La cita fue lenta y tediosa. La chica no podía obligarse a escuchar a su acompañante, hablar sobre sus viajes por Europa. Todo lo que pasaba por su mente era el olor de Jungkook.
Desde el principio solo podía ver Kookie como un niño, inocente y energético. Recordarlo después de un tiempo era casi maternal. Llego a cuestionarse como pudo sentir tanta atracción por un niño.
Pero esa noche en la bodega su cuerpo le dio un lección muy dura. Podía tratar de envolver a su mente en una maraña de negación y mentiras, pero sus sentidos no serian engañados. El aroma masculino y fresco que emitía su cuello, la hacían estremecer.
Al final de la velada, se vio a si misma totalmente excitada pensando en Jungkook. La vergüenza de recordar que no estaba sola, fue mortificarte.
- ¿Estas bien? Estas muy ruborizada.
- Creo que tengo un poco de fiebre.- Trata de toser.
- Te llevaré a casa enseguida.- Dice levantándose.- Te note un poco distraída. Pobre, te esforzaste mucho por esta cita.- Dice lleno de si mismo.- Deberías habérmelo dicho antes.
Veinte minutos después estaba acostada en su cama sola.
*
¿Siempre tuvo ese aroma?
Si, en verdad si. Pero sentirlo así de golpe, fue demasiado. Ha crecido bastante.
*
Catalina recuerda al pequeño joven tímido sentado en medio de ese restaurante, pidiéndole su teléfono.
*
Era un bebe, me encantaba usarlo a mi antojo. Pero ahora se sintió como un hombre, no creo que pueda controlarlo.
No creo que pueda volver a controlarme...
¿Por que me estoy reprimiendo?
Todo comenzó porque estaba ahí y había que aprovecharlo.
*
La chica toma su chaqueta y sale a buscar un taxi para volver al restaurante.
Cuando llega a la parada, Jungkook esta apoyado en una pared.
Se para frente al joven y se deja caer en sus brazos.
- Llévame a casa.
El chico la levanta y la lleva a la puerta del departamento.
- Abre.
- Esto no significa nada.
- Yo no he dicho nada. Mi intención es solo darte placer hasta que mi cuerpo ya no pueda más.
*
Mi espalda estaba apoyada sobre la puerta, él sostenía mis piernas en cada uno de sus costado. Sentí todo su miembro viril firme contra mi. Su promesa de placer estaba firmada con sangre.
Ya no era un niño.
Hoy, me sostenía un hombre.
ESTÁS LEYENDO
Dime Nuna
FanfictionElla no dijo nada, solo camino muy decida. Jungkook se encontraba confundido, pero emocionado. Cuando la chica se sentó sobre de él, quedo frio. No esperaba ese atrevimiento, no pudo mover ni un centímetro. La joven lentamente comenzó a besar su c...