...en el camino que me lleve hacia sus besos (Parte 2)

877 113 30
                                    

Aterrorizado, me quedo inmóvil. En el momento en el que nos ve, su primer reflejo es sonreír, pero ni siquiera dura un segundo y se da cuenta de lo que evidentemente estaba pasando antes. Con una expresión de pura confusión en su cara nos mira, pero principalmente observa a su hermano mayor.

"¿Tú... y...?" Percibo como su estatura completa se derrumba y Marto se queda con los hombros colgando en una manera en la que nunca lo he visto: desamparado. Martín no sabe qué hacer o cómo debería reaccionar. "¿Tú y... Villa?"

"Marto..." dice Simón con un hilo de voz. Se ve como si fuera al límite de llorar, ya tiene lágrimas en sus ojos. "Es que..."

"¿Ustedes son pareja?" pregunta en voz ronca. A mi lado, Monchi se pone de pie con piernas tambaleantes y se acerca a su hermano.

"Es que..." empieza Simón, pero su voz falla.

"Ustedes son pareja." Esta vez suena más como un entendimiento. Nadie de los hermanos sabe qué decir, así que yo me levanto.

"Sí," digo en voz firme, haciendo dos pasos hacia Martín. "Lo amo." Rodeo mi novio con un brazo. Ahora necesita mi apoyo más que nunca.

"¿Eres... gay?" La pregunta flota en la atmósfera tensa como algo amenazador. Nunca hemos hablado sobre nuestra orientación sexual, aunque yo la haya aclarado para mí mismo. Estoy bastante seguro de que soy gay, pero no sé si Simón lo sabe seguramente también.

Martín espera una respuesta de su hermano, quien mira al suelo avergonzado. Verle así provoca una rabia dentro de mí. Él no debe tener vergüenza porque le gustan los hombres. Nadie debe sentirse avergonzado por eso. Justo cuando quiero explicarlo a Martín, él abraza a su hermano.

"Te amo también," murmura en la nuca de Simón. "Debe haber sido demasiado difícil para ustedes." Se separan y Simón nos muestra una sonrisa que me calienta el corazón, a pesar de sus ojos mojados.

"Sí, era muy difícil," contesta. Martín mira a su hermano tímidamente y evidentemente no sabe qué hacer ahora.

"Ehm... ¿quién lo sabe?" nos pregunta.

"Sólo Isaza y Alejo. Nadie más," le contesto.

"No se preocupen, sólo necesito tiempo para asimilarlo..."

"Voy a explicarte todo más tarde en casa," le informa Simón.

"¡Marto! ¿Dónde estás?" Un grito suena desde los chicos jugando al fútbol.

"Sí... bueno... debería volver a los chicos para que no piensen que algo haya pasado..." Martín esta vez nos regala una sonrisa típica de él, aunque todavía un poco inconsciente de cómo actuar. "Debe haber sido tan, tan complicado para ustedes..." Sacude con la cabeza.

"Pero ha valido la pena," digo sonriendo y vuelvo a rodearle a Monchi con mis brazos. "Aunque haya sido un camino duro."

Simón añade a mi frase, "Y no pienso dar ni un paso atrás en este camino que me lleve hacia sus besos."

Si Tú Te VasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora