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Jimin no reacciona en lo absoluto. Nunca pensó que fuera así de decidida. Se quedo sentado e inmóvil, mientras Catalina hablaba por su teléfono.

- ¿Me recuerdas?

- Nuna.

- Deja el acto. No te creo nada.

- Espere.

- No me interesa que te hayas aburrido de mi. Pero no invites a tus amiguitos a jugar conmigo. No me gustan los niños, hice una excepción contigo. Claramente fue un error que no volveré a cometer.- Y corta el llamado.- Ahora fuera de mi casa.- Dice mientras le tira el celular.

- ¿Estas segura?

- Sal de mi casa ahora o subo una foto en twitter que te tengo aquí.

Jimin salio de la casa en ese mismo instante y la chica quedo sentada en medio de la sala. Apenas se cerro la puerta el nudo que tenia en la garganta de desato y comenzó a llorar.

*

Soy una estúpida. Estoy llorando porque paso lo que sabia que iba a pasar. Es tan absurdo, era un niño. No podía ser mas obvio, pero no, fui y me enamoré del niñito con el que tenia sexo.

¿Y ahora que voy hacer? Lo veo en todos lados. Necesito escapar, si me quedo aquí me voy a marchitar.

*

Al siguiente día la chica saco un boleto en tren para ir al campo. Renuncio a su trabajo y paso todo el día haciendo tramites para dejar Seúl. Llego muy cansada, pasada la media noche, a su casa. Iba llena de bolsas para poder comenzar a empacar. 

Cuando entro, vio a Jungkook de pie en medio de su sala. La chica tiro las bolsas al suelo y corrió hacia él. Lo golpeo con un beso tan profundo y apasionado que el joven perdió el equilibrio por un momento. Ella aprovecho el impulso y lo empujo a la cama. Estaba poseída por la pasión, necesitaba sentir el calor de su piel desnuda contra su cuerpo. Arranco la ropa del joven con desesperación. No quiera volver a sentir lejos de ella esa calidez. Él simplemente se entrego al placer y ella tomo su miembro para introducirlo en ella. Cuando por fin lo tuvo dentro, Catalina sintió un enorme alivio, como si por fin hubieran sacado una astilla profundamente clavada en su piel. 

Todo ese desenfreno se transformo en una calma profunda y satisfecha. Estuvo sobre Jungkook por horas, lentamente una y otra vez. No lo dejo conseguir el orgasmo, cada vez que lo sentía cerca, ella se detenía. Era una larga y maravillosa tortura, que termino con un climax tan potente e intenso, que ambos cayeron rendidos.   



Dime NunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora