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Los dos se  miran en silencio a espera del primer movimiento. Catalina ya no era una niña y sabia que cualquier error seria fatal. Era el momento de decidir que quería que pasara con Jungkook. Jimin era el bocado del pecado. Si se entregaba  a esa mirada, ya no habría vuelta atrás.

*

Tengo que hacer algo y ya. Da lo mismo la razón por la que vino, tengo que aprovechar esta oportunidad.

*

La chica da el primer paso, muy segura. Su presencia desequilibra a Jimin, ella aprovecha el impulso y deja al joven sentado otra vez.

Posa su mano izquierda en el hombro del chico y se agacha para susurrar en su oído:

- Con las niñas este acto debe ser muy eficaz.- Dijo mientras desliza su mano derecha por el pecho de chim chim.- Pero yo soy una mujer.

-Nuna...- Dice nervioso, sintiendo la mano rápidamente descender hasta su muslo.

Pero el plan de Catalina era diferente. Antes de que el joven pudiera hacer un movimiento, ella pasa de largo y levanta el celular de la cama. Bbusca el contacto de Jungkook.

- ¿Cuando van aprender a ponerle clave a sus teléfonos? - Dice malhumorada, esperando que contesten.

*

Pensé en los labios de Jimin recorriendo mi cuerpo, y me sentí demasiado persuadida a lanzarme sobre él. Pero no tenia ningún sentido buscar consuelo con el Hyung del chico con el que tuve una aventura.

Si quiero vengarme, es por que me importaba y estoy herida. Cosa que no estoy. 

Pero si me importara, herirlo de esa forma es muy bajo. 

Solo dejaré un mensaje claro. Y cerrare este extraño capitulo en mi vida.

*

- ¿Hyung?- Contesta el confundido joven maknae.

- Es Catalina.

Dime NunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora