Capítulo 18

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Salí a toda prisa del instituto y tomé un taxi hacia la casa de Camila, necesitaba saber en dónde se encontraba. Tenía que preguntarle a sus padres en qué hospital se hallaba. Mi Camz...

Mientras iba en el auto en camino, un montón de ideas pasaban por mi cabeza, y es que nada concordaba. No pudieron haber atropellado a Camila, algo le debió pasar, algo malo...

Los segundos pasaban eternos, el camino se volvía 100 veces más grande y largo. Nunca desesperé tanto por llegar a un lugar, pero en estos momentos, deseaba con el alma que el auto volara y llegara rápido a la casa de Camz.

20 minutos después, que para mí fueron como 10 horas, al fin llegamos, le pagué al taxista con un billete de 20 dólares y ni siquiera esperé el cambio, lo único que me importaba era Camila, mi Camila...

Corrí directamente al portón, pero estaba cerrado, visualicé la cerca y ví que en la esquina había un árbol que podía trepar y aventarme hacia el jardín. La caída dolería, pero no me importaba. En estos momentos lo único que me dolía era el no saber qué pasó con ella, me dolía el hecho de que algo malo le pasó y yo no estuve ahí para cuidarla y mantenerla a salvo. Mi princesa, por quien ahora mismo estaba tan desesperada en saber de ella.

Trepé con cuidado el árbol, tuve que cuidar que nadie me viera y fuese a llamar a la policía y me acusara de allanamiento de morada.

Para mi suerte no había ningún vecino cerca o merodeando por ahí, así que subí con calma y cautela. Debo admitir que me piqué varias veces con algunas ramas traviesas que había, pero seguí sin importar qué.

Cuando logré cruzar todo ese enmarañamiento, me sostuve de una rama y comencé a bajar colgándome de ésta, me solté y caí en su césped.

Caminé a paso lento hacia su puerta, no había movimiento, estaba solo, no había absolutamente nadie. Dudé en si entrar o no, me puse a pensar justo en ese momento.

¿Qué hago aquí? Me puedo meter en muchísimos problemas, y de por sí ya tengo bastantes como para encima, cargarme otros más de a gratis.

¿Y si mejor le pregunto a Austin? Puedo disculparme por mi comportamiento tan grosero de hace rato y decirle que lo siento, ya después pedirle la dirección del hospital y…

Detuve instantáneamente todos mis pensamientos por un quejido que se escuchó proveniente de la casa de Camila.

Caminé rápidamente hacia la puerta y giré la perilla, estaba abierta para mi suerte. Abrí lento y despacio, no quería alarmar a los vecinos.

Dudé, en si debía entrar o no, sabía que si lo hacía hallaría la verdad que estoy buscando sobre lo más importante que tengo, pero también sabía que no había marcha atrás una vez que entrara. ¿Estaba preparada para más problemas de los que ya tenía actualmente? No, definitivamente no, pero tenía que hacerlo, tenía que saber qué pasó con Camila, tenía que saberlo y debía hacerlo…

Cuando entré, abrí mi boca en una completa "O"

Todo estaba hecho un completo desastre, había jarrones rotos, marcos de fotos, pinturas rasgadas, muebles bolteados, prendas de ropa rasgadas…

—No…—

Susurré para mí misma, pues en el suelo, yacía aquél hermoso vestido negro que Camila portaba la noche en que me trajo aquí he hicimos el amor por horas.

Me hinqué a un lado del vestido y lo tomé en mis manos…

Estaba rasgado, tenía un olor muy raro, e inlcuso pude nota algo húmedo y rojo que parecía ser… sangre…

—Ohh…— Volteé mi vista hacia las escaleras al escuchar aquél suave y leve gemido de dolor provenir del segundo piso.

Subí escalón por escalón teniéndome lo peor…

Camz, no pudo haberle pasado nada a mi Camz… No a mi princesa, no a ella...

Al llegar arriba pude ver más prendas de ropa, éstas eran masculinas, y creí reconocerlas de algún lado…

—Oh no, mi hermosa princesa, no, no, no... No pudo haberle pasado nada de eso… ¡No!— Susurraba para mí misma.

Mi mente había empezado a crear toda clase de escenarios donde lo peor le pudo haber pasado a ella, a Camila… No quería, no podía ser verdad, quería despertar de esta maldita pesadilla, no aceptaba a creer todo lo que mi mente me había formulado.

No podía aceptarlo, no podría soportar que alguien le hubiese hecho daño a mi Camz… Al amor de mi vida…

Seguí caminando, abriendo puerta por puerta y viendo de dónde pudo haber provenido aquél leve y casto quejido de dolor.

Llegué a la última puerta, tomé el picaporte en mi mano derecha. Cerré los ojos con fuerza, mientras en mi mente seguía negándome todo lo que mis pensamientos gritaban, intentaba no creer, intentaba no aceptar, ya que si era lo que ellos me decían, la realidad me daría el golpe más fuerte en lo que llevo de vida.

Suspiré pesada y profundamente, repetí esta acción al rededor de 4 veces.

No estaba lista.

Aunque en mi interior aún estaba una esperanza de que nada de lo que por mi cabeza estaba pasando fuera real, sabía que si yo abría esa puerta, mi mundo y todo lo maravilloso y hermoso que hay en él, se desmoronarían…

Pasarían como el agua entre mis manos, y aunque yo me aferrara lo más posible a ellos, no podría sostenerlos y simplemente los dejaría pasar, se escurrirían sin yo poder hacer nada en lo absoluto.

Di el último de mis suspiros y apretemos fuertemente el picaporte, giré de él y empujé levemente la puerta, entré lentamente, con pasos suaves…

Aún tenía mis ojos cerrados, no quería saber qué pasaría una vez que los abriera, así que tenía que estar preparada.

Cuando sentí que había entrado lo suficiente, comencé a abrir mis ojos. Poco a poco fui aclarando mi visión en ese cuarto obscuro, ví una mesa, unas cortinas cubriendo el ventanal, maquillaje tirado…

Muchas cosas se veían mientras giraba hacia donde se encontraba la cama.

Cuando ví la base de ésta, elevé mi vista tan lento que fueron instantes eternos y fue ahí en donde mi corazón sintió la peor ruptura que pudiera sufrir…

[*]

Perdonen, ahora sí las voy a hacer sufrir:(

CAMILA GANÓ 4/5 PREMIOS EN LOS AMA's AHHHHHHH, LPM ESTOY RE ORGULLOSA❤❤❤❤

|| Enamorando A Mi Maestra || ~ [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora