|| Enamorando A Mi Maestra || ~ [Camren]

Capítulo 15

Lauren POV.

—Camila…—

—Lauren…—

Estaba ahí, mi maestra de matemáticas estaba ahí, y acababa de salvarme de ser violada.

No sabía que hacer o pensar, estaba muy tomada y sólo comencé a llorar a mares. Camila me miró e inmediatamente se agachó y me abrazó…

Dios, sus brazos, son tan cálidos y su cintura es tan pequeña…
Ella comenzó a acariciar mi cabello mientras yo seguía llorando, ocultada en su cuello…

—Está bien, cariño. Estoy aquí, no te pasará nada…— Dijo con la voz más dulce de lo común mientras daba un tierno beso en mi cabeza.

Seguí abrazándola con fuerza hasta que me calmé, ella me sonrió y juro que pude sentirme muy reconfortada después de eso.

Tomó mi mano y me guió hasta la salida.

—Vamos, Lauren, te llevaré a casa...— Estaba diciéndome cuando...

—¡No!— Respondí alterada. —Mis padres no me dejan tomar, me matarían.— Ella me vio unos segundos y luego suspiró.

—Estás en un mal estado, así que no puedo dejarte aquí. Vendrás conmigo a pasar la noche en mi casa...

Camila POV.

DIOS, ¿QUÉ ESTOY HACIENDO?

Es mi alumna, no puedo relacionarme con ella nada más que en lo laboral. Esto está mal, muy mal.

Íbamos caminando por la desolada calle, se podía apreciar cómo la ciudad estaba en paz.

Lauren iba con sus brazos cruzados y viendo al suelo, iba demasiado perdida en sus pensamientos, por lo que prefería callar para no sacarla de su transe... Y también porque verla de perfil era una de las más hermosas maravillas del mundo.

¿En qué estoy pensando? Estoy con Austin, se supone debo serle fiel hasta con el pensamiento, dios mío, pero ella es tan hermosa, ¿quién podría resistirse a su encanto?

Es una hermosa mujer, todos pueden darse cuenta de ello... Me gusta, y mucho. Cuánto daría por poder besar esos labios tan carnosos…

Volteé mi vista hacia el otro lado, donde quedaba la calle, la vacía y solitaria calle. No podía tener ese tipo de pensamientos con mi alumna...

¡Mi alumna!

Soy una persona con mucha ética, no podría estar con ella, pero es que es tan linda...

Visualicé mi casa...

—Hemos llegado, Lauren.— Dije haciendo que ella volteara a verme y luego a mi casa.

—Gracias por dejarme pasar la noche aquí... Espero sus padres no se molesten.— Dijo tímida.

—Tranquila, ellos están de viaje, sólo seremos tú y yo…—

Y en ese momento caí en cuenta de lo que cometí, ella y yo solas en mi casa…

Eso no mejorará nada las cosas...

Lauren POV.

Después de entrar y conocer la casa de Camila, ella me llevó a la que sería mi habitación por esa noche, acomodó algunas cosas y me dijo que me pusiera cómoda mientras ella iba a cambiarse e iba por ropa para mí, pues mi vestido estaba hecho un desastre gracias a ese asqueroso de mierda.

Diablos, no quería que lo hiciera, se veía demasiado sexy en ese vestido negro señido a su cuerpo, marcaba cada curva.

En el camino traté de no entablar conversación para no tener que mirarla, ya que si estaba cerca no controlaría mis impulsos de besarla…

Mierda, esta mujer hacía que te derritieras por dentro con el sólo hecho de tenerla cerca, su aroma natural a vainilla te embriagaba, el olor a coco de su cabello terminaba por envolverte.

Ella regresó y me dejó la ropa en la cama, yo le agradecí y salió del cuarto para irse a cambiar.

Suspiré, antes de comenzar a bajar el cierre de mi vestido que estaba por la parte de atrás…

Camila POV.

Cuando iba a medio pasillo, recordé que no le había dejado sábanas a Lauren, busqué unas en mi armario y corrí lo más pronto posible, abrí la puerta y cuando visualicé lo que estaba frente a mis ojos, todos mis estribos se fueron a la mierda.

Me acerqué a Lauren, que batallaba para bajar el cierre de su vestido por completo, tomé delicadamente sus manos y ella se tensó, le di una mirada tranquilizadora y comencé a bajar el cierre.

Cuando estuvo abajo ella susurró un “gracias”.

Bajé los tirantes de este y acerqué mis labios lentamente hasta que deposité un beso húmedo que hizo a Lauren temblar.

—Camila…— Susurró muy bajo y dando un suspiro.

—Shhh... No puedo controlarlo, Lauren. Déjame tenerte hoy, déjame hacerte mía sólo esta noche, no me niegues ahora, porque no puedo parar…—

—Hazme tuya, Camz…— Dijo ella con un suspiro mientras se volteaba y comenzaba a besarme de una manera muy necesitada.

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