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La banda fue a un restaurante como celebración por sus logros del año. Para su tranquilidad cerraron el local, y pidieron que no hubiera trabajadores jóvenes. Había mucha seguridad en las puertas y  pasillos.

*

Cuando llegue a trabajar me dijeron que no podía atender público, porque era muy "joven". Tengo 29 años, pero era demasiado joven. No entendí bien lo que paso. Era un buen trabajo, un día encerrada en la cocina porque había una banda famosa, no me parecía un gran sacrificio.No me dijeron el nombre de la banda. 

Estaban de muy buen ánimo y eran muy ruidosos. Uno de los camareros me dijo que un chico rubio se tropezó en el pasillo. Tenía mucha curiosidad.

Habían ordenado mucha comida. La jefa me pidió retirar platos, pero tenía que cubrir mi rostro para no tener problemas. Termine siendo  yo  quien parecía idol; con el cabello cubierto, por trabajar en la cocina, y con una mascarilla. Estaba irreconocible.

Cuando entre, apenas notaron mi presencia. Fue una experiencia surreal, era Bts. Estaban los siete relajados, riéndose y comiendo. Eran mucho más hermosos en vivo. Me sentí muy sobre estimulada. Quería quedarme ahí toda la vida y al mismo tiempo salir rápido. Me puse muy nerviosa.

Estaba terminando de levantar una bandeja cuando RM da un manotazo y me empuja, de forma accidental. Estaba tan emocionado explicando algo, que no me noto. Yo perdí el equilibro y bote una fuente de metal. Antes que pudiera agacharme Jungkook ya la había levantado. Yoongi dijo a RM que se disculpara, el joven rápidamente hizo una reverencia. Jin también se disculpó por su dongsaeng. Yo no dije nada, solo gesticule torpemente con las manos que todo estaba bien.

Sentí que fue eterno aceptar las disculpas, tratando de irme. No quería que me notaran, tenía que pasar desapercibida. Después no quise moverme de la cocina.

Cuando se fueron la dueña dijo que podíamos cerrar. Ellos serian los únicos clientes de la noche. Me quede a limpiar, porque mi jefa me permitía usar el salón para bailar cuando esta vacío. Al terminar ordenaba y cerraba.

Trate de sacar los platos lo más rápidos posible, para poder aprovechar el espacio. En mi casa, bueno en mi pequeña habitación, no tengo el espacio para ensayar. Y en el restaurante, hay un espejo enorme, así que siento que estoy en un estudio profesional.

Cuando termine de limpiar, corrí las mesas y me puse los audífonos para empezar a elongar. Con todo el movimiento que hago ordenando ya tengo el cuerpo precalentado.

*

Los chicos estaban muy cansados después del festín, la mayoría durmió en el auto. Jungkook noto que había dejado su celular en el restaurante, así que al llegar tomo un auto y fue de vuelta por él.

Al llegar se puso la mascarilla y una gorra. Toco la puerta, pero no hubo respuesta. La empujo y se abrió sin problema, al entrar estaba vació. Pregunto si había alguien, pero no recibió respuesta. Pensó que podían estar en alguna bodega y no podían escucharlo. Decidió simplemente ir al salón, para buscar su teléfono.

Cuando entro vio a una joven con una trenza rosa larga hasta la cintura, estirándose en el suelo con las piernas totalmente abierta. Tenía puesto unos audífonos, no había notado su presencia .

*

Estaba tratando de estirar totalmente mis piernas. Era de mis partes favoritas sentir ese placentero dolor de llegar hasta el final. Estaba muy relajada cuando me levante, por eso fue una gran sorpresa cuando vi en el reflejo a un hombre parado tras de mí.

Me quite los audífonos y le dije:

-¿Cómo entraste aquí?

- Estaba abierto.

- ¡Maldición! Olvide cerrar.

Corrí hacia la puerta sin notar quien era el joven. Nunca me había pasado. Si llegaba la dueña y encontraba abierto, estaría en graves problemas.

