...y que aunque llevo cargas del pasado (Parte 2)

1K 128 46
                                    

"¡NO!" Me despierto con un grito desesperado, sentado en mi cama y empapado en sudor. Respiro fuertemente. Mi cabello mojado pega en mi frente y mi pijama húmedo está ceñido a mi piel. No puedo pensar correctamente. Mi pesadilla hace que todos mis pensamientos vuelan como loco en mi cabeza. Por lo menos mis bóxers no son mojados, pero esto no me sorprendería. Mi sueño fue lo más horrible que he soñado en mi vida. La gente odia nuestra relación. Creen que es una vergüenza. No los retrocede dañarnos. O herirle a Monchi gravemente. Matarle a... a... Monchi. Mi Monchi.

Me doy cuenta de que las sabanas y el colchón también están húmedos de sudor, pero no me importa. Sólo tengo una cosa que hacer. Busco mi móvil en mi mesita de noche y lo desbloqueo. 4:13 a.m. Sin pensar, llamo a Simón, respirando agitadamente.

"¿Hola?" Oigo la voz soñolienta de Simón e inmediatamente me siento mejor.

Echo un suspiro. "Monchi..." Es la única cosa que puedo decir.

Puedo percibir como Simón ríe somnoliento. "¿Me has llamado sólo para decirme esto?" pregunta susurrante.

"Sólo necesitaba oír tu voz."

"¿Qué quieres que te diga?" me pregunta en voz seductora.

"No me importa," respondo, inhalando rápidamente.

"Te quiero más que todo en el mundo. Tu sonrisa. Tu cabello. Tu cuerpo..."

Siento un calor familiar difundirse en mi cuerpo al escuchar sus palabras. Lo amo tanto.

"Simón, yo tengo que contarte algo también."

"Dímelo."

Me cuesta mucho pronunciar esas palabras. "He tenido una pesadilla terrible y por eso me desperté a esta hora. Yo estuve en el colegio, en el pasillo y... y Luis estuvo allí también..."

"Villito... esto pasó en el quinto grado. Luis y sus amigos te intimidaron sólo por un año y sólo porque ellos tenían ganas de hacerlo. Tú eras el más chiquito, él que solía llorar rápidamente. Se fueron del colegio uno tras otro y nunca más te habían molestado. Tienes que olvidarlo, ladroncito." Simón intenta calmarme.

"Pero... el sueño no tuvo lugar hace siete años, sino hoy. Me... me aporreó porque soy gay. 'Puto maricón,' eso fue lo que dijo. Y me golpeó una y otra vez..." Mis lágrimas vuelven otra vez y no puedo evitar sollozar.

"Villa. Villa, tranquilízate," dice Simón. "No pasó en realidad. Nunca va a pasar. Yo estoy acá por ti. Siempre te ayudaré porque te quiero... solamente te quiero." Sus últimas palabras se reducen a un murmullo.

"Lo sé, Monchi. Pero tú estuviste en mi sueño también... y me querías ayudar, pero no lo podías. Lo intentaste, pero sólo no podías vencerle a Luis. Y él... él arrojó tu cabeza contra el casillero y tú..." Mi voz falla. "Tú ya no te despertaste. No... no tenías un pulso..." Me rindo a las lágrimas y las dejo fluir.

"Villa. Escúchame, Villa. No debes preocuparte. Estoy bien. Desde que te tengo a ti me siento más vivo que nunca. Contigo podría vencerle a cada persona en el mundo mil veces sin cansarme ni un poquito. Estoy contigo por siempre y sé que tu harías lo mismo. Ni un Luis o cualquiera otra persona pueda hacernos daño. Nuestro amor nos protege."

"Simón..." Me siento mucho mejor después de que él lo dijo. "Eres tan poético y romántico."

"Mucha gente me lo dice," ríe. Su risa perfecta me alegra aún más.

"Gracias. Te necesitaba. Ahora me siento mejor."

"Me alegra que te haya podido ayudar, Villito."

"¿Nos vemos mañana?" pregunto con esperanza.

"Claro que sí," me responde. Un poco más bajo dice, "Extraño tus labios..."

"Me hacen falta los tuyos también..." susurro.

"Hasta mañana. Te amo," Simón se despide.

"Hasta mañana, Monchi," respiro en el móvil. "Mi Monchi."

Paro la llamada y me acurruco a mi almohada otra vez. Cierro mis ojos pensando en la persona más perfecta del planeta.

Sé que he dado contra el mundo. Sin él, había perdido la esperanza. Pero aunque llevo cargas del pasado, él siempre estará acá.

Si Tú Te VasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora