|| Enamorando A Mi Maestra || ~ [Camren]

Capítulo 17

Lauren POV.

La noche anterior fue mágica. Fue hermosa. Fue maravillosa. Fue lo mejor de la jodida vida. Fue algo que moriría por volver a repetir de nuevo el resto de mis días.

Camila era sencillamente perfecta, era una obra de arte como ninguna otra. La forma en la cual hizo el amor conmigo fue muy linda y especial. La manera tan dulce con la que ella me trató fue... hermosa.

Bajé del auto de Chris y me fui por el jardín, hoy tenía muchas ganas de ver las flores. Era un pequeño detalle de la naturaleza que nunca me había detenido a observar.

Y sí, señoras y señores, este es el efecto que puede tener Camila Cabello en ti cuando te hace el amor. Te alegra la vida. Hace que veas el mundo diferente. Te lo pinta de colores, y puede haber arcoíris por aquí y por allá, mientras a ti te transforma en un hermoso unicornio. ¿Raro ver a Lauren Jauregui disfrutando, viviendo y gozando de la vida como un unicornio mágico? ¡Qué va! Para eso venimos al mundo, a disfrutar todo lo que nos brinda, a vivir la vida.

Estaba sentada en una de las jardineras, acariciando una bella flor y oliendo su dulce aroma, el cual me recordaba a ella. Su textura tan suave como su piel. Cuando ví el auto de Camila llegar.

Mis ojos instantáneamente brillaron, no podía esperar para verla otra vez. Después de anoche, no podía esperar por nada de ella. La necesitaba, la necesitaba junto a mí, necesitaba tenerla, necesitaba mucho de ella.

Sonreí cuando ví que la puerta se abrió, pero cuando ví quién bajó mi sonrisa se borró instantáneamente de mi rostro.

Era Austin, el profesor de diseño gráfico y programas vectoriales para los de vocación en físico matemático en 3 y 5 semestre.

Bajó del auto de Camila, lo cerró y caminó hacia la entrada de la escuela.

Mi cara era de confusión total.

¿Dónde estaba Camila?

¿Por qué el profesor Austin traía su coche?

¿Por qué si él lo traía, ella no venía con él?

¿Le había pasado algo?

Miles y miles de preguntas rondaban por mi cabeza. Estaba angustiada y sumamente preocupada. No sabía que había sucedido con Camila luego de que me fui a mi casa. Sólo recuerdo que ella me despidió desde la entrada de su casa y volvió a entrar, no pasó nada más de eso. Ella no podría haber salido a ningún lado a esas horas, era de madrugada, no pudo haber ido a ningún lado.

Esto me daba mala espina.

|••••••|

Era la 5 hora, me tocaba matemáticas 2 horas y no había visto a Camila, ella no llegó.

Mis compañeros estuvieron haciendo desastre, yo sólo yacía en el asiento donde suelo sentarme, mientras miraba el escritorio vacío de Camila.

¿Qué le habría pasado? ¿Estaría bien? ¿Se habrá arrepentido de lo de anoche? ¿No querrá volver a verme?

Estaba tan perdida en mis pensamientos que cuando volteé hacia la puerta, ahí estaba él… Austin estaba en el marco de la puerta leyendo un papel acompañado de Susana, una prefecta.

¿Qué demonios hacía él aquí? ¿Y Camila? ¿A caso sabría algo sobre ella?

—Buenos días.— Dijo entrando y poniendo su maletín en el escritorio.

Venía de traje color azúl rey con corbata roja. En su mano izquierda traía el reloj que siempre portaba y su peinado de siempre, formal.

Todos le respondieron los buenos días, a excepción de mí.

No me culpen, este día ha sido de mierda. Aunque al menos no me he topado con el idiota de Luis Felipe.

—Mi nombre es Austin, aunque eso, muchos de ustedes ya lo deben saber.— Dijo mirándonos a cada uno hasta que se detuvo en mí. Me miró fijamente por unos segundos antes de volver al resto del grupo. —Muchos se preguntarán qué hago aquí, si yo soy profesor de diseño gráfico. Es simple. Seré su maestro sustituto unos meses hasta que la profesora Camila se recupere.—

En ese momento, sentí cómo mi corazón se contrajo. Sentí palidecer y el pecho dolerme.

—¿QUÉ?— Gritó la mitad del aula.

—Así es, lamento informarles que Camila ha sufrido un accidente automovilístico ayer por la noche mientras regresaba a su casa. No se sabe mucho acerca del por qué chocó, pero al parecer iba bajo las influencias del alcohol.—

A ver, ya no entendí.

Ayer Camila nunca tuvo un accidente por la noche. Ella estaba conmigo, estábamos en su casa, y ella no salió nunca ni saldría en ese estado a manejar.

—Es terrible, ella aún está grave, en estos momentos se encuentra hospitalizada.— Oh no. —Pero bien, esperemos que ella se recupere pronto. Sé que muchos de ustedes la quieren demasiado y les resulta fuerte esta noticia. Pero por favor, intenten concentrarse todo lo posible en la asignatura.

¿Cómo podía concentrarme en esta estupidez cuando Camila estaba hospitalizada? ¿Acaso el tipo era idiota? ¡De ninguna manera me quedaría aquí! Tenía que buscar a Camila, tenía que verla. Tenía… No, necesitaba saber cómo se encontraba. No me quedaría aquí escuchando a un imbécil sobre algo que no sabe, a mí nadie me da matemáticas si no es Camila.

Guardé mis útiles lo más rápido posible y me dirigí a la salida, justo cuando tomé el picaporte escuché la voz prepotente de Austin…

—¿A dónde crees que vas… Jauregui?— Dijo mientras veía la lista.

—No es de tu incumbencia, Mahone.— Y sin más, salí prácticamente corriendo hacia la salida del instituto.

[*]

Jeje, ahí está el capítulo pues

Se pondrá interesante, ¿qué creen que sucedió con Camila? Comenten acá abajo sus opiniones, yo las lea🌚

Si veo que apoyan mucho el capítulo y comentan, subiré maratón en la noche, ¿le entran?

Besos