Capítulo 5

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Era un viernes 17 de agosto de 2015, la tarde estaba tranquila, había familias paseando con sus hijos, chicos y chicas jugando fútbol en las áreas libres de parques recreativos. Las calles de la ciudad de Miami estaban tranquilas.

Lauren había estado caminando por aproximadamente 15 minutos, había discutido con su madre, nuevamente, por haberla intentado "curar" de su "enfermedad" queriéndola hacer salir con chicos.

¿Cuándo entendería Clara Jauregui que a su hija le gustaban las chicas y no los chicos?

No se sabía la respuesta a esa pregunta.

Lauren siguió caminado aproximadamente otros 5 minutos más y por fin llegó a su destino. Tocó el timbre y la puerta se abrió revelando a quien estaba buscando.

—Jauregui, ¿qué haces acá?— Preguntó el chico rubio, de ojos verdes y de estatura media.

—Lo de siempre.— El chico la miró y asintió con la cabeza. Pues ya sabía cuál era la razón por la cual Lauren estaba ahí, en su puerta.

—¿Esta vez por qué fue?— Interrogó cerrando la puerta tras de sí. Este era un tema que necesitaba privacidad y él lo sabía.

Sabía que Lauren estaba ahí porque había discutido nuevamente con su madre, pero siempre había muchos motivos por los cuales lo hacía. Era difícil saber qué sería esta vez. Aunque sospechaba de uno, pues había estado ocurriendo seguido últimamente.

—Quiere que salga con Luis, Keaton. Mi hizo una cita con él a mis espaldas.— Contó la ojiverde. Keaton molestándose de inmediato y haciendo sus manos puños. Él sabía todo el daño que Luis le había hecho a Lauren y de ninguna manera permitiría que la volviese a lastimar.

—¿Qué? AH, MIERDA. VOY A MATAR A ESE IDIOTA. ¿Es que no se cansa de hacerte la vida imposible?— Gritó el ojiverde molesto.

—No quiero hablar de eso. De igual manera sabes que no saldré con él.— Le dijo con seguridad pero tristeza al mismo tiempo. El rubio cogiendo su rostro y levantándolo para limpiar unas lágrimas que amenazaban con caer de los ojos de Lauren.

—Tranquila, Laur. Estoy aquí. Él no te hará daño, ¿okay?— Le susurró mientras la atraía hacia él con un abrazo. Lauren permitiéndoselo.

Keaton era una de las pocas personas por las cuales se dejaba abrazar y se permitía corresponder.

—Estoy mejor.— Murmuró la castaña después de unos minutos. Keaton apartándose y mirándola, corroborando lo que la castaña había dicho.

—¿Lo de siempre?— Preguntó a Lauren con una pequeña sonrisa. Ella haciendo lo mismo.

—Vamos.— Afirmó.

—Ya regreso.— Le dijo mientras subía a su habitación y traía su skate. —Listo, vámonos.— Y ambos comenzaron a caminar.

Keaton y Lauren se la pasaron conversando todo el camino. Él de vez en cuando haciendo reír a Lauren. Definitivamente, Keaton era uno de los mejores amigos de su vida, por eso confiaba mucho en él, pues sabía que nunca le fallaría.

Llegaron al skaterpark, dirigiéndose de inmediato a las rampas y ahí se encontraban dos de sus amigos.

—Hey, Josh, Liam.— Saludó Keaton, llamando la atención de los aludidos que en cuanto los vieron se dirigieron hacia ellos.

—Hey, hola, ¿qué pasa, chicos?— Dijo Liam con una sonrisa mientras se bajaba de su patineta. Josh a su lado llegaba y saludaba a ambos con la mano y una sonrisa.

—Hola, chicos. No esperábamos encontrarlos aquí.— Dijo Lauren con una sonrisa. Keaton había hecho un muy buen trabajo en levantar su estado de ánimo.

—Ni nosotros. ¿Qué hacen aquí? Creí que nunca venía los viernes.— Comentó Josh. Era verdad, ni Lauren ni Keaton solían salir los viernes por la tarde. Normalmente se quedaban en casa a dormir o hacer otras cosas.

—Hoy se nos ha dado por venir porq...— Comenzó a inventar Keaton, pero de inmediato fue interrumpido.

—Discutí con mamá.— Cortó Lauren con un tono de que ya le daba igual. Pues ya estaba acostumbrada. Keaton le miró por unos momentos con preocupación. —Tranquilo, Keat, son nuestros amigos, pueden saberlo, no hay molestia.— Murmuró la ojiverde y Keaton asintió.

—¿De nuevo?— Preguntó Josh. Ellos sabían que Lauren discutía mucho con su madre, pero no sabía que tanto. La ojiverde asintió.

—¿Qué fue esta vez, Laur?— Preguntó Liam con evidente preocupación.

—Me hizo una cita con Luis.— Dijo Lauren y el rostro de Liam y Josh cambió de inmediato.

—¿Con ese idiota? Espera, ¿tú aceptaste, Lauren?— Preguntó Josh molesto. Ella negó inmediatamente con la cabeza. —¿Entonces?— Preguntó más calmado pero confundido a la vez.

—Lo ha hecho a mis espaldas. —Le contó. Ellos no pudiéndolo creer.

—No te ofendas, Lauren pero, ¿qué mierda es lo que pasa con tu madre?— Dijo Liam irritado. Lauren rió ante su comentario y negó con la cabeza.

—Descuida. Ni siquiera yo lo sé. Además, no saldré con ese idiota. Primero muerta. —Todos rieron. Era verdad, Lauren Jauregui jamás volvería a salir con un chico. —Pero bueno, no quiero hablar de mi madre.— Los demás asintieron. —¿Tienes otro skate de repuesto? Olvidé el mío en casa y no quiero volver ahí hasta en la noche.— Preguntó dirigiéndose hacia Josh. Él asintió antes de ir hacia la banca en donde estaba su mochila, una botella de agua y otro skate. Cogió la patineta y regresó hacia el grupo, entregándole el skate a Lauren.

—Bien, ¿qué esperamos? ¡Andando!— Exclamó Liam, y los demás le siguieron.

Pasaron toda la tarde patinando, Lauren olvidándose de los problemas y disfrutando del momento en compañía de sus amigos. Era una buena tarde. Ella y los chicos ponían en práctica los trucos que ya sabían y otros que apenas aprendían para perfeccionarlos.

Josh y Keaton compitieron para ver quién hacía mejor unos trucos en el menor tiempo posible. Al final el que ganó la el desafío fue Josh. Él era demasiado bueno en el skate, Keaton también, pero no como Josh.

Además, cabe resaltar que Keaton se cayó un par de veces por distraerse con las chicas lindas que pasaban por el lugar. «Chicos». Pensaba Lauren. Pues hasta a sus mejores amigos los consideraba unos idiotas. Pero unos idiotas a los cuales amaba y no cambiaría por nada.

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|| Enamorando A Mi Maestra || ~ [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora