Capítulo Nueve

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Capítulo Nueve

—No entra. — se quejó Tristan.

—Intenta de nuevo.

—Es que está muy angosto. — volvió a quejarse él, las gotas de sudor cayendo por su frente.

La risa de Demian resonó en algún lugar cercano a nosotros. —¿Cómo no puedes meterla y ya?

—¡No hay espacio! O sea, hay, pero es muy difícil para que quepa todo, es muy pequeño.

Denisse refunfuñó. —Ambos son unos idiotas, denme el maldito bolso.

Tristan le cedió su bolso a mi mejor amiga con un aura de nerviosismo, quedándose completamente quieto una vez que vio a mi amiga subirse a la maleta del Jeep, tirando los demás bolsos al suelo. Ambos chicos se miraban entre sí, preguntándose con la mirada que es lo que estaba haciendo esta lunática mientras que yo seguía sus ordenes y le pasaba los bolsos nuevamente, los cuales fueron ordenados correctamente como si estuviese jugando al Tetris. Una vez lista, Denisse bajó por la parte delantera del jeep, regalándonos una sonrisa victoriosa insinuándonos a despabilar y largarnos de allí de una buena vez.

Demian le sonrió embobado y caminó hacia la puerta del conductor, seguido por nosotros. Tristan se ganó en el asiento de copiloto, sonriéndonos con burla.

—¿Y mini Alice por que no vino? — preguntó Tristan, rompiendo el silencio.

—Mi mamá no quiso que viniera, tiene miedo de que algo le suceda.

Era un viernes, el comienzo de un fin de semana largo que se disfrutaría junto con mis nuevos amigos y mejor amiga en algún lugar de la provincia que tenia mas campo que calles, o eso me imaginaba yo. El clima al parecer se puso de acuerdo con nuestros ánimos puesto que el sol radiaba en el cielo acompañado de una fresca brisa dando ese toque de primavera verano. Bajé la ventana y me dediqué a mirar hacia afuera con una sonrisa genuina en mi rostro, disfrutando de la música de fondo.

Aun no podía creer que pasaría todo un fin de semana largo con mis amigos, buscando aventuras como siempre lo he soñado hasta ahora. Tenía la disposición de pasarla bien, llevaba mi mochila cargada de ganas para poder disfrutar e incluso, me atrevería a decir, estaba lista para cumplir aquella apuesta.

—¿Todo bien Alice? — la voz de mi amiga me volvió a la realidad.

—¿Ah? Si, todo bien. — sonreí, mis labios color carmesí resaltando mis dientes blancos. —No puedo creer que esto esté pasando.

Ella soltó una melodiosa risa, achinando levemente sus ojos. —Créelo nena, esto es algo que ambas hemos soñado por hacer hace mucho tiempo.

Asentí animadamente. —Tengo el presentimiento que será el fin de semana de nuestras vidas.

—Claro que lo será, nos tienes a nosotros. — dijo Demian mirando por el retrovisor.

—Demian, cállate. — dijo Denisse, poniendo los ojos en blanco.

Una canción de R&B comenzó a sonar por los parlantes, poniéndome alerta intentando reconocer aquel ritmo y melodía. Mi corazón comenzó a latir mas fuerte cuando me fijé que era una de mis canciones favorita, emocionándome hasta morir.

—¡Me encanta esta canción!

—¿Te gusta él? — preguntó Demian, apuntando hacia Tristan mirándome a través del retrovisor con una sonrisa.

—El cantante, sí. — dije, intentando no sonrojarme al desviar la mirada hacia el paisaje.

—Pero ¿él? — insistió él, apuntando hacia Tristan quien ahora miraba fijo hacia adelante. Logré ver desde donde estaba (justamente detrás de él) como los amplios hombros de Tristan se tensaron al oír mi voz cerca de él.

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