Cuando cerré me relaje y tome conciencia que estaba con muy poca ropa encerrada con un hombre desconocido. Tome lo primero que encontré, que fue un cucharon, y volví al salón.

*

La chica entro en el salón con un cucharon en las manos directo a ponerse su chaqueta. Muy desconfiada se acerca al chico y lo mira de arriba hacia abajo.

- Disculpe, no quise asustarla. Olvide mi teléfono aquí.- En ese momento noto que era Jungkook.- ¿Cuál es su nombre?

-  Encontré el celular, esta en la recepción. Lo traeré.

Al dirigirse a la puerta él la detiene y la observa fijamente. Ella se sonroja por la intensidad de su mirada.

- Es la misma chica de la tarde. Namjoon hyung la empujo.- Dijo muy respetuosamente.

- ¿Puedes dejarme pasar?- Tratando avanzar.

- Perdón, no quise incomodarla.- Y se mueve rápidamente.- Es que su mirada me parce muy particular.- Dijo mirando al suelo.

- ¿Gracias?- Algo confundida. Va en busca del teléfono.- Aquí está tu celular. Yo lo encontré, nadie lo toco. Sé que les preocupa mucho su privacidad.

- Muchas gracias. Hubiera estado en problemas si lo pierdo. Tengo muchas fotos y letras de canciones que no han salido aun.- Dijo muy sincero y agradecido, mientras hacia una reverencia.

- Me alegro que no hayas tenido problemas. ¿Necesitas algo más?

- ¿Podría tener su número de teléfono?- Dijo avergonzado, mientras ofrecía su celular.

*

Era un joven muy hermoso. Se nota que es un niño aun, pero es muy atractivo. Cuando me miro a los ojos sentí la cara muy cálida y roja. Niñito atrevido.

De todas formas fue tierno que me recordara. Me vio por no más de dos segundos. Por eso les va tan bien a los idols, saben que decirle a un chica y dejarla engatusada. Pero cuando me pidió el teléfono lo encontré un poco exagerado, ¿Para qué quería mi número?

No iba a llamarme, no iba a tener una cita con él. Son esas cosas que hacen los hombres. Como cacería, solo tener conquistas. Una lista de mujeres que a un solo llamado se mueren por ellos. No quiero estar en la lista de ningún hombre. Aunque sea un idol. Así que le dije que no.

Su carita de bebe se puso tan triste. Me dieron unas ganas de abrazarlo. Era la misma expresión que pone un niño cuando le quitas su juguete, esa mirada de dolor que se va convertir en llanto. Siempre caes en su juego y le pasa el juguete rápidamente, para que no llore. Eso sentí, que tenía que darle mi número para arreglar su carita. Pero me controle. Él era un adulto, aunque joven, tenía que lidiar con el rechazo.

*

La chica rechazo en seco la petición. El joven se quedó en silencio por un momento, pero recobro su valor.

- Entonces ¿Podría dejarle mi numero?- Dijo esperanzado.

- ¿Tu numero?

- Sí. Usted no quiere que la moleste. Puede llamarme cuando le acomode.

- ¿Para qué te llamaría?

- Me gustaría conocerla. Llamarla Nuna.-Dijo tiernamente, la chica se sonrojo.

- ¿No te da miedo que venda tu número a las fans?

- Si.- Dijo armándose de valor.- Pero más miedo me da no volver a verla.

- Solo pareces inocente, niñito. Eres muy astuto.

- Solo soy sincero. Creo que es hermosa.- Dijo muy seguro.

*

En ese momento pensé que era la oportunidad de mi vida. Este pequeño angelito se estaba entregando en bandeja. Si no hacía algo lo lamentaría toda mi vida. Así que simplemente me lance.

Le dije que esperara sentado mientras iba al baño. Me lave la cara y me di valor. 

Cuando volví estaba ahí en medio de la sala, nervioso. Me acerque, me senté en sus piernas y los bese en el cuello.

Dime NunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora