Capítulo 22

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Omnisciente POV.

Apenas había sido avalada por un médico, la ojiverde fue dada de alta, pues sus heridas no necesitaban más que tiempo para sanar.
Se encargó de llamar a Keaton, para pedirle ayuda con una forma de localizar a los padres de Camila, quienes se hallaban de viaje según las palabras de la morena un día antes del incidente.

Estaba nerviosa, los doctores pedían un familiar para avalar los costos médicos de Camila, ella era menor de edad y no podía hacerse cargo. Inmediatamente recordó aquella chica rubia que alguna vez fue con Camila al cine. No recordaba su nombre, pero si tenía suerte la encontraría en los amigos del facebook de Camila.

Sacó su teléfono, el cual le habían devuelto minutos después de ser dada de alta, y comenzó a indagar en los amigos de la latina. Buscó perfil por perfil en los comentarios y, ¡bingo! La foto de perfil del usuario de Dinah Jane era la chica que estaba con Camila aquél día.

Inmediatamente le envió una solicitud de amistad, con la esperanza de que la aceptara a pesar de no tener amigos en común, pues ni siquiera había agregado a su profesora, pues esto sería raro dado a que los profesores tienen prohibido relacionarse más allá de lo profesional con los alumnos, o por lo menos en su escuela así era.

Esperó algunos minutos y por fin la notificación que tanto esperaba había llegado…

Dinah Jane aceptó tu solicitud de amistad, envíale un mensaje.

Dinah Jane

¡Hola!, No tengo mucho tiempo para dar detalles, ¡tiene que venir al hospital central!
Su amiga Camila está internada

El mensaje fue entregado con éxito y sólo esperaba la mujer no la tirara a loca y terminara bloqueándola, ¿qué reacción tendría una persona común recibiendo un mensaje cómo ese?
No todos los días un desconocido te dice que vayas al hospital porque tú mejor amigo está internado.

Su celular vibró.

Dinah Jane

¿Qué coño?, ¿es por eso que no contesta?, ¿qué haces tú con ella?

Iré inmediatamente, ¡no te muevas de ahí!

✓✓

Se sintió aliviada, su reacción fue positiva, al menos ya tenía alguien cercano a Camila para poder comunicarse con sus padres.

¡Padres!, los suyos deberían estar buscándola, hacía horas que salió del colegio y no había llegado, aunque no le habían enviado ningún mensaje. Probablemente su madre pensaría que se iría a vagar por ahí como solía hacerlo, y su padre llegaba tarde por la noche. Aún así se tomó la molestia de enviar un mensaje a Christopher, quien le ayudaría a inventar una excusa tonta para justificar los golpes que tenía en el rostro.

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30 minutos habían pasado desde que habló con aquella chica amiga de Camila y ya se encontraba ahí, charlando con los médicos sobre el estado de salud de la morena. Ella los observaba desde lo lejos, sentada en la sala de espera, impaciente por saber qué pasaría con Camila, ¿cómo reaccionarían sus padres?, ni siquiera los conocía, y esa primera impresión no sería muy favorable para ella y su profesora.

Vio cómo la chica alta asentía y comenzaba a caminar hacia ella, de inmediato sintió nervios, ¿qué le diría?, ¿la culparía por lo sucedido con Austin?, ¿las juzgaría si le contaba lo vivido con su profesora?
La mente de Lauren no dejaba de trabajar y formular 100 preguntas por segundo, estaba asustada, por supuesto.

La rubia con alto parecido a Beyoncé llegó hasta ella y para su enorme sorpresa, ésta la envolvió en un fuerte abrazo.

—Gracias por traer a mi amiga, le has salvado la vida de ese malnacido.– Susurró mientras la soltaba.

—Yo, yo creí que usted…– Intentó hablar pero la chica alta se adelantó.

—Tranquila, sé quién eres y sé que debemos hablar, pero no aquí. Muero por saber realmente qué sucedió con exactitud, pero primero debo llamar a los padres de Camila, permíteme unos minutos y me acompañas, ¿si?– Dijo Dinah acompañado de una sonrisa tranquilizante.

La ojiverde asintió y volvió a sentarse mientras veía como la amiga de Camila salía de la sala de urgencias al exterior, para tener un mejor silencio y poder explicar con cuidado a los padres de su amiga la situación.

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—Bien, Lauren necesito que me digas qué fue lo que pasó, todo lo que sepas, es importante por el bienestar de Camila.– Dijo una Dinah muy preocupada mirando a la ojiverde.

Después de llamar a los padres de Camila, quienes ya estaban en un vuelo de regreso a Miami al enterarse del estado de su hija, Dinah había decidido llevar a Lauren a una cafetería cercana al hospital, tampoco le agradaba el hecho de dejar sola a Camila en el hospital, pero había muchos cabos sueltos que necesitaba atar.

Cuando llegaron a la hermosa cafetería que tenía un área en la terraza donde pegaba el aire fresco y estaba retirado del bullicio de las demás personas, entraron y se sentaron en la última mesa de dicha terraza. Una mesera tomó la órden de ambas, un capuchino para la más alta y un té caliente de manzana y canela para la chica de ojos verdes.

—Mira, Lauren, yo sé quién eres.– Volvió a hablar Dinah, haciendo a Lauren hacer una expresión de confusión y asombro. —Camila me habló desde el primer momento en que se fijó en ti, la has traído loca desde entonces, ¿sabías?– Indagó la polinesia mientras recibía una negativa por parte de la más pequeña.

—No tenía idea.– Contestó por fin con asombro en su voz.

—Camila es algo correcta, y trató de negarse lo que sentía por ti por mucho tiempo, también por esa razón comenzó a salir con ese animal.– Dijo la más alta con repulsión en sus últimas palabras.

Lauren estaba muy asombrada por lo que le decía la chica frente a ella, ¿era esto real?, ¿no estaba en un sueño?, ¡que alguien la despertara si era así!

—¿Hablas en serio?– Se atrevió a preguntar, todavía incrédula de las palabras de la amiga de su profesora. Ella asintió con la cabeza.

—Muy en serio, jamás estuve de acuerdo con su relación con él, no me daba buena espina, sentía que le haría daño a Camila, aunque no me esperaba que la lastimara de esa manera tan brutal… Como hubiese deseado equivocarme.– Apenas susurró lo último, pero Lauren escuchó perfectamente. —Por eso necesito que me digas qué sucedió, o todo lo que tú sepas, Lauren, quiero ver a ese malnacido pagar por lo que le hizo a mi amiga, esto no puede quedarse así simplemente.– Dijo bebiendo un poco de su capuchino.

Lauren, aún procesando lo que la polinesia decía, suspiró; ahora sabía que podía confiar en ella, y que no tenía que inventar un testimonio falso, por fin las cosas estaban poniéndose un poco a su favor, y la tensión que había tenido minutos atrás desapareció por completo.

—Bien, el día de ayer yo…–

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Es todo por hoy, gracias a los que siguen está historia y una cordial bienvenida a las nuevas lectoras.

Sí gustan leer otro poco en la espera de él siguiente capítulo, les dejo el enlace del nuevo mini-fic que acabo de subir, sí le dan la oportunidad espero sea de su agrado. Buenas noches.

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|| Enamorando A Mi Maestra || ~ [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora