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Pasaron un par de días desde la noche que pase con Jungkook y todo había vuelto a la normalidad. Trabajar, tratar de bailar y buscar audiciones.

Estaba en mi habitación cuando sonó mi teléfono, era un número desconocido, no conteste. Pero a la cuarta llamada, me entro curiosidad.

*

La chica contesto el teléfono y escucho la voz de Jungkook al otro lado.

- ¿Nuna?

- ¿Jungkook?

- Sí. Qué bueno, es usted. Por un segundo pensé que el número no estaba bien. Como no contestaba.

- No sabía quién era, por eso no conteste.- Dijo algo impaciente.- ¿Que necesitas?

- La llamaba para saber si podíamos tener un cita.- Dijo nervioso.

- ¿Una cita?

- Si, una cita. Salir a comer algo.

- ¿Te dejan tener citas?

- No, pero mis Hyungs me van ayudar.

*

El chico quería una cita. ¿De qué iba hablar con Jungkook? No teníamos nada en común. Tiene como diez años menos que yo. Una cita consiste en conocerse y hablar. No quería pasar por eso con él, iba ser tan incómodo.

*

- No creo que sea buena idea.

- Deme una oportunidad.- Dijo suplicante.

- No me digas eso.- Lo pensó un momento.- Bueno, pero algo casual, ven a mi casa y ordenamos para comer. Te mando mi dirección por mensaje.

- Perfecto. ¿Puede ser hoy?- Dice emocionado.

- No, mañana por la noche.- Muy cortante.

-  Estaré  esperando. Nos vemos Nuna.- Lleno de ilusión.

- Adiós.- Corta el teléfono.

*

¿Por qué dije que sí? ¿Qué iba hacer con el niño en mi casa? ¿Y si me aburría y él no se iba? 

Quizás solo tenemos mucho sexo, me quedo dormida y no tengo que lidiar con nada.

El siguiente día lo pase nerviosa. Odio esa sensación, ¿Porque acepto hacer cosas, que no quiero hacer en verdad?

Cuando llego la hora de volver a casa, entre muy rápido, ordene un poco y me di un baño.

Llego muy puntual. Abrí la puerta secándome el pelo.

*

El joven entro muy nervioso. Le dio a la chica una bolsa y se sentó en el suelo.

- ¿Qué es esto?

- Traje una torta helada.- Dijo con una sonrisa.

- Que delicia.- Saco cucharas y puso la torta en una mesita de suelo.- Me encanta el chocolate con frutilla.

- A mí también, es mi favorito.- dijo con una gran sonrisa.- Esta torta es muy rica. Siempre siento que es muy pequeña. Pero después no la puedo terminar solo.

- Vamos a intentarlo juntos.

- Si.- Dijo más relajado.- ¿Cómo le fue hoy en el trabajo?

- Bien.- Algo desconfiada.

- ¿No pasó nada especial?

- No quieres saber sobre mi día. Mi vida es muy monótona.

- Me puede contar un poco sobre su vida y yo puedo decidir si quiero saber. ¿Le parece?

- Está bien.- dijo sorprendida.

*

En verdad estaba subestimando al chico. Solo porque todos los hombres suelen ser un asco, no tenía que desquitarme con él. Así que me relaje, le hable de mi día, del trabajo y de mi camino a casa. Era muy agradable cuando estaba cómodo. Nos reímos mucho.

*

El joven se quedó hasta altas horas de la madrugada conversando con Catalina. La chica levanto los platos y ordeno un poco la cocina cuando noto que Jungkook se había dormido. Al terminar la noche simplemente se recostó junto al joven y que quedo dormida.

*

Lo pase muy bien. Por un momento me relaje y olvide que era un idol de veinte años, pero dormido parecía un bebe.

Me acosté a su lado y me sentí muy cómoda. Descanse muy bien. No me gusta mucho compartir mi cama, pero él tenia un muy buen dormir. Solo se despertó una vez, me abrazo dulcemente, me dio un beso en el cuello, giro y volvió a dormir.

Pasar la noche con él, fue muy diferente a lo que había pensado. Me relaje, me divertí y no fue para nada incómodo.

Nos despertamos tarde, ninguno de los dos se quería mover. Mientras él se estiraba, sentí unas incontrolables ganas de abrazarlo.

Dime NunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora