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Catalina se quedó ensayando hasta la madrugada, después del trabajo. Necesitaba bailar para quitarse de la mente a Jungkook, y sus encuentros. Pero era imposible no pensar en cada uno de sus movimientos. Era tan delicado y firme a la vez. La había tocado como si fuera un instrumento musical bien afinado. Entre el baile y los recuerdos, la noche paso volando.

Al ver la hora, noto que su celular estaba apagado. No sabía la hora, pero estaba amaneciendo. Cerró y volvió a casa.

Al entrar a su hogar, dejo cargando el celular y se fue a bañar. Al acomodarse para dormir un poco noto que en la pantalla del móvil tenía llamadas perdidas y un mensaje.

"La llame, creo que tiene apagado el teléfono. Perdón por irme tan apresurado. Espero volver a verla pronto"

*

Niñito adorable, me llama al día siguiente.

Es un caballero, me trato tan bien y es un gran amante.Debería dejar de reprimirme y disfrutarlo. Dejarme llevar.

Para ser francos, tengo miedo. Es tan hermoso, sera muy fácil enamorarme de un chico como él.

Bueno lo que pase, pasará. No lo rechazaré más.

*

Dos días después Catalina está en su habitación y toma su teléfono con convicción.

- Quiero verte hoy.

- Nuna, hablaré con mis Hyungs. Espere por mí.

Después de cuarenta minutos, el joven estaba tocando la puerta de Catalina.

*

Abrí la puerta y ahí estaba con su gorro y  mascarilla.

Entró impaciente, cerré la puerta y se abalanzo sobre mí.

Me levanto y me posiciono sobre el mesón.

No me dio un segundo para respirar. Se quitó la ropa que llevaba de la cintura hacia arriba. Su cuerpo no terminaba de sorprenderme. Era tan firme, suave y masculino.

*

La pareja ansiosamente se desnudó encima del mueble, el joven volteo a la muchacha, para entrar en ella. Mientras él miraba su espalda, ella sentía todo el vigor de esos veinte años bombeando a través de su cuerpo. Por un momento le jalo del pelo y ella pudor lograr el clímax.

Pasaron toda la noche encima de ese mesón, sin descansar, ni ceder.

*

Era insaciable, pensé que me iba a desmayar de placer o de cansancio.

¿Que come ese niño, como tiene tanta energía?

Solo sé que cuando vi la hora eran las seis de la madrugada y mi cuerpo no daba más. Simplemente me quede dormida.

*

Tomo el cuerpo desnudo de Catalina y lo dejo sobre la cama. Le puso una camiseta y la arropo. Se metió a la ducha, se acostó a su lado. La mueve, para apoyarle la cabeza en su pecho. Solo al sentir el aire tibio de la boca de Catalina chocando con su mentón, pudo conciliar el sueño.  

Dime NunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora