenta de que era un pulpo el que me había tocado, y además se había llevado mi pulsera favorita, la que me regalo ella cuando nos conocimos.

El pulpo salio nadando lo más rápido que pudo, y yo salí detrás de el. Lo perdía de vista, no sabia a donde diablos corría, solo quería mi pulsera.

Mire al pulpo en la lejanía, había entrado a...¡¿Un Puerta!?. Pensé -¡Es posiblemente una salida!.- Así que corrí lo mas rápido que pude hasta ella y la abrí, lo que había dentro no era para nada una salida, era mas bien... Un recuerdo.

Era un recuerdo de cuando nos conocimos y me entrego esa pulsera, lo recuerdo bien...Una compañera de clase había roto mi tarea de manualidades, era un llavero, pero por alguna razón quise hacerlo en forma de llave, si. No era la mas lista. Pero fue cuando ella llego, una niña un año mayor que yo. En ese tiempo tenia 9 años, era muy llorona. Ella se presento mientras trataba de calmarme, su nombre era Sol, me dio algo de risa en ese momento, no era un nombre muy común que digamos, ella me coloco una de sus pulseras y me dijo que cada vez que me sentía mal, recordara algo bueno que me transmitiera felicidad, por lo que dijo, eso siempre se lo repetía su mamá. Así comenzó una hermosa amistad de ya 9 años, si. Tengo 18, por lo que ella tenia 19. Luego de ello. Un pensamiento paso por mi cabeza.

Tu Y Tus Historias...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora